Brothers of the Sonic Cloth (2015)
Brothers of the
Sonic Cloth (2015)
“Los hombres deben ser tratados generosamente o destruidos, porque se
vengarán si reciben heridas superficiales, si las heridas son profundas, no
podrán.”
Nicolás Maquiavelo
Por: Ghost Writer
Hace poco hablábamos de los TAD, aquella legendaria y casi
olvidada banda del norte de los EUA; De Seattle para ser más específicos, a la cual las masas hambrientas de “música
alternativa” o grunge “light”, entiéndase Pearl Jam o Nirvana, nunca
conocieron, y que a pesar de que la banda con los años fue perfeccionando su
sonido, mejorando su música y temas, buscando incluso el apoyo de productores
como el Dinosaur Jr. J Macis, el reconocimiento o el éxito nunca les sonrió del
todo.
Tad Doyle, vocalista y guitarrista de los TAD optó por
terminar con la banda y alejarse por un tiempo de hacer discos y de hacer
giras, se dedicó a otras actividades, pero el gusto por la creación musical debió
resultarle adictivo, llevándolo nuevamente a componer temas e irle dando forma
a un nuevo proyecto en el cual su ambición por crear una declaración sonora sin
concesiones se pondría de manifiesto de manera extrema, empezando por buscar
sepultar su pasado y olvidarse de que su nombre ocupara la portada del disco,
además de desaparecer cualquier vestigio de accesibilidad que hubiese vivido en
su anterior banda.
Doyle armó nuevamente un grupo de músicos y fue haciendo
crecer su nuevo proyecto, mucho más pesado y violento que aquella banda de
leñadores y tráileres del norte con la que había grabado discos para la Sub Pop
(en sus buenas épocas), sin olvidarse del rock sucio y lento tan amado en el
norte de EUA, manteniendo la influencia de los Black Sabbath, incluso por
momentos metiéndose de lleno en los mundos del doom y el sludge, tomando nota
posiblemente de bandas como los Sunn 0))), los Earth (de Seattle) o los Crowbar
de muy al sur, retomando una carrera que para este disco ruge con la fiereza de
un joven hambriento y ambicioso, que dista mucho del músico acabado que muchos
pudieran pensar se encontraba en el futuro de Doyle, luego de que su anterior
banda conocida terminara por desaparecer.
El amor por los decibeles y la crudeza musical parecen
haberse incrementado, y la brutalidad que caracterizó a este hombre montaña sigue
presente sin haber menguado en lo mínimo, las guitarras que Tad Doyle nos trae
para este disco son las más pesadas que este hombre haya ejecutado jamás, en un
disco que es un escupitajo despiadado a su pasado y que avanza a paso firme (y
lento) hacia un nuevo futuro en dónde el volumen ensordecedor y los ritmos
lentos son los principales ingredientes, armas letales en poder de Doyle para
lanzar una venganza contra todos aquellos que no estuvieron dispuestos a
prestar atención la primer vez que este hombre apareció.
Brothers of the Sonic Cloth es una pesadilla andante, pesada
a un nivel imposible y que consigue saturar de electricidad el ambiente a su
alrededor, rasgueos bestiales que se repiten una y otra vez de manera
infinitita a la par de feroces vocales, como en Unamed, pudiésemos decir que
son los principales elementos de este disco, aunque la banda se asegura de
mantener un equilibrio perfectamente bien realizado gracias a una estupenda
sección rítmica que proporciona un fondo bastante rocoso en temas como Empires of Dust, para que se estrelle el
estruendo sónico de las guitarras de Doyle.
Doyle suena renovado y más escalofriante que nunca,
alejándose de las malas compañías de rudos motociclistas, perversos camioneros
y sudorosos leñadores, para hacerse de la compañía del chico más malo de todos,
el mismo demonio, quien pudiese ser una de las principales inspiraciones para
este disco que encaja perfectamente con esta franja norteña al Oeste de los
EUA, con una mitología musical que se despliega perfectamente en temas como La
Mano Poderosa, que empiezan a crear su propia mística oscura y brutal al más
puro estilo de los escandinavos.
Brothers of the Sonic Cloth es un disco primitivo, con
rasgueos monolíticos que caen como piedras pesadas al tiempo que el piso se
sacude con los brutales ritmos del bajo a cargo de Peggy Doyle, esposa de Tad,
y del baterista Dave French, un hombre verdaderamente pesado, creador de densos
y candentes ritmos, como en Lava o en The Immutable Path.
Podemos decir sin temor (o con mucho temor después de
escucharle en este disco) que Tad Doyle ha conseguido regresar del mismísimo
infierno y vienen bien acompañado con estos hermanos de brutal sonido.
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