Rancid, Tomorrow Never Comes, 2023

 


Veteranos del Punk Rock

Por: Rock N Roll Animal

Si hablamos de punk rock hecho de forma convincente hoy en día, tendríamos que mencionar a Rancid. La banda tuvo su momento de gran éxito en los 90s, cuando el punk rock alcanzó la superficie, tuvo su momento comercial y la banda vendió millones de discos, si millones. La banda surgió en un momento en que grupos como Green Day, The Offspring, Social Distorsion, entre otros, fueron encumbrados por las masas. Una banda de punk rock que ha superado ya su tercera década. Disco número 10 en la carrera de Rancid y aunque la banda ha reducido en gran parte su afinidad por el ska punk en favor del “Celtic punk” de unos The Pogues, que los hacen sonar más a una pandilla de piratas tomando y vandalizando un bar en fin de semana. Tomorrow Never Comes, a pesar de ser un disco de una banda ya en su cuarta década, no pierde su energía ni un sólo segundo, es admirable cómo la banda en invocación completa de su naturaleza punk inicia a toda velocidad y así termina. En un disco corto, menos de 30 minutos, pero suficientes par que unos veteranos como Rancid apliquen su acto de demolición y dejen todo en ruinas. Los Ramones dejaron un buen ejemplo hace casi 50 años. Empezando con el tema que da nombre al disco propulsado por una sección rítmica de lo mejor, guitarras furiosas y mucha actitud en las vocales. Mud, Blood & Gold abre con unas guitarras realmente rabiosas gracias a la producción de Brett Gurewitz, guitarrista de los legendarios Bad Religion. El bajo de Matt Freeman es una bestia feroz durante toda la extensión del disco. The Devil In Disguise es una pieza de punk rock celta que bien podría ser escuchada en la cubierta de un barco pirata. New American contiene todos los elementos que hacen precisamente gloriosa a una canción punk. The Bloody & Violent History es un poco más elaborada y permite apreciar de mejor forma las capacidades instrumentales de la banda, claro, Rancid no son una banda de punk rock, pero nadie se podría quejar de la forma de tocar sus instrumentos por parte de este grupo. Dont Make Me Do It es el tema en que la banda lleva la intensidad de su música al máximo. Claro, la banda ha reducido un poco la desbordante intensidad de sus primeros discos. Ya no hay huellas del ska punk de antaño. Es obvio que el grupo disfruta tocar y cantar sus temas y esas son precisamente las principales fortalezas del disco. Rancid ya no son los grandes protagonistas que eran en los 90s, el punk rock ya no está bajo los reflectores y seguramente Tomorrow Never Comes no es un disco revolucionario, sin embargo, lo que la banda presenta es entretenido y de una calidad imposible de negar. 


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