“Putinismo” de Exportación

“Putinismo” de Exportación

“Hace unos años pensamos que era nepotismo, pero ahora nos damos cuenta que esto está planeado a largo plazo, Putin está instalando una dinastía al mando.”

Alexei Navalny

Por: Erre Svaia

Difícil saber cuál es el futuro de la gran Rusia bajo el puño de acero de Putin, pero el 2015 es un año que pone en duda el futuro cordial de esta nación en relación al resto de Europa y del mundo, y posiblemente retrasando aún más el anhelo del pueblo ruso que por muchos años ha aspirado a la grandeza de su pasado, a la certidumbre económica y a la libertad de elección, elementos, que se antojan complicados hasta este momento, ya dando señales complejas desde el año pasado con el incesante conflicto armado en el este de Ucrania, continuando este año con la triste noticia sobre el asesinato de Boris Nemtsov, uno más en la lista de opositores al régimen de Putin que muere de manera violenta y sospechosa, esta vez, a escasos metros del Kremlin.

Si Nemtsov fue asesinado por el régimen de Putin (junto con Alexei Navalny, Nemtsov era uno de sus principales críticos), por los rebeldes Chechenos (responsables confesos) o por la misma disidencia (con el fin de enardecer las protestas), el impacto de estos eventos en la imagen de Putin sigue siendo mínimo, con sus niveles de popularidad en lo alto, Putin se sigue perfilando, gracias al poder económico y de los medios, como el político más poderoso y sólido de esta nación, desarrollando una bizarra ideología de un solo hombre (con la posible influencia fuerte de gente como Aleksandr Dugin, Silvio Berlusconi, quién en este mundo torcido está apunto de volver a la política por la puerta grande, Benito Mussolini y Yuri Andropov), mezcla de nacionalismo, populismo, totalitarismo y fascismo, que algunos se atreven a nombrar “Putinismo”, que pareciera irse convirtiendo en la nueva corriente a sustituir el comunismo (sólo de espacio, ya que no posee una ideología completa como el comunismo o el capitalismo) y convertirse en un elemento de influencia a exportar y expandirse al resto de Europa, principalmente al sur de este continente y pudiendo afectar fuertemente a la Unión Europea, incluso amenazando con salir de este continente y pronunciarse en otros lugares lejanos como en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Vietnam o Argentina, aunque contenido en cierta forma por el avance de China.

Rusia el día de mañana pudiera convertirse en un elemento de fuerte influencia en países como Grecia (que se han acercado cada vez más al Kremlin luego de sus fricciones con la UE), España (con Podemos, el nuevo partido de izquierda), Italia, Portugal y posiblemente Francia, país cada vez más con mayor turbulencia por sus enfrentamientos políticos con Alemania, su divisionismo en la izquierda, el extremismo árabe en crecimiento y un estancamiento económico del cual no ha podido salir, todo lo anterior, el caldo de cultivo perfecto para que Putin con su fuerte influencia basada en los energéticos, a pesar de la debacle económica por la caída en los precios del petróleo y las sanciones impuestas por la anexión de Crimea y la intervención armada en Ucrania.

El poder de la Rusia de Putin es ya de por si manifiesto en lugares como Bielorrusia, Kazakstán, Hungría o Siria, países con una fuerte alianza con Rusia y  en los cuales la influencia del “Putinismo” es fuerte, aunque no todo está del lado de Vladimir Putin y no todo aparenta ser un avance del todo cordial, ya que mientras Putin ha conseguido avanzar y ganar terrenos en cuanto a popularidad gracias a su ideología nacionalista, un nuevo conflicto parece ir creciendo cerca de Rusia e incluso, dentro de este país, el extremismo islámico, el cual con focos encendidos en lugares como Nigeria, Irak y parte de Siria, pudiera introducirse a la Rusia, con una fuerte población musulmana en lugares como la siempre violenta Chechenia, pieza importante en el caso Nemtsov o en otros estallidos de violencia y que pudiera ser una indicación de un nuevo fenómeno a irse generando dentro de la ex Unión Soviética, con un islam integrándose a la dinámica nacionalista creando una situación que se antoja en extremo volátil, ya que el desprecio del Islam más radical por los valores de occidente y el actual enfrentamiento de Putin con estos valores precisamente, parecieran haber creado dos elementos que pudiesen convertirse en un solo monstruo.