Kanye West-Yeezus (2013)
Kanye West-Yeezus (2013)
Este disco va a ser seguramente un shock para muchos de los seguidores del buen Kanye West, o para el escucha adicional que espera el siguiente “hit” de Kanye, West en este Yeezus ha decidido tomar un camino MUY DISTINTO al de su anterior My Twisted Dark Fantasy, dónde el buen Kanye alcanzaba niveles inéditos de ambición y de belleza, desplegando melodías admirables y conjuntando un buen número de colaboradores bastante reconocidos en el mainstream, en este Yeezus, West nos trae un alcance completamente encontrado, en el cual West pareciera adentrarse en los mundos de la música subterránea, para extraer lo mejor y desorientar a màs de uno trayendo ese alcance a niveles cercanos al mainstream, no se desmaye nadie aquí, ya que hablar de West en este, su humilde blog, obedece a la tremenda ambición de West y su incomoda (para muchos) necesidad de atreverse a experimentar y a introducir elementos completamente extraños en su obra musical.
Yeezus bien podría convertirse en el primer disco de “noise hop” y es que West suena enamorado de las inquietudes sonoras del mundo de la música subterránea, tomando elementos del synth noise de artistas como Carlos Giffoni, Daniel Lopatin (Oneotrhrix Point Never, el nuevo underground rap (trap o drill si quieren llamarle) de gente como Chief Keef, Gunplay, nueva y atrevida música asociada al hip hop, como los Death Grips, Waka Flocka Flame y el bizarro Lil B, así como los ya acostumbrados coqueteos con el mundo del rock, del techno y del ambient, aquí nuevamente hay para todos, de hecho Yeezus, podríamos decir que se asemeja mucho a lo que podría ser el tan prometido disco de Lil B con una disquera mayor.
Desde un inicio, con On Sight (en la que se apoya nuevamente en los Daft Punk) nos queda bien claro a todos que este no es un disco común y corriente de hip hop, West, como sucederá a lo largo de todo este disco, deja bien demostrada su sorpréndete habilidad para crear ritmos inesperados, no el típico abuso de la caja de ritmos, sino una aventurada inmersión en el mundo de los sintetizadores distorsionados, líneas acidas de sintetizador a màs no poder, y los sampleos totalmente increíbles e inesperados, West podrá haber salido el mundo del hip hop (de una manera inusual ya que el tipo no viene de las calles), pero difícilmente se dejará catalogar como un artista más de hip hop, de hecho su fuerte no serán las rimas, las cuales le dan un carácter amateur, pero a la vez fresco como el de Lil B, pero en el tema de ritmos y creación de melodías, o en este caso de ruidos, sonidos y atmósferas, West derrocha talento a más no poder, este es un disco FEO a propósito, duro, brutal, primitivo y sin educación, y West lo hace a propósito, reacciona de manera contraria a su anterior gran creación, decido no repetirse y corre el riesgo y lo mejor, sale bastante bien librado, quisiera ver cuantos hipsters, o seguidores ocasionales vayan a abrazar con cariño esta obra, seguramente le saldrán huyendo.
Sólo West pudo llegar a un título como Black Skinhead, provocador nato en grande, West hace uso de esos ritmos casi marciales de temas como Rock N Roll de Gary Glitter o el The Beautiful People de Marilyn Manson, en un despiadado desfile con sendas percusiones cuasi industriales (cercanas a las grabaciones que hizo Saul Williams con Trent Reznor), y nuevamente los ásperos sintetizadores, mientras que en I Am God, West se pone al tu por tu con el otro “god” Lil B, en un tema que sin duda adopta los alucines de B, así como su total desafío de las leyes de lógica estructural, creando un tema ruidoso, inmenso, latente, desafiante, que emite una energía peligrosa y destructiva, West se vuelve peligroso y su sonido es un ataque directo a los sentidos, manteniendo un curioso ritmo enorme y obliterante.
West continua su transformación a lo largo de este extraño disco, de estrella pop ególatra en un creador con una visión muy propia, que sabe poner en riesgo su carrera, al colocar en primer lugar su creación artística, de esta manera repite el atrevimiento del 808 & Heartbreak, para colocarse a la par de gente como Bjork, Tricky o Beck, que se olvidaron de las etiquetas y de complacer a las masas años atrás, West se libera de todo lo que se “esperaba” de él, se adueña de algunas de las alucinantes exploraciones sonoras de gente como los Death Grips, sin convertirse en una mera copia, New Wave aborda estas y otras texturas en un tema que adquiere un final casi épico, con la colaboración del GRAN Frank Ocean, mientras que en Hold My Liquor, West nos trae una de las más INUSUALES colaboraciones que escucharemos este año, Juston Vernon de los Bon Iver, hombro con hombro con el letal Chief Keef, en una pesadilla de sonido, alucinante y adictiva, una suerte de maquinaria casi industrial que resulta tan atractiva como destructiva.
Im In It es un tema de esos terroríficos más pesadillas sonoras provenientes del sucio mundo de West, con un inesperado giro de tuerca en el cual el tema va transformándose en una brutal versión del dancehall, nuevamente haciendo gala de las habilidades rítmicas de Kanye y su falta de reconocimiento a las fronteras del sonido.
El auto tune, en algún momento tan característico del sonido de West hace su aparición en Blood On The Leaves, así como un sorprendente sample de la GRAN Nina Simone, otra de las grandes inspiraciones actuales de West.
Yeezus es en resumen un disco increíble, un muy extraño viaje a cargo de West, quien nos lleva de manera sumamente dinámica de los mundos del noise, al soul, del uso salvaje del sintetizador a los bizarros sampleos y a las inusuales colaboraciones, como sucede en Bound 2, un tema que tiene que escucharse para creerse y que cierra de una manera formidable este atrevido disco,el primer gran disco de la segunda mitad del año.
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