Hanne Hukkelberg-Featherbrain
Al escuchar Featherbrain de la noruega (una poderosa escena musical que cada vez cobra más relevancia en un amplio rango de géneros, desde el pop, el free jazz, el metal extremo y la electrónica) Hanne Hukkelberg, me vienen de inmediato a la mente los sonidos esqueléticos y minimales que Bjork usó en su ambiciosísimo y nada comercial Biophilia, aunque la comparación es válida sólo en los arreglos, y en el vanguardismo de sus composiciones, no así en la voz, la fragilidad de la voz de Hukkelberg aunque cercana en ocasiones, carece la potencia y el amplio rango de la islandesa, pero su capacidad de transmitir emociones, es equiparable, Featherbrain parecería hacer eco con los parcos arreglos, Hukkelberg alguna vez se dedicó a cantar para bandas de jazz y free jazz, lo cual, me hubiera bastante haber escuchado, y por azares del destino terminó al frente de una banda de doom metal local conocida como Funeral, en su disco In A Field Of Pestilent Grief, así que esta chica rubia, de ninguna manera es ajena a la intensidad, la pieza poco a poco crece en intensidad, los coros arremeten con fuerza, con una guitarra que aparece de la nada, robusta y contundente y acompaña la voz de la Hukkelberg en esta suerte de folk cósmico bastante bizarro, que pareciera haberse grabado en una cocina con un desfile de utensilios usados como percusiones.
Noah es una pieza sumamente emotiva, inicia con la voz desnuda de Hanne y una guitarra que suena fantasmal y titubeante en ocasiones, la intensidad de la pieza poco a poco comienza a subir de grado, la sangre de las venas comienza a circular a gran velocidad, Noah es una pieza con un coro poderoso, y una Hanne que hace uso de todos sus recursos posibles, doblándose ella misma en la voz, y alcanzando un clímax casi de ensueño, que nos eriza la piel de solo pensar en lo que sucedería si Bjork y Hukkelberg estuvieran juntas en una grabación.
I Sing You posee una singular violencia intrínseca, mientras Hanne entona las palabras, instrumentos de cuerda “serruchan” ásperamente a su lado, dándole a la pieza, un grado poderosos de tensión, y un contenido pesado, denso hasta cierto punto, como de atmósfera de película de terror, por si fuera poco esas percusiones casi tribales añaden con más fuerza, esa sensación de un peligro inminente, el black metal es maligno? A mi me dejan más intranquilo Hukkelberg y sus composiciones.
The Bigger Me es una curiosa pieza, con percusiones incidentales e inusuales, que la verdad poco hace por mí, pero en la cual es importante resaltar la inclinación de Hanne por sonidos poco comunes, pero si hay que destacar My Devisl, una pieza que abre con una sólida percusión, que me recuerda definitivamente los mejores momentos del Hounds Of Love de Kate Bush, nuevamente Hukkelberg doblando las voces, consiguiendo interesantes y complejos resultados, que la ponen muy cercana en verdad a las que nos trajo Karin Dreijer Andersson de los The Knife y Fever Ray, con el mismo efecto místico que nuevamente nos ponen todos los sentidos en alerta.
Too Good To Be Good arranca con un curioso sample de percusión, una celesta que brinda un interesante contraste, dándonos una muy extraña pieza de naturaleza (irónicamente) robótica.
The Time And I And What We Make inicia de manera épica, no muy lejanas a esas impactantes tradiciones nórdicas, con sus respectivas notas disonantes y lo que pareciera ser el momento más cercano de Featherbrain a un pop accesible, sin sacrificar lo vanguardista, una pieza que sin duda Bjork mataría por interpretar en cualquiera de sus discos, o que se beneficiaría bastante por la participación en ella de una banda de metal extremo, free jazz? Para nada, pero si una extraña manera de acomodar los arreglos en comunión con ese libre genero, con un You Gonna siguiendo la misma línea, esta vez con una Hukkelberg en actitud bastante imponente, su voz a cambiado de la fragilidad de las primeras piezas y se ha vuelto poderosa, y un acompañamiento que no sonaría nada extraño en un disco del buen Tom Waits.
Hanne Hukkelberg nos trae un curioso disco que llama poderosamente mi atención por su distribución, con piezas bastante minimalistas y etéreas de inicio y que van adquiriendo una fuerza descomunal e intensidad con cada tema, adicional a esto es todo un viaje a través de una visión sónica muy peculiar, una artista con capacidad de llevarnos a su propio mundo, trayéndonos sonidos como de otra dimensión, en un disco semi conceptual disfrutable de principio a fin.
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