Matias Aguayo-The Visitor (2013)
Matias Aguayo-The Visitor (2013)
Hace unos años el español conocido como El Guincho se llevó las palmas y se convirtió en uno de los latinos más reconocidos y aplaudidos por la masas y la critica especializada, tanto que hasta Bjork se dio cuenta de su existencia y lo convocó para sesiones de su enigmático Biophilia, no he de negar que el Guincho tenía su talento muy peculiar y resulta siempre un fuerte motivador que talento latino entre en las grandes ligas.
En lo particular mi fascinación con el Gunicho no es permanente, tiene momentos musicales muy buenos, pero igual, hay momentos en los que lo que hace carece realmente de trascendencia, y si de talento latinos se trata, mi voto definitivamente va, sin mucho que pensar a Matias Aguayo, un chileno fuera de serie que ha estado creando discos con un universo sonoro en verdad deslumbrante, heredero de las incursiones de su paisano Ricardo Villalobos en la escena techno minimal alemana.
Aguayo en cierta forma se desamrcò del techno minimal y se intereso fuertemente en transmitir parte de su esencia latina a su aprendizaje techno y la verdad, hay que reconocer y aplaudir que Aguayo lo hizo con estupendos resultados, su disco de hace un par de años Ay, Ay, Ay, en lo particular se convirtió en uno de mis favoritos, mostrando nuevas posibilidades para la creación musical, vía una visión caleidoscópica del sonido,, en el cual todo es posible para Aguayo, ¡Ariel Pink y sus baterìas grabadas con la boca, háganse a un lado!
The Visitor se convierte en el siguiente capitulo formal en la carrera de Aguayo, y a la vez que aguayo continua sus experimentos sonoros, muchos de ellos aún apoyados fuertemente por su habilidad sentido rítmico- vocal, aguayo explota aquí de manera marcada su pasado en el mundo del techno alemán, con ritmos minimales, muchos de ellos irresistibles e insistentes, el disco inicia, como es costumbre con un tema bizarro, que a su vez derrocha la característica sensualidad de los trabajos de Aguayo, Rrrrr, una suerte de observación sobre la pronunciación de la letra “r” en el mundo anglosajón y en el latino, aguayo se arma de escandaloso bajos, juguetonas percusiones y un ritmo que simplemente es adictivo.
Dear Inspector es inequívocamente techno, aunque Aguayo no se limita y añade elementos inusuales a su ya de por si exótica mezcla, que continua de manera genial el momentum de los temas, para llegar a un tema que toma pequeños detalles del motorik y añade algunas dosis de ruido y estática, para fortalecer aún más el brillante sentido del ritmo de Matias.
Pera cuando llegamos a Llegó El Don, nos queda muy claro que si alguien podría reclamar el adjetivo de “tribal” sin avergonzarnos ese es Aguayo, cuyas raíces latinas aquí son resaltadas a más no poder, en la forma de un ritmo simplemente caliente que no podría tener otro origen que América, esa que habla español.
Aguayo derrocha encanto y carisma en cada tema, respalda de manera formidable sus caprichosas creaciones y rimas con una infalible musicalidad que hereda su contundencia del elegante techno europeo, pero cuya raíz dinámica es latina completamente, como queda plasmado en Aonde y en la increíble El Camaròn, probablemente la pieza más poderosa del disco, intensa en ritmos y en entrega vocal.
Aunque Aguayo es reconocido de sobra el ciertas escenas subterráneas, su trabajo es inmediato, hecho para el éxito, y sin duda, comparto la idea con muchos de que el talento de Aguayo va más allá de América, aguayo es un talento mundial, con reconocimiento tanto en América, como en Europa, con colaboraciones que buscan penetrar el mercado anglosajón, como su colaboración, fuera de serie con los Battles, que sin duda anuncian un talento que bien podría ayudar a un veterano como Caetano Veloso a ser relevante una vez más.
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