Llamado a los Venezolanos a un Acuerdo Nacional para la Transición
Llamado a los Venezolanos a un Acuerdo Nacional para la Transición
El pueblo
de Venezuela vive una de las circunstancias más difíciles de su historia, a la
que ha sido llevado por un régimen que en los últimos dieciséis años aplicó un
modelo fracasado y ha ejercido de manera impune la antidemocracia; un régimen
ineficiente y corrupto que robó, regaló y despilfarró recursos públicos
cuantiosos, con los cuales se hubiese podido impulsar el bienestar y el
progreso de todos, en lugar de generar la ruina que hoy sufrimos.
En fin, el
desastre que vivimos responde al proyecto de una élite sin escrúpulos de no más
de cien personas, que tomó por asalto al Estado para hacerlo totalitario, que
se ha apoyado en grupos violentos y en un militarismo de cúpulas corruptas para
controlar a la sociedad a través de la represión, que degradó las instituciones
y que violentó todo ámbito de la sociedad hasta devastar la economía y dañar
gravemente las bases de la paz.
La
precariedad y las tensiones que resultan de esta crisis y la insistencia del
régimen en “profundizar” el modelo que la genera, pueden llevarnos en muy corto
plazo a una emergencia humanitaria y han deslegitimado en extremo al gobierno.
Es claro que el régimen no resolverá la crisis y que el gobierno de Maduro ya
entró en fase terminal.
Nuestro
llamado: construir un acuerdo para conducir la transición en paz
Es la
obligación de todo demócrata ayudar a resolver la actual crisis, defender la
libertad, evitar que el ya ineludible derrumbe del régimen desborde los cauces
de la paz y la constitucionalidad y hacer que la transición, es decir, el paso
del sistema superado a uno nuevo lleno de esperanza, se produzca de la mano de
la mayoría de los venezolanos y nos lleve sin retrocesos a recuperar el
espíritu y el orden democrático.
Asumiendo
ese compromiso hacemos un llamado, sin distingos políticos y trascendiendo las
diferencias, para que pongamos en marcha, con la urgencia del caso, un Acuerdo
Nacional para la Transición en el que esté representada la Unidad de todos
los ciudadanos de Venezuela, a través de las visiones de los trabajadores, los
jóvenes, los empresarios, los académicos, los políticos, los miembros de las
iglesias y de la Fuerza Armada, en fin, de todos los sectores nacionales. Los
consensos y compromisos del Acuerdo Nacional le darán solidez a las decisiones
que deberán ser adoptadas para salir de la crisis en todos los ámbitos; para
armonizar socialmente al país y para asegurar la estabilidad política en su
paso por un proceso que experimentará riesgos, turbulencias y acechanzas de
diverso orden.
A tal
fin, proponemos un programa basado en tres agendas de acciones concretas, el
cual se ha alimentado de las contribuciones que han hecho en los últimos
tiempos diversos grupos de valiosos venezolanos. Como instrumento del Acuerdo
Nacional, el programa que invitamos a acompañar y enriquecer con las
perspectivas de todos los sectores, servirá de guía para superar la crisis y
comenzar la reconstrucción del país.
- Una agenda política-institucional dirigida a restituir las libertades conculcadas, la soberanía, la paz social y el Estado de Derecho:
-
Restablecer la vigencia plena de las instituciones democráticas y los derechos
humanos, liberar a los presos políticos, facilitar el inmediato retorno de los
exiliados y solicitar del sistema judicial la apertura de los procesos a que
haya lugar para el castigo de delitos graves cometidos al amparo del poder
gubernamental;
- Reponer
el ejercicio efectivo de la libertad de expresión y del derecho ciudadano a
informarse sobre la gestión del Estado y revertir totalmente las violaciones y
arbitrariedades cometidas en estos ámbitos;
- Rescatar
la autonomía de los órganos del Poder Público, designar a sus directivos por
las vías constitucionales y rehabilitar la pluralidad política y la soberanía
del Estado nacional venezolano;
-
Restituir plenamente la descentralización, el ejercicio de los poderes
regionales y locales y la participación ciudadana genuina que establecen la
Constitución y las leyes;
-
Preparar y realizar elecciones presidenciales libres y absolutamente
transparentes;
- Asegurar la lealtad y el apego
de la Fuerza Armada Nacional a la Constitución y su desvinculación de toda
injerencia extranjera y actividad
político-partidista; y
- Abrir un proceso de
despolarización política y de reconciliación nacional, que convoque e involucre
activamente a toda la sociedad en la reconstrucción
de las bases para la paz.
- Una agenda para atender la emergencia social y asegurar la atención eficaz a los sectores más vulnerables:
-
Restablecer a cortísimo plazo el abastecimiento normal de alimentos y otros
bienes de consumo esencial de las familias y los suministros de repuestos e
insumos que impiden la operación de las cadenas de distribución;
-
Corregir las fallas de los servicios públicos fundamentales en todo el país,
con especial prioridad en los de electricidad, agua, saneamiento, gas doméstico
y transporte público;
-
Garantizar que sean cubiertas las necesidades de salud de todo el pueblo de
Venezuela, atendiendo las fallas y deformaciones existentes en la gestión de la
salud pública y los sistemas hospitalarios; resolver el desabastecimiento
actual de medicinas, insumos y equipos médicos y suplir los déficits de
personal de salud de distintos niveles; y
-
Enfrentar como prioridad de Estado la emergencia de seguridad ciudadana,
desmantelar las redes criminales que proliferaron gracias a la impunidad y a la
complicidad del régimen actual y abordar de manera integral el problema en sus
facetas de prevención, acción policial, administración de justicia para
eliminar la impunidad y elevación de la eficacia del sistema penitenciario.
- Una agenda económica enfocada en estabilizar la economía, recuperar el ingreso familiar y generar confianza en el país:
-
Recuperar la capacidad operativa y elevar significativamente la producción de
la industria petrolera, revisar los marcos legales y los acuerdos lesivos a la
misma y designar una nueva directiva de PDVSA, honesta y con capacidades, para
garantizar su funcionamiento eficiente al servicio del país;
-
Insertar nuevamente a Venezuela en los circuitos financieros internacionales y
obtener de ellos los apoyos económicos necesarios para superar las dificultades
del corto plazo;
-
Desacelerar el proceso inflacionario actual, asumir una política cambiaria que
promueva la producción nacional y, en general, corregir los desequilibrios
macroeconómicos generados por años de excesos y corruptelas; restablecer la
autonomía del BCV; poner en vigor un sistema eficiente y transparente para la
coordinación de las finanzas públicas y designar nuevas autoridades de los
entes económicos del Estado, con base en las normas y en criterios de capacidad
y méritos;
- Llegar
a acuerdos para la justa reparación de los daños a que hubiere lugar por
expropiaciones arbitrarias; revisar el estado real de todas las empresas no
petroleras que acabaron en manos estatales por la voracidad del régimen y
decidir las formas de propiedad y gestión que ellas deban asumir para asegurar
su recuperación productiva.
-
Desmontar la maraña de controles que ahoga a la economía y reconstruir las
bases jurídicas y económicas que son necesarias para atraer la inversión
productiva que garantice un crecimiento estable en el futuro.
Venezuela
será lo que los venezolanos hagamos de ella a través del cambio de rumbo que
nosotros mismos decidamos. Ese rumbo estará asegurado por los consensos y
compromisos del Acuerdo Nacional para la Transición.
Caracas,
11 de Febrero de 2015
Antonio
Ledezma
Leopoldo
López
María
Corina Machado
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