Samhain: El Enigma Oscuro del Rock N' Roll
El punto de inflexión para Samhain llegó cuando el aclamado productor Rick Rubin, en su búsqueda obsesiva de la banda "perfecta de rock n' roll", los descubrió. Rubin ansiaba una banda que combinara elementos de The Doors, AC/DC y Led Zeppelin, pero con una esencia única que capturara la cruda intensidad del rock más estridente. Aunque el sonido de Samhain no encajó del todo con su visión, la presencia magnética de Glenn Danzig lo cautivó inmediatamente. Rubin, después de años en la escena punk y descubriendo joyas como Run-D.M.C., intuyó que Glenn era el vocalista que había estado buscando.
En los años 80, Samhain era la antítesis del rock convencional. Recuerdo pasar interminables horas explorando los estantes de discos. De niño, me dejaban en la sección de música de las tiendas mientras mis padres compraban ropa. De adolescente, esos estantes eran mi portal a un universo sonoro desconocido, guiado por instinto, tomando discos sin saber qué encontraría. Esas exploraciones fueron fascinantes, aunque todo cambió con el tiempo. Mi esposa no compartía mi paciencia, y con la desaparición gradual del formato físico, esas travesías también quedaron atrás.
Las portadas de Samhain eran hipnotizantes, como puertas a mundos oscuros. ¿Qué eran realmente? ¿Punk? ¿Góticos? ¿Thrash? ¿Death Rock? En los 80, Glenn Danzig buscaba algo más allá del tono "cómico" de los Misfits. Influenciado por bandas como Celtic Frost, Bauhaus, y Venom, forjó un estilo que sumergía al oyente en la inquietante profundidad de lo desconocido. Pero esta visión no era compartida por todos, especialmente por Jerry Only de los Misfits.
Cliff Burton, bajista de Metallica, sugirió a Rubin que escuchara a Samhain. La banda, con un sonido más oscuro que los Misfits, capturó instantáneamente su atención. Glenn, ya una figura prominente en el underground punk estadounidense, parecía destinado al éxito masivo con Samhain. En esa época, se unió a Eerie Von, un roadie de los Misfits que tocaba el bajo y tomaba fotos, y pronto se sumaron Steve Zing (batería), Lyle Preslar (guitarra), luego London May y Damien.
Los discos de Samhain, difíciles de encasillar, tenían una estética aterradora, perfecta para la era del "pánico satánico" de los 80. Su música, más pesada y menos punk, reflejaba el cambio radical que Danzig quería implementar. Con letras macabras y una atmósfera oscura, Samhain fusionó rock gótico y heavy metal extremo. Glenn había aprendido de bandas como Celtic Frost y Bauhaus, y su misión era clara: Samhain debía arrastrar a los oyentes a las profundidades de sus influencias.
Con tres discos—Initium, November Coming Fire y Final Descent—y el EP Unholy Passion, Samhain dejó una marca indeleble. Estos trabajos documentaban la energía y la ambición de la banda, pero también sus tensiones internas. Aunque Rubin asumió el rol de productor, las relaciones dentro del grupo se complicaron. La naturaleza conflictiva de Glenn casi desintegra la banda. Samhain pasó por varias transformaciones, renombrándose a Samhain Grim, y finalmente, asesorado por Rubin, Glenn decidió disolver el grupo.
De esta disolución surgió Danzig, el vehículo musical que permitió a Glenn explorar su fascinación por el blues y el sonido de Black Sabbath. La transición no fue fácil, pero consolidó la carrera de Glenn y lo convirtió en una figura icónica del rock. Samhain, aunque breve, dejó una huella imborrable. Fue la catarsis de Danzig, un proyecto nacido de la oscuridad que dio paso a un nuevo capítulo musical.
El impacto de Samhain no reside en la fama que nunca alcanzó, sino en la semilla que plantó. Esa banda, oscura y desafiante, fue la chispa que encendió la carrera de un hombre cuya influencia trascendería generaciones. Más que una banda, Samhain fue una fase de transformación. Un momento en el que Glenn Danzig, decidido a apartarse de la sombra de los Misfits, abrazó una oscuridad más profunda, dando forma a su propio universo musical.
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