Pietnastka- Dalia (2009)
Pietnastka- Dalia
(2009)
“Saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no
sabemos, ese es el verdadero conocimiento.”
Nicolaus Copernico
Por: Ghost Writer
Para mi Polonia es la gran tierra de las oportunidades, el
lugar donde grandes hombres como Nicolás Copérnico, Krzysztof Penderecki, Lech
Walesa, Karol Wojtyla, Stanislaw Grochowiak, Grzegorz Lato y Tomasz Stanko
nacieron, donde el fin del obsoleto comunismo soviético inició y hoy en día, un
país con una visión globalizada de la cual muchos podríamos aprender, que ha
tenido que descubrir la manera de vivir en medio de dos mundos, el este de
Europa y el Occidente, un ejemplo de inteligencia del que países en similares
situaciones como México o Turquía debiésemos aprender, Polonia llegó a mí en mi
niñez, mi admiración por Lato, jugador polaco que se quedó en México, en mi
adolescencia como ejemplo de como un pueblo puede vencer a la opresión si se
mantiene firme y unido, y en mi edad adulta, como respuesta a que debe hacer
México, situado entre el gigante capitalista EUA y una América Latina
polarizada entre la izquierda y la derecha.
Recientemente me ha tocado descubrir mucho sobre la música de Polonia y no solo los pesados Vader, los Behemot o los Graveland, sino también cuna de música vanguardista aportada por bandas sin igual como los Stara Rzeka, los kIRk y un nombre más que he descubierto recientemente y que debo añadir de forma obligada, ya que su música me ha resultado tan sorprendente como innovadora y así es la obra de Piotr Kurek.
Más que decir que Kurek es un "músico", tendríamos que decir que Kurek es un creado sonoro o un compositor moderno de vanguardia, para el cual los medido tradicionales o comunes de hacer música simplemente no significan nada, y la búsqueda de nuevas maneras de expresarse es un imperativo.
Pudiésemos hablar de los estudios de Kurek dentro del mundo del jazz, pero esto sería limitar injustamente el peso musical de alguien como Kurek y su valor aportado al desarrollo de nueva música, como muestra vale la pena hablar de su disco Dalia, grabado en el año del 2009, y firmado bajo el nombre de su proyecto Pietnastka o 15, en polaco, en el cual, Piotr se hace acompañar del estupendo baterista Hubert Zemler en un viaje profundo a un mundo de invención sonora feroz, en donde Kurek nos expone a un universo ilimitado de sonidos e ideas que resultaría verdaderamente imposible de clasificar.
Y es asi como nos encontramos con pasajes repletos de nostalgia y gestos cósmicos en el tema que da nombre al disco, o los teclados vintage de School Boy, a los cuales al sumársele Zemler, parecieran situarnos en un escenario musical muy similar al que nos solían brindar los Faust en las épocas de oro del krautrock alemán.
Dice posee elementos disruptivos cercanos a los Residents, ademas de otros elementos que le identifican de inmediato con la composición moderna, características que se acentúan fuertemente en Pietnastka, en donde los sonidos incluso toman una naturaleza mas agresiva, para después llevarnos a través de pasajes mas caprichosos como en Salto, tema en el cual el trabajo de Zemler resulta destacable de principio a fin.
Hay temas en los cuales la música tradicional europea sale a flote, como en Czterdziesci cztery, o el minimalismo apreciable en Noakowski, todos estos siempre desplegando una muy disfrutable interacción entre los instrumentos vintage, minimalistas y a veces de caprichosa naturaleza, como juguetes de Kurek y los sólidos ritmos de batería de Zemler, que dan a este Dalia sus muy especiales características y que hacen de este disco una joya poco conocida de la qué hay que hablar más.
Recientemente me ha tocado descubrir mucho sobre la música de Polonia y no solo los pesados Vader, los Behemot o los Graveland, sino también cuna de música vanguardista aportada por bandas sin igual como los Stara Rzeka, los kIRk y un nombre más que he descubierto recientemente y que debo añadir de forma obligada, ya que su música me ha resultado tan sorprendente como innovadora y así es la obra de Piotr Kurek.
Más que decir que Kurek es un "músico", tendríamos que decir que Kurek es un creado sonoro o un compositor moderno de vanguardia, para el cual los medido tradicionales o comunes de hacer música simplemente no significan nada, y la búsqueda de nuevas maneras de expresarse es un imperativo.
Pudiésemos hablar de los estudios de Kurek dentro del mundo del jazz, pero esto sería limitar injustamente el peso musical de alguien como Kurek y su valor aportado al desarrollo de nueva música, como muestra vale la pena hablar de su disco Dalia, grabado en el año del 2009, y firmado bajo el nombre de su proyecto Pietnastka o 15, en polaco, en el cual, Piotr se hace acompañar del estupendo baterista Hubert Zemler en un viaje profundo a un mundo de invención sonora feroz, en donde Kurek nos expone a un universo ilimitado de sonidos e ideas que resultaría verdaderamente imposible de clasificar.
Y es asi como nos encontramos con pasajes repletos de nostalgia y gestos cósmicos en el tema que da nombre al disco, o los teclados vintage de School Boy, a los cuales al sumársele Zemler, parecieran situarnos en un escenario musical muy similar al que nos solían brindar los Faust en las épocas de oro del krautrock alemán.
Dice posee elementos disruptivos cercanos a los Residents, ademas de otros elementos que le identifican de inmediato con la composición moderna, características que se acentúan fuertemente en Pietnastka, en donde los sonidos incluso toman una naturaleza mas agresiva, para después llevarnos a través de pasajes mas caprichosos como en Salto, tema en el cual el trabajo de Zemler resulta destacable de principio a fin.
Hay temas en los cuales la música tradicional europea sale a flote, como en Czterdziesci cztery, o el minimalismo apreciable en Noakowski, todos estos siempre desplegando una muy disfrutable interacción entre los instrumentos vintage, minimalistas y a veces de caprichosa naturaleza, como juguetes de Kurek y los sólidos ritmos de batería de Zemler, que dan a este Dalia sus muy especiales características y que hacen de este disco una joya poco conocida de la qué hay que hablar más.
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