El Futuro de la Rusia de Putin

El Futuro de la Rusia de Putin

“Mucha desgracia ha llegado al mundo por culpa del desconcierto y de las cosas que no se dijeron.”

Fyodor Dostoievski

Sólo imaginemos un instante: Tolstoi, Dostoievski, Pushkin, Chéjov, Bulgakov, Kropotkin, Bakunin, Trotsky, Lenin, Pavlov, Mendeleyev, Sájarov, Shalámov, Solzhenitsyn, Bukovski y Tarkovski, sólo por nombrar algunos hombres celebres que admiro y respeto, y que han salido de este gran país, como no expresar mi más sentida admiración por la gran “Madre Rusia” que junto a Polonia son dos de los países que más me intrigan y llaman mi atención en el mundo. 

Si bien el 2014 dio señales de las cosas yendo mal para Rusia, el 2015 podría ser aún  más complicado, ya el presidente Putin admitió que el impacto de la fuerte crisis tendría efecto en el país por lo menos en los dos años siguientes, y con el escenario futuro de un mundial de futbol, innecesario, considero, para el 2018, estoy seguro que el pueblo ruso entenderá que salir delante de esta difícil situación es prioridad y no la intención de Putin de dar señales de grandeza al exterior.

La gran señal del 2014 fue la de diversificar el riesgo ante un escenario altamente volátil, los países que se fueron adelantando a las señales han conseguido salir más o menos bien libradas, el caso difícil es el que se les ha presentado a países como la Venezuela de Maduro y a la Rusia de Putin, el “Chavismo” y el “Putinismo” puestos ambos contra las cuerdas en este 2015, la gran diferencia creo yo, es la inteligencia, experiencia y don de mando de Putin, que ya ha empezado a dar señales de un pragmatismo que lo llevará a acercarse sin lugar a dudas a Occidente, aunque su ideólogo, el siempre interesante Aleksandr Dugin pueda opinar lo contario, vivimos en un mundo abierto, entrelazado, unido, aunque no lo queramos, y la única manera de salir adelante es aceptándolo, entendiéndolo, aprendiéndolo y dominándolo,  cualquier otra ruta considero que inevitablemente conducirá al fracaso.

En días recientes este blog fue bloqueado en Rusia, las señales de tiempos difíciles y de respuestas desesperadas se hicieron presentes, el principal disidente ruso, Alexei Navalny enfrenta posiblemente los cargos más duros por corrupción y fraude posiblemente fabricados por el gobierno de Putin para quitarlo de en medio y eliminar la mordaz critica en tiempos en que el gobierno de Putin enfrenta una de sus peores crisis.

Con agrado veo varias cosas en mi querida Rusia, una de ellas es a apertura nuevamente del blog, las visitas de rusos nuevamente a este humilde espacio y las noticias de una posible apertura por parte de Putin hacia Occidente como una estrategia de supervivencia, la cuestión será si esto es a todo lo que aspira el pueblo ruso, o esta vez, van por más, si finalmente se han cansado de la cleptocracia, si en verdad están convencidos de que no vale la pena sacrificar la libertad, la transparencia y el derecho de decidir por un bienestar económico dudoso, que pareciera nunca llegar, que el deber de Putin es procurar el bienestar de todo su pueblo, desde los más poderosos, hasta los más necesitados, y no solamente procurar el bien de unos allegados a él.

Navalny, Udalstov y Limonov, como herederos de Solzhenitsyn, Sájarov y Bukovski tienen la responsabilidad de cuestionar fuertemente el gobierno de Putin, formar una coalición que les permita conseguir un balance que le de fuerza al pueblo ruso, que empodere al pueblo ruso como nunca antes en la historia, Rusia vive un momento histórico nuevamente que les pone el destino en las manos y que les exige fuertemente replantearse su futuro, recordar su poderoso pasado como imperio, sí, pero atender el llamado de la globalización y crear las bases de una sociedad más justa y mejor preparada para el azaroso mundo en el que vivimos, privilegiar la educación y la innovación como única forma de supervivencia, depender de la infinita riqueza de su gente y no de la riqueza de recursos que a fin de cuentas son finitos. 

Mi deseo es que el pueblo ruso tome en sus manos su destino y que no lo deje en manos de unos cuantos, que responda a su histórica grandeza y que integre su poder como nación para sacar al mundo de una difícil situación, es tiempo de acuerdos, de negociación, de cooperación, de respeto y de coaliciones, no sólo en Rusia, o en México, sino en todo el mundo.