Le Apostaron Todo a PEMEX
Le Apostaron Todo a PEMEX
Por: Erreh Svaia
CRANEOSCOPIO
346 mil millones de pesos es lo que perdió “la palanca para
el desarrollo” del gobierno de México, PEMEX en el 2019, una cifra que llega a
lo escandaloso (mucho más de lo que se destina a rubros como la educación, la
salud o la investigación y desarrollo), casi 3 puntos del PIB, pero más
escandaloso resultará seguramente la reacción del presidente López, quien a
pesar de las cifras adversas dirá que él “tiene otros datos” y que “vamos muy
bien”, para después continuar con su terquedad y continuar invirtiendo en ésta
empresa del gobierno con fecha de caducidad y que ya ha demostrado de sobra ser
“un pozo sin fondo” cuando se refiere a los recursos que se le han invertido y
que harían más falta en el sector salud
o en el sector de seguridad, así, el gobierno de México sigue apostando en un
pasado que ya fue, y que seguramente seguirá dando muestras de que jamás
volverá, luego de que petroleras estatales en países como Venezuela y Brasil han
sucumbido a un giro global que sigue dejando atrás al petróleo y empieza a
apostar fuerte en otros rubros y en otras formas de desarrollar energía, si la
administración anterior dejó fuera a las energías renovables durante la llamada
“reforma energética”, ésta nueva administración no solo no las contempla, sino
que incluso, buscar favorecer a combustibles como el carbón y el petróleo para
apuntalar su estrategia de generación de energía, además de dejar por completo
fuera a la inversión extranjera, con el fin de volver a PEMEX un monopolio energético
junto a la Comisión Federal de Electricidad, lo cual simplemente no da señales
de terminar bien en algún momento.
Por si fuera poco, el gobierno de México, además de carecer
de habilidades para identificar tendencias o para operar empresas estatales, también
carece de lo que pudiéramos llamar suerte, ya que la pandemia en desarrollo del
Covid-19 se ha encargado de hundir los precios del petróleo, luego de que China
tuviera que poner freno a sus actividades por casi dos meses, paralizándose y
de ésta forma reduciendo drásticamente el consumo de los hidrocarburos, lo cual
se traducirá en menos ganancias todavía para PEMEX y por consecuencia para el
gobierno, lo que terminará volviendo obsoleta a la refinería de Dos Bocas, y
seguramente pondrá en una situación muy frágil proyectos como el Aeropuerto de
Santa Lucía, el llamado tren Maya y posiblemente los programas sociales que el presidente
López contemplo para fortalecer su red clientelar y buscar conservar el poder
más allá del fin de su sexenio, por si todo esto fuera poco, el precio de la
gasolina en México no ha bajado acorde a los precios del mercado global, esto,
debido a que el gobierno a decidido no ajustar los precios con el fin de
obtener recursos que tan desesperadamente necesita, convirtiéndose precisamente
en lo que muchas veces criticó cuando se hallaba en la oposición.
Si tratamos de hacer a un lado el tema económico tan
lamentable de PEMEX, nos queda el lado ambiental, en el cual el presidente López
ha ignorado por completo la situación, y ha optado por apostarle al petróleo y
al carbón, dos materiales altamente contaminantes que seguramente nos pasarán
la factura y nos colocarán en una situación similar a la de la Unión Soviética
en los 80s, como un país de tecnologías obsoletas, altamente emisor de gases
letales para el medio ambiente, cuyo crecimiento futuro, si es que se da, generará
un daño al medio ambiente similar al que China incurrió para hacer despegar su
economía en los 90s, de ese tamaño es la ignorancia del gobierno del presidente
López, un presidente que no ha sabido moverse con los tiempos en su visión del
país, que continua pensando que nos hayamos en los 70s y que la situación del país se resolverá con formulas del pasado,
que de hecho, no funcionaron ni en el pasado.
Pensar que los ahorros prometidos por el hoy presidente del
país, cuando era candidato, gracias al “combate a la corrupción” no se han
dado, y que la pérdida generada con PEMEX se ha vuelto un agujero negro
descomunal, vale la pena reclamar a la actual administración, ¿Por qué estamos
dejando de abastecer medicinas al sector salud? ¿Por qué se cancelan
tratamientos para padecimientos crónicos a niños y mujeres? ¿Por qué se
cancelaron seguros de protección contra desastres naturales? Todo por la
terquedad y una obsesión enferma de “hacer historia”, una visión sin futuro que
ha convertido el “bienestar” en una mentira de naturaleza criminal.
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