The Mars Volta-Noctourniquet
Esto es el punk del futuro? Si es así, bienvenido, aunque como ya saben, punk es sólo una parte del sonido, o de la masa de sonido que suelen traernos los Mars Volta, pareciera de alguna manera que luego de llegar muy lejos, muchos grupos y la escena en general regresara a sus raíces, y es que con discos de Napalm Death y Cannibal Corpse recientemente editados o en puerta, los grandes gigantes de la brutalidad parecieran estar a punto de reventar las puertas otra vez, muerte a la música desechable, muerte a todo aquello que nos quieren vender por la fuerza.
Con movimientos como el dubstep, electronica y almbient, tomando cada vez más fuerte pareciera que este Noctourniquet fuera el primer acercamiento fuerte de los Mars Volta (por lo menos como LOS Mars Volta), ya que anteriormente por separado han coqueteado con estos sonidos, así es como el disco abre con The Whip Hand y sonidos que parecieran haber salido del recientemente comentado disco de Keith Fullerton Whitman, que podemos esperar siempre de los Mars Volta? Una batería prominente, titánica, como si el Tony Allen, ex baterista de Fela Kuti, y creador de ritmos monstruosos y omnipresentes se les uniera a los Mars Volta, ritmos que no sólo dan una base, sino que en ocasiones parecieran querer ponerse al frente y destruirlo todo, agréguenle a eso el nuevo ataque estelar de poderosos y distorsionados sintetizadores que da un cuerpo a los temas con bastante músculo y agilidad, que el ya conocido ataque sónico de este ataque, las vocales de Cedric Bixler cada vez más épicas, con una interesantísima mezcla de Robert Plant, Ian Makaye, Devendra Banhart y Perry Farrell, que es por demás un gusto escucharla.
Prog rock? Si claro, eso no se niega, pero con suficiente turbulencia para mantener las cosas interesantes en todo momento, Aegis con su aparente quietud en la superficie y el torbellino de baterías en el fondo, guiños a Genesis, a Yes, a Van der Graaf Generator y obviamente a Pink Floyd en todo momento, acechando y amenazando de convertir como siempre cualquiera de sus discos en un saturado disco progresivo, pero que la banda sabe sacar adelante equilibrando con suficiente pasión y furia, Punk Floyd? Si claro, como suelo decirlo, un delicado y a la vez brutal equilibrio/colisión de ideas progresivas y furia de rufián violento.
Y es que con los Mars Volta siempre somos llevados al “país de las maravillas”, con las historias bizarras de Bixler, extraídas esta vez de la mitología griega y los comics, que a fin de cuenta no son lo mismo? Ya saben historias de seres con súper poderes luchando por el bien y el mal, Dyslexicon es brutal, con sus tratamientos electrónicos en todo momento, creando una pared poderosa de sonido y la batería de Deantoni Parks quien definitivamente toma un papel tan estelar como el de Bixler Zavala o el de Omar Rodríguez López, y ni que decir de las cada vez más notorias intervenciones de Marcel, hermano de Omar, quien también juega un papel estelar con sus agregados electrónicos, por cierto Omar tomando por primera vez un papel protagonista en todo el disco, brillante como siempre tras la guitarra (y esta vez sin ser apoyado por el brillante John Frusciante, que esperemos y este muy ocupado creando nueva música en lugar de metiéndose toda una farmacia en las venas), Empty Vessels Make The Loudest Sound, es una pieza tranquila, de naturaleza etérea, en plan de folk cósmico y Bixler nos trae su mejor imitación de un Devendra Banhart en gran forma, y con ganas de atreverse a algo más que no sea imitar a Caetano Veloso o a Marc Bolan, pero la calma es rápidamente rota por Rodríguez López, quien mete de inmediato poderosas y generosas “nubes” de ruido, para desparecer y dejarnos sólo pequeñas gotas de sonido armonioso (muy en plan Robert Fripp, por cierto)
The Malkin Jewel inicia en plan Captain Beefheart, con su indecisa secuencia y después Bixler agregándole generosas dosis de drama, como solían hacer los viejos vocalistas de la escuela de los 70s, para convertir esta pieza, la punta de lanza del disco, en una especie de blues-cósmico-épico de alto octanaje.
En resumen tenemos un disco con todo el peso de los Mars Volta, con piezas que resultan más elaboradas e inspiradas que el intenso Octahedron, dónde las guitarras dejan de tener un papel protagonista y la voz, a través de varios efectos, de Bixler se vuelve predominante, así como el intenso trabajo en percusiones de Parks, quien de alguna manera logra introducir tormentosos sonidos de batería y a la vez mantener la congruencia del disco, el disco electrónico de los Mars Volta? Si, pero los sonidos orgánicos jamás se van del todo, si me pidieran un punto de comparación, yo diría que los Mars Volta han estado escuchando mucha de la reciente electrónica inglesa, así como a los viejos Van der Graaf Generator y a Genesis, una interesantísima mezcla de terrorismo sonoro, técnica y drama.
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