Graveland-Thunderbolt Of The Gods (2013)
Graveland-Thunderbolt Of The Gods (2013)
Graveland es por mucho una de las bandas
más reconocidas en el la escena de música extrema en Polonia, producto de un
sólo hombre, muy al estilo de Burzum o de Xasthur, Graveland es el resultado
del oscuro y bestial trabajo de Rob Darken, polaco que debió crecer sin
escuchar mucho al “príncipe polaco”, Bobby Vinton, que cantaba aquel Blue
Velvet que tanto le fascinó a David Lynch (tanto que nombre a una de sus
mejores películas con ese titulo), pero que si debió escuchar mucho a bandas
como Bathory, Mercyful Fate o Hellhammer.
Darken ha sido acusado, como lo ha sido
Vikerness (quien acaba de ser arrestado en Francia, supuestamente por planear
una masacre), de tener ideas de extrema derecha, de racista y de tener vínculos
con el movimiento neonazi, lo cual resulta absurdo, en una Polonia que siempre
se ha distinguido por su apertura y amabilidad hacia otras razas y culturas, no
por nada que se convirtiera en uno de los blancos iniciales del odio nazi,
Darken podrá tener muy altamente valorada su ideología pagana, al igual que
Vikerness o que Julian Cope, y podrán culpar a la cristiandad por todas las
desgracias de Europa, pero no olvidemos que fue el “sagrado imperio romano”,
casualmente, europeos, quienes introdujeron, robaron y adaptaron el concepto
del cristianismo en Europa, los que cambiaron su dios principal por Cristo y
sus dioses anexos por santos, luego de robárselos a los cristianos primitivos,
así que señor Darken, culpe a los europeos mismos de esto, no a la verdadera
cristiandad primitiva.
Pero dejemos a un lado las ideologías
políticas sociales y religiosas que a veces solo nos meten en problemas y
concentrémonos en algo que realmente nos da valor y nos une, la música, y es
que Darken nos ha traído este Thunderbolts Of The Gods firmado por su proyecto,
los ya mencionados Graveland, y miren que es un disco hecho con toda la mano,
poderoso y evocador y en la gran tradición musical “wagneriana”, MASIVO, lo
cual queda dado por hecho en el tema que da nombre al disco, en el cual las
baterías, como en el resto de la grabación brillan por sus inventivos arreglos,
tan alejados de los clichés del black
metal, ¿Mencioné que los Graveland son black
metal? Podrían serlo, pero la música no se limita al genero, como otros
grandes, los Graveland, sólo se inspiran en él, y para el miope, las vocales
serán una señal inequívoca de que este es un disco de black metal, pero para los que nos gusta ver a detalle,
encontraremos las complejas baterías, las guitarras que rugen primitivas, sin
caer en lo amorfo del BM tradicional, aunque tampoco se decantan por lo
altamente técnico, Red Polaris posee guitarras melódicas, coros y
sintetizadores que añaden profundidad a la grabación y que definitivamente nos
brindan un respiro y una dimensionalidad adicional que se agradece en todo
momento y que definitivamente hacen de este documento a cargo de Darken algo
completamente diferente alejado de lo genérico que podría ser el genero de
metal negro.
Wagner se manifiesta en repetidas ocasiones
a lo largo de este Thunderbolt Of The Gods ¿Y como no? La inspiración es obvia
en los arreglos corales y de teclados en Possessed by Steele, es curioso e
irónico que Wagner haya inspirado a Hitler a invadir Polonia y que ahora
inspire la música de un polaco libre, pero en fin así es el mundo, y el mérito
musical como siempre se lo hemos dado a Wagner a pesar de sus ideas, no se le
niega a Darken y vaya que lo pone en evidencia durante cada uno de los temas,
que dentro de la primitiva grabación, muestra una sofisticación que un buen
productor podría llevar a otro nivel, pero que Darken sabe mantener en las
cloacas, manteniéndose fiel a sus ideales sonoros de baja fidelidad.
Thunderbolt Of The Gods muestra progreso,
muestra crecimiento, aunque algunas veces estas palabras pueden interpretarse
como señales de decadencia musical, aquí no es el caso, la influencia del viking metal y de la música gótica se
hacen presentes y enriquecen un tema como Chamber Of The Wicked Tears que
definitivamente suena arrebatador y poderoso de principio a fin, con unos
Graveland alcanzando un nivel de expresividad prodigiosamente épico, efecto
replicado de manera similar en Wolf Of The North, que al iniciar por segundos
pareciera evocar una de esas baladas, precisamente de la que cantaba Bobby
Vinton, pero que nuevamente es enaltecida por la brillante incursión de los
épicos coros.
Darken y sus Graveland podrán ser muchas
cosas terribles ideológicamente, pero poniendo siempre la música por delante,
con este Thunderbolt of The Gods nos dan un gran regalo musical, relevante de
principio a fin, uno de los grandes discos de música extrema de la segunda
mitad del año, que se muestra altamente original, ambicioso y prodigiosamente
elaborado.
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