Aprender de la Tragedia
Aprender
de la Tragedia
Por Erreh Svaia
Dispersión Caprina
“No hay que empezar
siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello
que puede facilitar el aprendizaje.”
Aristóteles
En un
capítulo de los Simpsons (la serie de personajes animados de FOX), Bart Simpson
por accidente descubre un cometa que amenaza con destruir al planeta, una de
las propuestas del cantinero Moe, al frente de una muchedumbre enardecida, es
la de quemar el observatorio, "Para que esto no vuelva a suceder ",
surrealista momento de risa loca, pero que refleja una trágica realidad que
parece no tan limitada a la ficción; la muerte de una joven de 19 años de edad en
la ciudad de Puebla, víctima de secuestro y violación, luego de solicitar el
servicio de taxi mediante la aplicación Cabify; "Quememos los UBERs y los
Cabifys pata que esto no vuelva a suceder", pareciera ser la consigna hoy
en día de nuestras de la turbas enardecidas y de los políticos de dicha ciudad,
“Sentemos un precedente cancelando el permiso a la empresa para que esto no
vuelva a suceder” Y yo me pregunto ¿En el transporte público, y en los taxis
tradicionales, nunca habían sucedido hechos similares? En el caso de Cabify,
empresa con operación a nivel mundial, es la primera vez que sucede un
incidente tan atroz.
Dicta el refrán:
“No hagas cosas buenas que parezcan malas”, convendría analizar ¿Por qué el
gobierno de Puebla ha cancelado de forma inmediata el registro de operación de
Cabify y el bar El Bronx, adjudicando al primero la responsabilidad por falta
de control de sus chóferes y al segundo por violar la ley de horarios (la joven
salió del lugar después de las 3 de la mañana)? Las medidas lamentablemente
parecen obedecer a un tema de “popularidad oportunista” del gobierno de Puebla,
que primero, favorece a los sindicatos de taxis tradicionales, quienes han
ejercido gran presión política para evitar que empresas como UBER o Cabify
operen en la ciudad y después curarse en salud con el cierre del local ¿Qué no
se habían dado cuenta de cómo operaba? Por otro lado sale a la luz las fallas
en los procesos de consignación, en las cuales el chófer, en procesos criminal
por robo de combustible (delito grave en dimensiones, pero considerado menor en
la región), razón por la cual, en su registro aún no aparecía fichado y lo que
permitió se emitiera una carta de no antecedentes por parte del gobierno, para
cumplir con uno de los requisitos de Cabify para autorizar el ingreso de
choferes, y aquí se presenta una gran área de oportunidad, la necesidad de
creación de un gran censo de chóferes parte de éstas empresas, considerando que
éste chofer ya había sido dado de baja de UBER por alguna irregularidad, ese
patrón pudo haber dado la clave a Cabify para no contratar a ésta persona.
El asesinato
de la joven pudo haber sido evitado de muchas formas, empezando por
preguntarnos: ¿Dónde estaban los padres de esa joven que viajaba sola por la
ciudad en la madrugada? ¿Sabían dónde estaba y con quienes estaba? Esto
considerando que estados como Puebla y Tlaxcala son lugares con altos índices de
violencia contra la mujer y de trata de blancas, ¿Las cosas hubiesen sido
diferentes de viajar en un taxi convencional? ¿Podrá el gobierno local
confirmar que todos los taxis tradicionales en operación cumplen con los requisitos
básicos y cumplen con todos los requerimientos? Esto considerando la presente
operación de taxis sin registro o “piratas”, ¿Es la tecnología la causante
directa de la tragedia? Por supuesto que no, de hecho, tanto la aplicación como
el teléfono inteligente de la víctima y del presunto agresor han sido piezas
claves para buscar dar claridad a un caso aún no cerrado, y del cual aún hay
algunas incógnitas pendientes por resolver, y considerar que éstas posibilidades
no hubiesen sido exploradas de forma tan ágil en el formato tradicional de los
taxis que operan en Puebla, cabe señalar que los sistemas pueden ser
vulnerados, y por ello deben ser perfeccionados, dependen en gran parte de la
calidad de la información que se les alimenta, y eso nos lleva a una de las
causas raíz del tema, la falta de conocimiento del estatus del chofer agresor,
de haberse emitido esa ficha en tiempo, una tragedia se pudo evitar, ¿Ineptitud
o corrupción? El factor humano sigue siendo decisivo para el buen o mal
funcionamiento de la tecnología, y se vuelve imperativo éstas empresas cuenten
con el ya mencionado padrón de choferes actualizado y disponible, un aviso de
confirmación y rastreo en paralelo para que una persona cercana al usuario
pueda rastrear traslados de sus familiares o amigos, a la vez del llamado botón
de pánico que ya ha surgido en conversaciones, no se puede retroceder el
tiempo, pero si sentar un verdadero precedente y no sólo uno políticamente a
conveniencia, de otra manera, la tragedia no servirá de nada y ni siquiera una
vida perdida de forma tan irracional (sea hombre o mujer, reprobable el tema
del género y la bandera tomada por sectores feministas y conservadores), tendrá
algún sentido.
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