¿Es un Error estar con López Obrador?

¿Es un Error estar con López Obrador?

Por: Erreh Svaia

Dispersión Caprina

Un día, dijo el presidente López, "La UNAM tiene que hacer más con menos", y al día siguiente cambió de parecer, se retractó señalando que reducir el presupuesto de la  UNAM había sido "un error ", y si, si lo fue, uno de esos que cometes en la primaria porque no sabes, y estás aprendiendo (sin embargo no olvidemos cómo fue criticado Luis Videgaray cuando señaló que “llegaba a aprender”), pero esto no fue sólo un “error”, fue un error grande, reducir el presupuesto de la máxima casa de estudios en el país, no es algo que tomar a la ligera, y es preocupante, es señal de descuido o de inexperiencia, si se trata de un error con mala intención, comprometer el desarrollo y crecimiento de tu alma mater suena al ataque frontal que llevó acabo Viktor Orbán en Hungría, contra la Universidad en que estudió gracias a una beca financiada por las ONGs de George Soros, suena a la ingratitud de Benito Juárez emprendiendo contra los religiosos gracias a quienes tuvo educación para salir adelante, suena a que desapruebas la buena operación de la universidad mexicana con mayor reconocimiento a nivel mundial, suena a que el sueño de construir una educación adoctrinada de forma masiva es más importante que el de la educación superior que emancipe al ser humano, suena a que es más importante mantener a los jóvenes estudiantes bajo control que darles conocimiento y autonomía, suena a que en lugar de impulsar a la UNAM y a la llegada de Universidades extranjeras que pudieran elevar la calidad de la educación, se construirá una enorme red clientelar de estudiantes como ya a pasado con la UACM, financiada por el gobierno de López en la Ciudad de México, de dónde Enrique Dussel fue rector y de dónde poca mejora a nivel educativa se ha podido generar, excepto crecer la red de estudiantes que sólo encontraran oportunidades de empleo en la burocracia, mal pagada por cierto.

Un fuerte aplauso a López que rectificó en su error, un también fuerte llamado de atención por lo grave de su error, un aplauso a la sociedad civil que señaló el error que el equipo de López no vio de inicio, hay muchos más que se han cometido en tan joven administración, como la cancelación del Aeropuerto de Texcoco basado en una consulta popular en lugar de en un dictamen, la centralización del sector salud y de la educación como se hace en Cuba y Venezuela, destinar más recursos a la militarización del país y decretar un aumento del salario mínimo sin el sustento de un crecimiento en la productividad del país, reducir presupuesto al fondo de desastres naturales, considerando la vulnerabilidad del país ante huracanes y terremotos, y la reducción de presupuesto a las instituciones dedicadas a combatir la corrupción, hay que seguir pensando de manera crítica y alzando la voz para que el nuevo gobierno continúe reconociendo sus errores y rectificando la actual amenaza a las instituciones autónomas, a la división de poderes, a la reducción de apoyos a emprendedores, a la reducción de presupuesto para el sector agrícola, a la reducción de presupuesto para la cultura, al atentado contra la soberanía de los Estados, errores más errores menos que se han sucedido con rapidez en el novísimo e inexperto gobierno que parece pretender ejecutar una acrobacia para justificar sus pifias, “el gobierno que si reconoce sus errores”, lo aplaudo, siempre y cuando sean muchos, acuérdense como criticaron a los que “venían a aprender”, acuérdense que las oportunidades no se regalan, se ganan, y las ganan los más aptos o los más dedicados, de otra forma socavamos la meritocracia y exaltamos el clientelismo.  

Un aplauso a la generosidad de López de rectificar sus errores, ojalá rectifiquen también los demás que se están cometiendo y ojalá sus incondicionales sigan su ejemplo y también aprendan a ser igual de generosos para admitir sus errores, que nadie es infalible y que esto nos ayude a crecer como sociedad y como país, más críticos, más exigentes, más abiertos y más generosos al reconocer nuestros errores.