Johnny Noise-The Day Is Coming (2014)



Johnny Noise-The Day Is Coming (2014)

“La libertad consiste básicamente en decirle a la gente aquello que no quieren escuchar.”
George Orwell

La primera vez que escuché a Los Llamarada en vivo, era ya entrada la noche, era un día frío y lluvioso, los Llamarada tocarían en una vieja palapa al lado de un campo de béisbol en una colonia situada en los límites entre San Nicolás y Escobedo, era el cumpleaños de alguien, no se de quien, casualmente el lugar quedaba muy cerca del lugar dónde yo solía trabajar en aquel tiempo, no había muchos lugares en donde los Llamarada pudiesen presentarse en aquel entonces, no había muchas audiencias para el tipo de música experimental que la banda tocaba en esos días y posiblemente no habría lugar o audiencia para ellos aún hoy, la banda definitivamente se hallaba adelantada a su época. 

Como los Ramones, la banda conectaba un duro y certero golpe en los primeros segundos del round, sorprendiendo y noqueando a su audiencia, y se retiraba, dejándolos sin una idea clara de que es lo que había pasado, ese día, había comprado seis cervezas y ni siquiera me había tomado la mitad, cuando los Llamarada rápidamente terminaron su set de canciones, dejaron la palapa y se adentraron en el centro del campo oscuro a fumar.

Por muchos años he manifestado que una de mis bandas favoritas de Monterrey son, y serán Los Llamarada, poco conocidos aún en su misma ciudad natal, esta banda de psicólogos se lanzó en un azaroso viaje por la música de forma libre, la improvisación y el ruido, con influencias que iban desde los siempre sorprendentes Velvet Underground, los minimalistas Wire y hasta los brutales The Fall, Los Llamarada editaron una serie de discos totalmente caseros con música y arte que rompían por completo con todo lo que se hacía en la ciudad (incluso en el país) imponiendo su estilo a prueba de modas y de curiosos que requería de tiempo y análisis para poderse digerir.

Parte esencial del sonido de los Llamaradas sería Johnny Noise, guitarrista de la banda, que luego de la desaparición de la banda (¿Volverán algún día? ¿Vendrá también ese día?), nos sorprende con un nuevo disco, titulado The Day Is Coming, que para nuestra fortuna mantiene una línea similar a su poco famosa, pero muy importante banda, en el cual convive nuevamente de forma descarada la forma libre, el ruido despiadado y la psicodelia corrupta.

Aquí hay mucho lugar para las extraordinarias guitarras feroces de Johnny, que lanzan un torrente multicolor de sonidos a la Jesus & Mary Chain, encontramos también baterías minimalistas heredadas de los Velvet Underground que sirven para llevar el ritmo orgánico de estas composiciones como latidos de un corazón agitado, y no olvidemos esos teclados alucinantes que penetran o taladran violentamente el cerebro, sumándose posteriormente las psicodélicas vocales apenas comprensibles emitidas por sujetos fuera de su mente, en lo particular disfruto bastante ese algo de la influencia del enigmático texano Jandek, que siempre escuche en el sonido de los Llamarada, y que aquí se manifiesta nuevamente, aunque quizás ellos ni lo sepan.

The Day Is Coming suena como los mejores trabajos de la legendaria banda, y esos es garantía sin duda de un buen y estremecedor momentos de música que rompe paradigmas, si ponemos atención encontraremos cosas muy interesantes bajo de la maraña de ruido y vocales post punk muy a la Peter Murphy (o la Iggy Pop, pero verdaderamente dañado ), una belleza maltratada que apenas se alcanza a percibir, pero que ahí está presente en este disco que avanza con frenético paso como de tren a toda velocidad, con el constante peligro de descarrilarse, repleto de pasajes realmente abstractos y dañados que me traen a la mente el célebre The Piper At The Gates of Dawn  (uno de mis discos favoritos) con todos esos alucinantes arreglos de guitarra del gran Syd Barret, algo de esas guitarras como de música de cinta de espías que me recuerdan un poco a East Bay Ray de los Dead Kennedys (quien a su vez basaba su sonido en el surf y el rockabilly), guitarras pavorosas y vocales desgarradoras salidas del mismísimo infierno y súbitos cortes para los temas apocalípticos de la banda algo aunque sólo poco la estética definitivamente cruda y lo fi del black metal.

Si preguntan sobre el futuro, Leonard Cohen les dirá que es el asesinato, aunque si preguntan sobre el futuro de la música en Monterrey, Johnny Noise es la respuesta sin temor a equivocarme, prepárense por que ya viene el día.



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