Uncut Gems, Josh y Benny Safdie, 2019



Uncut Gems, Josh y Benny Safdie, 2019

Por: Erreh Svaia

CRANEOSCOPIO

Adam Sandler es uno de esos actores únicos, capaz de hacer películas bastante nefastas, películas memorables y películas impresionantes, de éstas últimas, quizá es de las que menos ha hecho el actor de 53 años, pero cuando Sandler asume el rol de actor dramático como en Punch-Drunk Love, con la fabulosa Emily Watson, o en la más reciente, Uncut Gems, queda claro que Sandler no le pide nada a nadie en cuanto a capacidad actoral, su papel como Howard Ratner, dueño de una tienda de diamantes en Nueva York y ludópata adicto a las apuestas peligrosas, en la más reciente cinta de los hermanos Safdie, es la mejor actuación de Sandler, quien en un momento a otro podría convertirse en el próximo Tom Hanks, un personaje salido de comedias bobas, que se ha “curtido” en algunas comedias románticas, y cuya capacidad histriónica ha crecido lo suficiente para convertirlo en un actor con serias aspiraciones a ganar un Oscar como mejor actor.


Uncut Gems es una historia compleja, difícil de encasillar o de describir con facilidad, dotada por parte de sus autores de una intensidad espectacular, parte novela negra de crimen, parte comedia de humor negro, parte thriller psicológico que lo mantiene a uno al filo del asiento y una suerte “tortura” adictiva para la audiencia, que al igual que Ratner, desearía que todo terminara en algún momento, pero a la vez quiere uno seguir en el “juego” sin medir las consecuencias, de ésta forma, Ratner incurre en una apuesta tras otra, en lo que pareciera un hombre desafiando la suerte (¿Demasiado positivismo tal vez? ¿O demasiada imprudencia? ¿Es cuestión de suerte o es cuestión de “moverte”?), y una piedra que parecía traer buena suerte a unos y mala suerte a otros, con un destino fatal que pareciera burlarse una y otra vez del protagonista, quien ejecuta unas formidables peripecias para tratar de ganar una y otra vez.

La magia de Uncut Gems, además de su dificultad para clasificarse, viene de la manera en que los Safdie han concebido el rol de Howard Ratner, un personaje detestable al borde del divorcio y con una de sus empleadas como amante, que sería fácil para cualquiera condenar como un sujeto de lo peor, el detalle es que la historia nos va poniendo de forma singular del lado de Ratner, al punto de que al final de las acciones, desearíamos que las cosas salieran bien para éste nefasto sujeto carente de moral, de ésta forma, Uncut Gems se convierte en la historia de una catástrofe deliciosa que uno podría ver una y otra vez, esperando tal vez, un desenlace diferente, nos vuelve sumamente empáticos con Ratner y su apuesta contra todo, me recuerda de una manera grata el sucio y brutal cine de los 70s, con personajes como John Cassavetes, o Martin Scorsese (quien funge aquí como productor), en una cinta provocadora en todo sentido, generadora de un sentido de ansiedad que pondrá en situación muy incómoda a las generaciones más jóvenes y que para los que tenemos un poco de más edad, nos recordará por momentos cintas como Goodfellas, con sus traiciones, frentismo y brutal violencia.


Digno de señalar la espectacular fotografía que conecta un ópalo negro extraído de una mina en Etiopía, con una colonoscopia realizada a Ratner, además de la espectacular música compuesta por Daniel Lopatin para cinta, que casi se convierte en un personaje más y coadyuva a esa atmósfera casi retro de la cinta, destacables las actuaciones por supuesto de Sandler, de su amante, Julia Fox y del monstruoso golpeador Keith Williams Richards, quienes en conjunto convierten Uncut Gems en una verdadera joya, deliciosa y horrible  a la vez, imposible perdérsela, de alguna manera la vida por momentos nos lleva a instantes así, con apuestas brutales en las que podemos ganar una y otra vez, y perderlo todo, y tal vez incluso, recuperarnos, o no.




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