Abruptum- The Satanist Tunes (1990)

Abruptum- The Satanist Tunes (1990)

“Se ha dicho: -la verdad hará libre a los hombres- la verdad por si sola nunca ha hecho libre a nadie, es sólo la duda la que traerá la emancipación mental.”

Anton LaVey

Cierren sus ojos por un momento e imaginen que el maestro del cine surrealista moderno, David Lynch, tuviera una banda de Black Metal, ¿Grandioso no?, lo más apropiado para que esta banda ensayara no sería un estudio de esos que suelen rentar las bandas, ni siquiera un garaje como se iniciaron muchas bandas en el vecino país del norte, estoy seguro que Lynch ensayaría en el frío y húmedo sótano de su casa, y que esta imaginaria banda de BM sonaría muy similar a mis estimados Abruptum.

Cuando por lo general se piensa sobre el BM, se piensa en Noruega, pensar en Suecia es pensar precisamente en la contra parte del BM, es decir el Death Metal, de ahí que los inusuales orígenes de Abruptum, una inusual banda de BM nos lleve a Suecia y no a Noruega, y de ahí que desde sus inicios los Abruptum hayan generado tanta expectativa, tanta mística, como los Faust en la época del krautrock alemán, a diferencia del DM, los Abruptum no sonaban nada técnicos, más atrevidos y afines a la forma libre y a diferencia del BM común, los Abruptum sonaban extremadamente lentos, acercándose a lo etéreo, por si todo esto fuera poco, sus temas poco o nada tenían en común con ninguna de las estructuras tradicionales de ambos géneros, las guitarras si bien , podría decirse que sonaban como sierras eléctricas, estas parecieran en lugar de cortar y destazar cuerpos, sonaban como si la banda estrellaba aquellas sierras contra objetos aleatorios consiguiendo estridentes sonidos metálicos, cercanos al desorden industriales de los alemanes Einsturzende Neubauten, añadamos a eso la extraña naturaleza de las baterías, que asemejaban el errático avance de un gigante alcoholizado, muy cercano a derrumbarse en cualquier momento.

En el caso de los Abruptum, lo extremo se interpretaba de muchas maneras, en su desprecio por las estructuras musicales más básicas o las letras más comprensibles, en ellos todo parecía una enorme improvisación malévola, un rito grotesco capturado auditivamente para el horror del escucha, iniciándose con los tambores casi rituales, acentuado por las chirriantes guitarras y los gritos estremecedores de su "vocalista", o como se solían rumorar, de un bizarro ser casi humano encerrado en un calabozo, sometido a espantosas torturas con el fin de obtener aquellos desgarradores gruñidos.

Resulta insólito que el líder de los tremendos Mayhem, el difunto Euronymus, ese que moriría presuntamente asesinado por Varg Vikerness, declararía a los Abruptum como la "esencia auditiva de la maldad pura", todo un elogio viniendo de un miembro de los malévolos Mayhem, padres directos del BM y figura central del movimiento cuando este adquirió tintes sanguinarios de historia de terror.

Escuchando The Satanist Tunes (un título que denota el grotesco sentido del humor de la banda), cinta demo de la banda grabado en 1990, encontraremos un sin fin de ideas primitivamente puestas en acción, siniestras baterías que pretenden ensombrecer todo, guitarras que nunca se definen de una manera clara y que mejor se avocan a sumar ruido puro a este ensordecedor caos, y en lo particular a mí me resulta muy interesante el agregado de los teclados, que definitivamente añaden profundidad y un asombroso fondo a todo esta turbulencia sonora imposible de prever en cualquier momento.

The Satanist Tunes me recuerda en esencia a un Marquee Moon de los Television, y probablemente la comparación les parecerá en exceso absurda, pero a mi punto de vista, con este disco, los Abruptum hicieron con el Black Metal lo mismo que los Televisión con el punk, al situarse en tiempo antes que el apogeo del género, y musicalmente brincándolo a la siguiente etapa, en el caso de los Abruptum situándose como pioneros del Black Ambient Metal, en el caso de los Television como pioneros del Post Punk.

Un disco que probablemente nos pudiese explicar con palabras más actuales la sorpresa que les debió provocara muchos escuchar por primera vez el Fun House de los Stooges a principios de los 70s.