Napalm Death- Apex Predator-Easy Meat (2015)
Napalm Death- Apex
Predator-Easy Meat (2015)
“Creo que si hablamos francamente sobre el caos, aún no has visto nada.”
Nigel Farage
Los apocalípticos temas de introducción son casi una tradición
en los discos de esta leyenda grindcore
de Birmingham, Inglaterra (cuna de leyendas brutales como Black Sabbath y Judas
Priest), y en este Apex Predator-Easy Meat el intro por parte de los Napalm Death, no es la excepción, si John Lennon
en las grabaciones del fabulosos Revolver quería sonar como el Dalai Lama en la
cima de una montaña durante el tremendo tema Tomorrow Never Knows, Barney
Greenaway suena aquí como un rabioso monje tibetano interpretando mantras desde
el fondo del infierno mientras es poseído y atormentado hasta la locura por
demonios, una introducción a un mundo violento, de extrema turbulencia
filosófica y sonora en el que nuevamente este cuarteto de veteranos de la
música extrema nos adentran con este nuevo disco, el número 15 en su asombrosa
carrera que los ha llevado de ser unos intrépidos anarco punks adolescentes, a
padres del siempre incomprendido pero popular grindcore, e innovadores del death metal, verdaderas leyendas de la
música extrema en general y una de las bandas que posiblemente ha roto más tabús
respecto a la música y el ruido.
Smash a Single Digit es un pase directo sin retorno alguno a
un torbellino de velocidad endemoniada, con las increíbles guitarras de Mitch
Harris y la tremenda batería ultra veloz de Danny Herrera, el único hombre
capaz de sustituir al tremendo Mick "Tornado Humano" Harris, llevándonos
a través de un viaje rebosante de adrenalina, con ritmos que se retuercen como
animal salvaje herido, con un Greenway molesto, como el vocalista de hardcore más rabioso que hayamos
escuchado en nuestras peores pesadillas.
Apex Predator- Easy Meat está plagado de esos tremendos descensos
sonoros por parte de una zigzagueante guitarra, movimientos a la velocidad de
la luz que esta banda hace con toda la facilidad del mundo, pero en un estilo
tan único que los hace inimitables, con la capacidad de cambiar rápidamente de
dirección y de intensidad, en momentos sonando irónicamente ligeros, agiles e inalcanzables,
y otras densos y pesados como pocos, de ahí posiblemente el amplio público al
que esta banda de grindcore ha
conseguido acceder a pesar de lo poco amigable de su propuesta musical, la cual
aquí suena renovada, con más energía a pesar del largo historial de la banda, y
de los años a toda velocidad, en una carrera muy similar a sus alguna vez
compañeros de disquera (la legendaria Earache, indispensable para mí para
entender los 90s junto a la Sub Pop de Seattle) y contemporáneos, los Godflesh,
los Carcass y los Entombed, curiosamente todos con poderosos discos editados
recientemente.
Metaphorically Screw You, tema magistralmente titulado y con
fuerte influencia de unos virulentos Dead Kennedys, el sobresaliente trabajo
del increíblemente atlético Danny Herrera desplegándose en su totalidad en
temas como How The Years Condemn, estirando al máximo las cuerdas de la
guitarra de Harris, quien también resulta aquí un ejecutante letal y de gran
talento, consolidando a este cuarteto, que ya lleva largo tiempo juntos como
una segunda alienación clásica de la banda, comprable únicamente con la
original de Lee Dorrian, Mick Harris, Bill Steer, y el aún presente Shane
Embury.
Hay sorpresas como la brutal Timeless Flogging con un ritmo
que rebota incesantemente contra todo lo que se le atraviesa, un trabajo
estupendo del gran Shane Embury, pilar del sonido denso y abrasivo de esta banda,
Dear Slum Landlord resulta también sorprendente, con un Greenaway acercándose
como nunca a una melodía vocal y la banda enfocándose en un ataque más pausado
y resonante, un canto fúnebre a todo volumen antes de regresar a hardcore punk feroz de Cesspits.
Napalm Death lo ha hecho una vez más, esta vez, posiblemente
de una manera más compacta y contundente que ene le pasado, logrando un disco
que nos ataque de manera incesante, en dónde cada golpe es certero y en dónde
ninguno de ellos se desperdicia, desplegando una ejecución tan brutal como
precisa, una banda que sabe que difícilmente conseguirá un disco tan influyente
o disruptivo como en sus épocas doradas, pero que no por ello ha dejado de exigirse
lo mejor musicalmente con cada grabación.
Es caótico. Yo aún no lo logro digerir como corresponde. Además que la cara la tenía muy muy alta con el anterior disco, con que el era un poco más fácil conectar dada su diversidad. Acá es golpe tras golpe, a los seis o siete temas estás nockeado je je...
ReplyDeleteSaludos!
Esteban
http://politomusica.blogspot.com
Coincido, sólo que la diversidad del anterior a mi me distrajo un poco, y aquí es imposible
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