Derecha Extrema Chic
Derecha Extrema Chic
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
Cuando el alguna vez llamado “proletariado” empezó a escalar
posiciones y a hacerse parte de las clases medias, el encanto del “socialismo”
empezó a perderse, los partidos de izquierda en el mundo han ido perdiendo
posiciones poco a poco, e incluso los sindicatos que no han sabido adaptarse a
las dinámicas modernas han perdido su encanto original, muchos aún se preguntan
¿Cómo es posible que la ultra derecha haya crecido en el mundo, al punto de
convertirse en la nueva “gran ola” en Europa en países como Italia, Francia o
Alemania? Aunque complejo de entender al inicio, la explicación no es tan difícil,
la izquierda originalmente “globalista” fue gran impulsora de la migración y de
la movilidad de las poblaciones, muchas se movieron a la ciudad y progresaron, e
hicieron expandirse el multiculturalismo e hicieron crecer las clases medias en
Europa y en los EEUU, pero mientras el flujo migrante continuó, poco a poco
éstas clases medias en ascenso empezaron a sentirse amenazadas, nuevas culturas
empezaron a llegar al por mayor, la mano de obra se volvía más barata al tiempo
que los empleos empezaban a irse a otros países como parte de acuerdos
comerciales internacionales ante la incapacidad de los sindicatos de ver más
allá de sus fronteras, y el miedo y el pánico hizo que muchas de éstas clases
medias voltearan nuevamente al nacionalismo en busca de protección, de ahí que
nuevas formas de derecha extrema surgieran, más allá de la derecha moderada que
de alguna forma había encontrado un equilibrio con la también moderada
izquierda.
Ahora la derecha extrema defiende a las clases medias contra
la “amenaza” de la migración, así han llegado al poder en los EEUU, Donald
Trump, en Italia, “La Liga”, mientras en Francia, Austria Alemania, Hungría,
Polonia, Grecia y España empiezan a tomar fuerza las derechas extremas, atrás
han quedado los años en que era fácil identificar a la “ultra derecha”, hoy en
día incluso siguen los cánones de la moda y se hacen llamar “libertarios” o “alt
right”, los excesos de la izquierda los han hecho surgir, aunque ahora en
momentos éstos extremistas suelen converger en su desdén por la democracia y en
su fanatismo por el nacionalismo, como en Grecia, en dónde vemos a Syriza en
coalición con Amanecer Dorado, o en Francia, en dónde el Frente Nacional y
Francia Insumisa encuentran lugar común tras los llamados “chalecos amarillos”,
los extremos repudian el centro, ya que éste puede convivir de alguna manera
con la derecha o la izquierda, por ello, éstas posiciones moderadas empiezan a
crear grietas contra sus posiciones más extremas y surge el rompimiento, la
izquierda difícilmente podrá encontrar su momento hoy, por ello han ido perdiendo
su naturaleza internacionalista y han adquirido un retrógrada talante nacionalista,
en Europa, a través del “euroescepticismo”, que permite a Marine Le Pen estar
del lado de Jean Luc Mélenchon, o a Alexis Tsipras buscar ir en coalición con
Amanecer Dorado.
La “extrema derecha chic” ya no sólo busca exacerbar el
nacionalismo y combatir la migración, ahora también abraza la incorrección política,
las teorías de conspiración, la cultura “gamer”, la diversidad sexual e incluso
el discurso de la batalla entre las clases trabajadoras contra las élites, la
reacción contra la modernidad y la globalización empieza a convertirse en una
nebulosa que permite a la extrema derecha y a la extrema izquierda casi
difuminarse, como podría suceder en México con Morena, en dónde gran parte de
la fracción más conservadora del PAN emigró a Morena (además de que el PES de
ultra derecha hiciera coalición con éste último), en dónde una derecha e izquierda
conservadora han convergido en el nacionalismo, y en dónde no sólo se corre el
riesgo de un rompimiento interno y de una fuerte lucha de poderes que paralice
al país, también se corre el riesgo de una reacción violenta contra políticas
de migración ya anunciadas por el nuevo gobierno, el cual busca aceptar la
migración proveniente de Centroamérica, además de un incremento en el salario
mínimo, medidas que mal llevadas a cabo pudieran causar estragos en el mercado
laboral nacional, por un lado, amenazando a la mano de obra nacional, y por otro
eliminando fuentes de empleo, la receta perfecta para un revés nacionalista de
derecha extrema, como sucedió en los EEUU durante la presidencia de Obama, que desembocó
en el triunfo de Donald Trump.
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