Uruguay la Renovación del Frente

Uruguay la Renovación del Frente

Por: Erreh Svaia

Dispersión Caprina

Uruguay es llamada la “Suiza de Latinoamérica”, un pequeño país en el que sus habitantes gozan de un elevado nivel de vida desde hace un par de décadas, Uruguay ha sido gobernado los últimos 12 años por el partido conocido como Frente Amplio, caracterizado por una coalición de partidos de izquierda, aunque la izquierda uruguaya se ha conservado siempre de una manera más tolerante, moderada y pragmática que el resto de la izquierda en Latinoamérica, aunque el Frente Amplio gozó de una sana relación con los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, de Daniel Ortega en Nicaragua, de los Castro en Cuba, de Rafael Correa en Ecuador y de Evo Morales en Bolivia, la izquierda de Tabaré Vázquez y de José Mujica han creado una izquierda que aunque a paso muy lento, con crecimientos de entre 1.5% y 1.7% , han mantenido una saludable estabilidad en medio de posiciones extremas a lo largo del continente y auges y declives como les han sucedido a sus vecinos Brasil y Argentina, y precisamente, parte del trabajo económico de Tabaré y de Mújica, ha sido lograr una fortaleza macroeconómica, que poco a poco ha ido rompiendo con la correlación económica hacia éstos dos países, anteriormente, al igual que México con los EEUU, si a Brasil o a Argentina les iba mal, a Uruguay le iba pero, pero ha sido un tema destacable la seriedad que Tabaré y Mujica le han puesto al tema económico, a la moderación, a la responsabilidad fiscal y a su cuidado a las clases medias que corresponden la mayoría de la población en éste país.

Pero al igual que la media de su población, la de menores desigualdades en América Latina, los gobiernos de Uruguay comienzan a envejecer y una necesidad de renovación empieza a convertirse en casi un mandato dentro del Frente Amplio, con un Tabaré Vázquez y un Pepe Mujica que se han alternado el poder en los últimos 12 años, con ambos personajes alrededor de los 80 años, se antoja difícil que alguno de ellos busque seguir en el poder, cuestionable ha sido la llegada nuevamente de Tabaré luego de la presidencia de Mújica, uno podría pensar en la democracia comprometida por un Tabaré posiblemente usando a Pepe Mújica como Putin usó a su primer ministro o Lula a Dilma, con el fin de mantener el poder y después regresar a él, pero a diferencia de Putin o de Lula, Tabaré y Mujica han mantenido el escaso crecimiento de Uruguay de manera continua, lento, pero constante, características que parecieran empezar a convertirse en las principales características del gobierno de izquierda en éste país.

Un cambio generación se antoja inminente para el 2019 en Uruguay, una nueva propuesta a presidente por parte del Frente Amplio que ésta vez no incluya a Vázquez o a Mujica, un diminuto declive en la popularidad del partido y la posibilidad de un resurgimiento de la derecha en éste país, fruto de los cambios políticos en el continente y de la necesidad imperante de conseguir a un candidato pragmático que pueda establecer fuertes lazos con el principal socio comercial de Uruguay, el Brasil del ultra derechista Jair Bolsonaro, el futuro del Frente Amplio si desea mantener el poder, deberá buscar un candidato joven y pragmático, que a la vez pueda continuar con la naturaleza moderadamente progresista de su antecesores, pero que a la vez pueda entender los cambios sociales que se han venido con el envejecimiento de la población, la cada vez más pesada carga fiscal sobre la clase media y el descontento que comienza a generarse luego de las políticas de admisión de migrantes que han empezado a mover a parte de la población hacia ideas nacionalistas y de derecha, a pesar del cuestionable paso de mandos entre Tabaré y Mujica, la izquierda en Uruguay ha probado ser una formula exitosa de equilibrio y responsabilidad, de estabilidad, de moderado crecimiento, pero de verdadera preocupación por el país y por sus necesidades, el 2019 sin duda será una importante prueba para la viabilidad futura del proyecto de gobierno de izquierda de éste país, ejemplar y exitoso, que nos dejará con la incógnita sobre como habrá de reinventarse ante la polarización y radicalización de la región.