La Última Cacería de Aaron Taylor Johnson
Tony Vinciquerra, CEO de Sony Pictures, está en lo correcto: "Kraven: El Cazador" no es una mala película. Cuenta con buenos actores, actuaciones decentes, bastantes escenas de acción y una trama interesante hasta cierto punto. Aquí la cuestión sería saber si el público que va a ver estas películas realmente quiere ver eso. ¿La mayoría del público va a ver una película de acción de un personaje que no conoce o nunca antes ha escuchado hablar de él? ¿La mayoría del público son conocedores profundos del mundo del cómic? Dudo mucho que la primera pregunta pueda ser respondida de forma positiva. Los fans de las películas de acción van a ver las películas de "Rápidos y Furiosos", James Bond o "Misión Imposible"; son hasta cierto punto conservadores y no se arriesgan con una película de la que no tienen gran información sobre el personaje.
La segunda pregunta es aún más compleja. Si la respuesta es positiva, me queda muy claro por qué Kraven ha sido un rotundo fracaso, quizá el más grande de Sony Pictures, en la taquilla. Kraven es una buena cinta de acción, aunque tiene algunos pecados menores; sin embargo, casi lo único que tiene de relación con el clásico personaje, enemigo de Spider-Man, es el nombre. Incluso, pecado mayor, en la cinta Kraven cae en la dudosa categoría de "antihéroe", es decir, los creadores de la cinta o no respetaron la esencia del personaje, o no la conocían o simplemente no les importó, y eso es algo que Vinciquerra tendría que lograr entender, pero pienso que no lo hará.
Hay que destacar las actuaciones de Russell Crowe, quien por sí solo es capaz de llevar todo el peso de una cinta y de volver un guion mediano en algo sumamente entretenido. Por otro lado, me sorprendió la actuación de Aaron Taylor-Johnson, quien sin duda ya no es el adolescente lastimoso que interpretó en la enorme "Kick-Ass", junto a la siempre interesante Chloë Moretz y al delirante Nicolas Cage. Ahora Taylor-Johnson incluso está siendo considerado para interpretar a James Bond, eso es bueno, y eso es parte del problema de la cinta: Kraven no es James Bond. Tengo claro que los villanos de Spider-Man por lo general son interpretados por grandes actores: Willem Dafoe, Alfred Molina, Michael Keaton, Paul Giamatti, Jamie Foxx. Grandes actores como grandes villanos es una tradición en Spider-Man más que en cualquier otra franquicia en el cine. Pero Taylor-Johnson no cae en esa categoría.
Escuché que en algún momento, Adam Driver estuvo considerado para interpretar a Kraven. Eso hubiera sido increíble. Driver sin duda hubiera conseguido conjugar la intensidad, complejidad y locura del personaje, que bajo otro contexto sería digno de habitar Arkham. Sin embargo, algún ambicioso ejecutivo de Sony tuvo la idea de hacer cintas no solicitadas con algunos villanos, una estrategia muy del mundo del cómic, pero que no se ha traducido bien al mundo del cine. ¿Venom? Rescatable. ¿Morbius? Terrible. ¿Madame Web? Olvidémosla. ¿Kraven, un antihéroe que caza a otros más malvados que él? ¡Por Dios! ¿Quién tuvo esa nefasta idea? ¿Calypso una abogada? ¿El Camaleón como cantante imitando la voz de Chris Martin, Tony Bennett y Ozzy Osbourne? Nefasto. Por otro lado, debo señalar que retomar al Rhino, otro villano clásico de Spider-Man, y regresarlo un poco a su esencia de gángster ruso, parte de un experimento para endurecer su piel, es interesante. Mejor que hubieran usado a Giamatti para ese tratamiento en lugar de ponerlo en una máquina hecha con chatarra soviética. ¿Miles Warren, el Chacal, responsable de la transformación del Rhino? Señores de Sony, ¡no conocen los cómics en absoluto!
Kraven es una buena película de acción. No es una película sobre el personaje del cómic, solo toma algunas vagas ideas. Si Sony hubiera querido hacer una buena película de Kraven, debió tomar "Kraven's Last Hunt", aunque esa idea ya fue llevada por el listillo de Quentin Tarantino en "Kill Bill Vol. 2", cuando Bud deja inconsciente a The Bride, interpretada por Uma Thurman, y la sepulta dos metros bajo tierra. ¿Hubieran hecho una segunda cinta con Aaron Taylor-Johnson y lo hubieran hecho que se suicidara como en el desenlace de "Kraven's Last Hunt"? Eso hubiera sido muy interesante, pero dudo que los ejecutivos de Sony hubieran querido poner punto final a un posible éxito de pantalla. ¿El resultado? Una buena cinta de acción, que por azares del destino lleva el nombre de Kraven, pasará a la historia como una de las peores cintas del cine de superhéroes.
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