Stryper, Even the Devil Believes, 2020, Una Reseña




Stryper, Even the Devil Believes, 2020, Una Reseña

Por: Ghost Writer

Hay que señalar que hablar de religión con efusividad en éstos días en los EEUU, equivale casi a ponerse del lado de los insufribles Mike Pence y Donald Trump en los EEUU, cosa que seguramente no es la intención de los fabulosos Stryper, una de las grandes bandas de la era del llamado “hair metal”, que fueron lo bastante inteligentes para adaptarse a los brutales cambios de la escena musical, y transformarse en una unidad bastante resiliente que ha creado su propio nicho casi indestructible y que les ha permitido no sólo seguir con su carrera musical, también les ha permitido hacer música tan extraordinaria como en sus mejores épocas.

Stryper podría ser curiosamente hoy la antítesis de los Bon Jovi, quienes en los 90s para sobrevivir a la destrucción del “hair metal”, hicieron a un lado sus influencias de hard rock para orientarse por completo hacia la música pop, la banda de los hermanos Sweet, a diferencia de Bon Jovi, hizo casi por completo a un lado sus influencias pop (incluso en un par de discos hizo a un lado su fervor cristiano, para retomarlo con mucha más fuerza después) y se avocó a la parte más dura de su sonido, abrazando con fervor a bandas como Iron Maiden y Judas Priest para consolidarse como excepcionales practicantes del heavy metal.

Even the Devil Believes es el disco número 13 de la banda, que ha conseguido editar un saludable número de discos bastante consistentes a pesar de haber dejado atrás su años de enorme popularidad en los 80s, así, el disco inicia con la poderosa Blood from Above, que pone al frente filosas guitarras a cargo de Michael Sweet y de Oz Fox, quienes sin duda a través de sus instrumentos han transformado a la banda en una despiadada máquina de heavy metal, y a eso, falta agregar las siempre espectaculares vocales de Sweet, quien no deja de sonar fabuloso siguiendo las pistas de vocalistas como Bruce Dickinson y Rob Halford, mientras que Fox imprime poderosos solos de guitarra que lo ponen simplemente al nivel de los mejores.

Hay momentos algo embarazos si consideramos el título Make Love Great Again, que pareciera un guiño al gobierno republicano conservador de Donald Trump, aunque la banda es clara en negar cualquier lazo con la administración Trump, aunque los orígenes de la banda en Orange County, California, los pone en el centro de uno de los lugres conservadores por excelencia en los EEUU, Make Love Again es un tema denso, con profundos bajos a cargo de Perry Richardson, quien junto al baterista Robert Sweet dan una base sólida al tema, al tiempo que las monstruosas guitarras de Michael Sweet y Oz Fox descienden de forma pesada.

Let Him In es heavy metal puro, del tipo que podríamos esperar en un disco de Iron Maiden, con una ejecución incendiaria por cada uno de los miembros, destacando la guitarra rítmica de Sweet, mientras que la banda parecería hacer un guiño al sonido clásico de Ozzy Osbourne en Do Unto Others, que pareciera ser otra de las direcciones que la banda ha seguido para mantener vigente su sonido, sin dejar atrás los majestuosos coros que la banda aprendió de clásicos de los 70s como los Boston o los Electric Light Orchestra.

Para el tema que da nombre al disco, los Stryper realizan un curioso viaje al inicio de los 80s, cuando el “hair metal” aún no existía como tal, y el metal pop de Los Angeles tomaba bastante influencia aún del heavy metal inglés, y después sigue con How To Fly, que hace extensivo uso de las poderosas vocales características de la banda, que justo cuando parece perder algo de fuerza, regresa con Divider, tema con características clásicas del sonido de Judas Priest, y que fácilmente podría ser un tema de la banda de Rob Haldford, si éstos se esforzaran un poco más.

Resulta destacable el tema This I Pray, que parecería una apropiación del Blaze of Glory de Jon Bon Jovi y que de alguna forma aproxima la carrera solista de Michael Sweet (una decente y constante carrera en el mundo el rock pop cristiano) con los Stryper, un tanto diferente del resto del disco y que pone la mira en el mainstream, aunque esto no es señal de la banda enfilándose hacia la música pop, basta escuchar Middle Finger Messiah, pieza con la que cierra el disco, avanzando a paso frenético y poseído por una singular fiereza que el metal contemporáneo parece carecer y que deja claro que los Stryper se encuentran en mejor condición que nunca, disfrutando lo que hacen al máximo y creando música más feroz de lo que muchas bandas mucho más jóvenes sólo podrían aspirar a crear.



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