Julian Cope, Self Civil War, 2020, Una Reseña




Julian Cope, Self Civil War, 2020, Una Reseña

Por: Erreh Svaia

CRANEOSCOPIO

Luego de leer el libro All the Madmen, hace un par de semanas, me pongo a pensar si Julian Cope ¿Será el último gran excéntrico que le queda al Reino Unido? Después de todo, Cope no parece muy fuera de línea si hablamos de personajes como Syd Barrett, David Bowie, Ray Davies o Pete Townshend, indudablemente británicos y alucinantes en sus visiones musicales, si analizamos la propuesta musical de Cope, nos encontraremos rock a la Faust, estridentes guitarras eléctricas, ritmos tribales y la ejecución de Cope, cercana a personajes como David Bowie (u otros que influyeron en Bowie, no ingleses, como Iggy Pop o Scott Walker), así es como encontramos éste disco con el genial título de Self Civil War, en el que Cope nos recuerda que cuando pone total enfoque en su música, no podemos dejar de considerarlo uno de los grandes de la música contemporánea, repleto de ideas que se salen totalmente de lo cotidiano.

De entrada That Ain´t no Way To Make A Million, inicia con algo que pareciera salido de los ejercicios “funkies” de los Talking Heads (inspiradas en los Parliament Funkadelic y algo de los Sly and The Family Stone), muy basado en un bajo lento y baterías casi mecánicas, aunque con guitarras verdaderamente acidas, en un ejercicio de entrada interesante para un Cope que parece repleto de recursos como “historiador musical” por excelencia, sonando como una versión indiscutiblemente británica del Iggy Pop que muchos quisiéramos escuchar hoy en día, en medio de guitarras que parecerían salidas del disco Revolver de los Beatles, cuando Paul McCartney pretendía imitar a Jeff Beck con los Yardbirds, todo esto, rodeados de sintetizadores sonando realmente siniestros y amenazantes, ¡Vaya manera de iniciar un disco!

Las guitarras que aparecen en A Cosmic Fash suenan realmente corrosivas, quizá trayendo a la mente el trabajo de Keith Levene con los Public Image Ltd, sin duda un referente a la parte post punk que aún habita parte del alma de Cope, con un trabajo de bajo y batería que no estaría muy lejano de los trabajos de los Faust, o de los PIL también, aunque cuando Cope comienza a cantar, parecería que nos transportamos a un período más prototípico del punk rock, con Cope en medio de estridentes guitarras a lo Fun House de los Stooges, debo confesar que You Will Be Mist, con su mística celta no me emociona en lo absoluto, pero hay que reconocer que Cope consigue empatizar de alguna forma gracias a la pasión que imprime al tema, con guitarras acústicas y acompañamiento de piano, que en algún momento toca algunos lugares sonoros que parecieran traer a la vida una vez más a los legendarios Love del enorme Arthur Lee.

Berlin Facelift, con su bajo melódico pareciera de inicio un tema extraído de la mente de los brutales The Stranglers, aunque la línea vocal que Cope maneja suena como algo totalmente original, como algo salido de un tema del gran Mark E. Smith y sus tremendos The Fall, aunque Cope en ningún momento pareciera querer imitar a Smith, aunque si transmitirnos un peculiar fraseo y la urgencia de la música extraída directamente de la música garage y el rock duro de los 60s, mientras que para Immortal, Cope se embarca en una pieza de una peculiar sensibilidad, y una belleza particular en sus arreglos, algo así como lo más cursi que podríamos escuchar cantar a Iggy Pop, para después llegara Einstein que hace inmediata referencia a los primeros discos del genial Brian Eno, repleta de interminables texturas sonoras y juego minimalista de palabras.

Billy tiene una sección rítmica inspira en el krautrock tocando el garage rock de los 60s, en algo que seguramente Ray Davies y sus Kinks estarían contentos de interpretar, mientras que para Your Facebook, My Laptop, Cope aborda una temática bastante actual, graciosa y paranoide a la vez, repleta de ritmos bizarros y guitarras altamente disonantes en otro de esos temas peculiares que nadie excepto Cope podría crear, o que decir de Requiem for a Dead Horse, que seguramente Morrissey mataría por hacer un tema así, con todo y el espectacular título, aunque ni en sus sueños podría superar a Cope, para finalmente cerrar el disco con la maravillosa A Victory Dance, con sus penetrantes guitarras y electrizantes arreglos, para poner fin a un disco increíble, extraño, excéntrico y de esos que ya rara vez se hacen, con un Cope apuntando a todos sus ídolos, aprovechando todas sus influencias por más disparatadas que éstas pudieran ser, Cope de ésta forma no entrega una joya moderna, vibrante y sobre todo, fascinante, que suena como lo mejor que se ha hecho éste año al día de hoy.   

     

Comments

Popular Posts