Van Halen, I, 1978, (Una Reseña)

 


Van Halen, I, 1978, (Una Reseña)

Por: Rock N Roll Animal

El sonido de una locomotora y las primeras notas de un bajo anunciaban la llegada de los 80s y el fin del aletargado heavy metal de los 70s (y eso que apenas era 1978), si en el Reino Unido habíamos visto el despertar de una nueva ola de heavy metal inglés y del punk rock, en América, la bandera del heavy metal y el hard rock la alzaba Van Halen, la banda de los hermanos Eddie y Alex Van Halen, y David Lee Roth, el singular vocalista de la banda; Runnin' With the Devil sería el primer tema del disco, en el que ya se ponía en evidencia el estilo singular de la banda, que de inmediato se deslindaba de sucesores como Led Zeppelin, Black Sabbath y Deep Purple, inaugurando toda una nueva era musical, los poderosos riffs de la guitarra de Eddie Van Halen y la estruendosa batería de su hermano Alex sonaban omnipresentes, al tiempo que David Lee Roth marcaba una nueva senda para los vocalistas de la nueva década, Van Halen sonaba un poco al heavy metal y al hard rock más estridente y nuevo a la vez, a pesar de contar con obvias raíces en la innovadora música que un par de años antes develaba el guitarrista Ronnie Montrose con su banda, en que se hallaba Sammy Hagar (futuro vocalista, no por casualidad de Van Halen, y reemplazo de Lee Roth, y de quienes los Van Halen serían teloneros en sus primeros shows).

El uno-dos definitivo del disco de debut de la banda lo daría un tema instrumental llamado Eruption, en el cual Eddie dejaría claro la clase de guitarra que era, un nuevo héroe para toda una nueva generación de guitarristas que surgirían a partir del legendario tema, en el que Eddie mezclaba de forma virtuosa las influencias de personajes extraordinarios y dispares como Eric Clapton, Jimi Hendrix, Jeff Beck, el ya mencionado Montrose, Steve Hackett de los Genesis y los músicos de fusión Allan Holdsworth y John MacLaughlin (de la Mahavishnu Orchestra), sin perder la intensidad y el enfoque, al continuar con la espectacular reinvención del You Really Got Me de los Kinks, lo que le valdría a la banda su primer gran tema popular, rivalizando en relevancia casi con la impresionante versión original, toda una revolución en el mundo de la guitarra eléctrica, que ahora Eddie tomaba, literalmente en sus manos.

La siniestra amenaza de Ain´t Talkin' Bout Love contaría con la furia suficiente para competirle al más rabioso punk rock, que empezaba a escucharse en esa época precisamente en la California, hogar de los Van Halen, con la abrasiva guitarra de Eddie, el colosal bajo de Michael Anthony y la despiadada batería de Alex, que permitiría el total lucimiento del inusualmente extrovertido Lee Roth, quien conseguiría canalizar por un lado el apasionado estilo de un Robert Plant, mezclándolo con el estilo brutal y estridente de un Jim “Dandy” Mangrum, de los Black Oak Arkansas (todo un extraterrestre en las vocales), convirtiéndose en el arquetipo del vocalista del heavy metal y hard rock de los 80s, con gritos de “banshee”, lanzados a diestra y siniestra en piezas como I´m The One, al tiempo que la sección rítmica declaraba su propia revolución sonora, monótona, pero contundente, que permitiría a Eddie brillar al máximo con la introducción de nuevas técnicas como el llamado "tapping" a dos manos.

Sería como algo parecido a esa escena de Back to the Future en la que Michael J. Fox irrumpía en un baile, para adelantarnos un poco del sonido que Chuck Berry estrenaría unos años más delante, así, aún en los 70s, Eddie y David Lee, nos mostraban a qué sonaría el rock en los 80s y parte de los 90s, con temas como Jamie´s Crying, que parecían venir de otro planeta y volver obsoleto a todo lo que habíamos escuchado anteriormente, y si el punk rock empezaba a asomar su furiosa cara en aquellos años, la banda no tenía problema en enviarle un saludo con su tema, Atomic Punk, en el que la banda se unía al punk rock y a la new wave of British heavy metal (con bandas como Iron Maiden y los Def Leppard) para despedir a los dinosaurios de los 70s.

En lo personal, hablando de la banda y su legado musical, me quedo con el Van Halen I y el Van Halen II, con este segundo, sin demeritarlo en lo absoluto, sonando a un apéndice del primer álbum, encajando la sensibilidad por que la banda empezaba a mostrar ya en temas más accesibles como Feel Your Love Tonight, o Little Dreamer, que ya mostraba la dirección que seguiría la banda rumbo al estrellato ya en los 80s, y más orientados al mundo del pop, aunque la banda cerraría duro el disco con On Fire, guiño al incendiario heavy metal de los Deep Purple y que dejaría muy claro que la banda sabía hacer rock rudo, fresco e intenso, como pocos, en uno de esos discos legendarios que suelen cambiar totalmente las reglas del juego.

 

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