Metallica, Master of Puppets, 1986
Master of Puppets sería no sólo el disco que pondría en el mapa del heavy metal a Metallica, sino que sería el disco que los colocaría como el posible futuro del género. Metallica había evolucionado en unos años a un nivel inimaginable, habían conservado la ferocidad de su poner disco y había logrado combinarlo con más destreza del segundo. Así Master of Puppets se convertiría en uno de los mejores discos de heavy metal de los 80s, Metallica se convertirían en lo sucesores de Black Sabbath y de los Judas Priest, como la banda de metal a seguir.
Battery, que arranca el disco, con sus guitarras acústicas parecería querer repetir la provocación del Ride the Lightning, y en cierta forma el tema retoma desde ese punto, las guitarras son colosales y la batería de Ulrich se escucha bastante mejorada. En la nueva y aumentada complejidad de los temas como éste, es posible escuchar el extraordinario progreso de la banda. Ulrich con un sentido de la rítmica desbordado y las guitarras de Hetfield en mejor condición que nunca. Basta escucharlo al inicio del tema que da nombre al disco, algunos de sus mejores riffs de guitarra en definitiva, bien acompañado por el poderoso bajo de Cliff Burton que casi pareciera añadir una poderosa guitarra más al ataque.
La ambición de la banda no conocería límites en éste disco, la banda apostaría el todo por por todo. Los enormes riffs monumentales de The Thing that Should Not Be, otro de las grandes piezas del disco. La banda mostrando una madurez lograda en tiempo récord. El trabajo de Burton, dándole un poder y una sofisticación imposible de hallar en los contemporáneos del grupo. Una delicia escuchar los desquiciados solos de guitarra de Hammett, quien aprovecha cualquier espacio para abrirse paso y brillar de forma descomunal. No podría decir los mucho de Ulrich quien ante la complejidad parece terminar repitiéndose demasiado y en ocasiones suena incluso perdido.
Welcome Home (Sanitarium) nos muestra una marcada distancia del thrash metal al inicio. Ya nos anuncia con notas proféticas al One y al disco negro. Riffs profundos y poderosos, guitarras resonantes, el bajo galopante de Burton y el crecimiento como vocalista de Hetfield, que luce seguro y dispuesto a intentar cosas nuevas en el micrófono. Ulrich un tanto fuera de lugar, pero complementando la energía del grupo. Disposable Heroes es tema atronador, Ulrich ésta vez un tanto más atinado y Hetfield con sangre fría de asesino rn las guitarras. Un tema que va progresando en ferocidad y complejidad a la vez. Momentos furiosos de otro thrash metal minimalista y después esos ritmos sorpresivos que la banda sigue lanzando. Para éste punto está más que claro que la banda es invencible e inalcanzables incluso para bandas fabulosas como Megadeth o Testament, a quienes Metallica simplemente deja mordiendo el polvo con éste disco.
¿Será posible que el colosal Leper Messiah sea una referencia al Ziggy Stardust de David Bowie? Podría ser, aunque también podría ser éste el mejor momento de Ulrich quien resuelve con músculo uno de los ritmos más consistentes del disco, haciendo uso con cierta precisión del famoso doble bombo, que explotaría aún más más el siguiente disco de la banda. Hammett consigue aquí unas líneas de guitarra extraordinarias una vez más, destacando por su particular estilo y velocidad, además de su obsesion con el penal wah. Perfectamente flanqueada por el bajo de Burton, heredero de Peter Way y de Steve Harris. La banda por encima del bien y del mal en éste punto. Con Burton y Hammett despegando hasta la estratosfera en la épica instrumental Orion.
Damage Inc. Me parece mero trámite, la banda ya ha puesto de por medio todo de lo que son capaces. Furiosas piezas de complejidad alucinante. Un grupo de individuos con un talento excepcional para incluir una enorme cantidad en cambios brutales en una sola pieza y sin permitirnos perder la atención en ningún instante. Se dice que Geddy Lee, bajista y vocalista de los canadienses Rush era el productor que la banda quería para éste disco, al final no fue posible y regresaron con su productor habitual, lo cual sería una desición totalmente acertada. La confianza sobrada en cada uno de los creadores de este disco se manifiesta cada segundo y segundo y cada nota. Muchos señalarán que éste es el mejor disco de la banda. ¿Mi favorito? Cualquiera de los primeros discos que Metallica grabó.
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