Mike Patton-The Solitude Of Prime Numbers

Mucho del trabajo más reciente de Mike Patton opera de una manera similar, conjuntos de cuerdas bañan su obra, percusiones etéreas como de soundtrack de Danny Elfman,  mientras que sus vocalizaciones sometidas a diversos efectos y asumiendo infinidad de personalidades llevan el protagonismo, es valido decir que Patton busca su lugar en la música moderna no como un cantante de rock,  su pasado en este genero ha quedado ya bastante atrás, y hemos descubierto como Patton no es exactamente un “hijo” de Ozzy Osbourne o de Robert Plant, sino un descendiente de Ennio Morricone (el maestro italiano creador de la música de los spaghetti westerns de Sergio Leone) , el mencionado Elfman (conocido por sus fantasmales soundtracks hechos para gente como Tim Burton), o Bernand Hermann ese que metía cuerdas amenazantes en la música que hacia para Hitchcock, algo con lo que no concuerdo mucho es la dirección ultima que ha tomado sus carrera, muy inclinada a los la música de ocasión para películas, aderezada por uno que otro giro interesante, como su proyecto de Peeping Tom y el de Mondo Cane, atrás han quedado sus obras más vanguardistas como Adult Themes For Voice y Pranzo Oltranzista, lejos la locura de Mr Bungle o de los Tomahawk, ni que decir de Fantomas.

Una objeción a esta, su nueva dirección del momento, es demasiado común, aplaudo sus dos obras solistas, el Adult…y el Pranzo…que eran bastante únicas y personales y que mostraban un lado de Patton bastante cercano a Zorn o a otros compositores modernos, pero su gusto por las composiciones para cine no me es del todo agradable, carece de esa chispa de genialidad de los ya mencionados Elfman, Hermann o Morricone, no pongo en duda su calidad, pero si su capacidad de innovar, tal vez lo que haga Patton sea algo muy innovador para una ex estrella de rock, pero no en términos meramente musicales.

Algunas de sus obras más recientes, A Perfect Place, Crank High Voltage son soundtracks para una película, su naturaleza exuberante no se refleja aquí, tampoco Mondo Cane, su homenaje a la música tradicional italiana es perceptible en esta nueva grabación de música para película, Twin Primes muestra esos elegantes arreglos de cuerdas que ya habíamos mencionando acompañadas por la voz fantasmal de Patton, algo que de alguna manera y por poco tiempo me trae a la mente su trabajo con Fantomas, precisamente en ese disco que hicieron de canciones de películas, pero en Identity Matrix cambia el giro, piano y arreglos más robustos, además de percusiones por instantes traen a la mente esas suites de pop complejo y sinfónico que nos había prometido Brian Wilson en su época experimental con los Beach Boys (a quien curiosamente Patton homenajeo con el California cuando estaba con Mr Bungle), mientras que Method of Infinite Descent en momentos podría aproximarse a esa música ambient que hacia Steve Roach y que a veces se aproximaba peligrosamente al new age.

El ambiente de The Solitude Of Prime Numbers es sombrío, alejado de la exhuberancia a la que nos tiene acostumbrado Patton, las piezas fluyen de manera natural, sin mucho sobresalto, lo cual habla de composiciones que se amarran fuertemente a la temática de lo visual que están apoyando, y lejos de tomar el protagonismo sirven como mero ornamento, Contapositive podría traernos recuerdos de Satie y su “música de ornamento”, esa que inspiró a Eno a concebir la música ambient.

La característica principal de este nuevo conjunto de composiciones de Patton es la textura Cicatrix es una pieza de textura con “T” mayúscula, mientras que Abscissa es puro drama elaborado, crescendos al por mayor, pero al final nada que no hayamos visto antes con algún otro compositor “clásico”.

Al final creo que Patton nos debe algo de su genio, su música lejos de llenarse de esa chispa de genio loco que solía mostrarnos se ha vuelto demasiado seria, demasiado académica diría yo, si bien Supersingular Primes o Quadratix se desmarcan un poco, no dejan de quedar muy sumidas en el territorio de Elfman, Weight Of Consequences la pieza final salva por 7.05 minutos el disco, con su ambiciosa mezcla de influencias y el regreso de la voz de Patton, un disco que se vuelve bastante largo y tedioso, que desconcierta ya que tedio no es precisamente una palabra que podríamos esperar del señor Patton.