¡Viene, viene, Venezuela! (Aprender en cabeza ajena)



¡Viene, viene, Venezuela!

“No hay retorno.”
Hugo Chávez

México, nuestro maltrecho país, hoy se encuentra en una etapa complicada, por un lado la aprobación al gobierno en niveles históricamente bajos, nuestro sistema político, y nuestra amañada democracia, cuestionados más que nunca, como resultado, una economía paralizada y una rampante corrupción que parece cometerse sin el más mínimo reparo.

México ha vivido hasta el día de hoy un sistema bipartidista apenas inaugurado hace poco más de 14 años un sistema en los cuales un partido de centro y uno de derecha se han turnado en el poder, en el cual el cambio de poderes del centro a la derecha en el año 2000 prometía cambios profundos en el país, cambios que nunca se dieron y que se hicieron a un lado en favor de mantener el estatus quo, dándonos una lección que todos ya sabemos, pero que pareciéramos querer recordar siempre: “El poder corrompe.”

México hoy se encuentra decepcionado y desesperado, admirando aquella frase que dice: “Situaciones extremas demandan medidas extremas”, si, suena bien, pero esas medidas extremas no son sinónimo de buenas medidas, convengo en que hace falta un cambio urgente, pero la vía violenta, con amenazas de sublevación civil no considero sea la adecuada, tampoco la promesa color rosa de los populistas, los cuales aseguran tener las respuestas para todo, pero no nos dicen como lo harán, o cuando nos revelan parte de sus "soluciones" están resultan ser descoloridas modificaciones de los sistemas actuales, o peor aún, ecos de viejos sistemas que ya demostraron su poca funcionalidad al hundirse las utopías que las promovían, léase la extinta URSS, la golpeada Cuba o muy dañada Venezuela.

México hoy se asemeja mucho a la Venezuela pre Chávez, con una desigualdad lacerante, con una ciudadanía desesperada y con una economía debilitada, la solución bipartidista de nuestro sistema democrático parece crear más decepción que esperanza, y el futuro parece irse poco a poco llenado de oscuros nubarrones, la luz parece alejarse de nosotros mientras caminamos por un oscuro túnel, y la solución no parece encontrarse en nada de lo que tenemos.

Venezuela tomo una peligrosa decisión hace años, y la subsecuente novela cada vez resulta menos entretenida y no parece terminar, Venezuela a optó por una tercera opción a ese bipartidismo, optó por el caudillo, por el populista diferente a los políticos de siempre, ese que prometía ayudar al pobre y vigilar al rico, ese que rescataría al indefenso y defendería los intereses de la nación, así fue como Hugo Chávez llego al poder en Venezuela, un populista sin muchas propuestas económicas o soluciones políticas, pero eso sí, mucha carga emotiva, apeló no a la inteligencia del electorado, sino a sus sentimientos, y ganó, democráticamente llegó al poder, aunque no por la vía democrática se las ingenió para mantenerse, destino grandes recursos a darle regalos al pobre, y si lo educó, pero a la manera "prusiana", para ser dócil y obediente, no supo atraer a la inversión, ya que el empresariado nacional y extranjero se sintió amenazado y salió del país, sin creación de empleos se aferró a la principal fortaleza venezolana, su petróleo, apostó a este su última carta y ganó, ganó cuando China crecía a pasos agigantados y demandaba recursos energéticos para sostener ese crecimiento, pero su apuesta era a un recurso finito, a algo material que tarde o temprano se agotaría, su apuesta era a el desarrollo extranjero y no al nacional, y su apuesta se vino abajo antes del fin de sus días.

El chavismo sigue vivo en Venezuela gracias al presidente Maduro, sucesor de Chávez, quien pareciera haber hecho todo mal para hundir el sueño del chavismo, de la revolución bolivariana o del comándate Chávez, pero este castillo que se derrumba en épocas de Maduro estaba mal cimentado desde las épocas de Chávez, la apuesta fue a vender los ricos recursos naturales del país, en lugar de crear riqueza atreves de los ciudadanos, mediante educación, libertad, innovación y tecnología, la riqueza de recursos sería la perdición de Chávez, esa supuesta riqueza material no le dejó ver la riqueza más importante, la que se encuentra dentro de los ciudadanos y a esa a la cual países exitosos como Israel o Corea del Sur le han apostado y que tanto les ha redituado.

Hoy México se encuentra en una posición similar a la de la Venezuela pre Chávez, cada error de los dos partidos que han compartido el poder abona más y más en favor de los caudillos, de los populistas, de las medidas extremas, de los sentimientos y nos desvían más y más de la razón, la inteligencia y los hechos, es un juego sencillo para los populistas, para los caudillos, dejar que el gobierno cometa más y más errores, cada error inclina la balanza más y más a su favor, cada error los hace más perfectos a ellos (el que poco hace nunca se equivoca, sólo el que se arriesga puede cometer errores), pero me pregunto yo, ¿Dónde están esos caudillos hoy en tiempos difíciles? ¿Cómo están luchando por el país en estos momentos complicados? ¿Cómo están ayudando a que no se hunda el país? Quedarse esperando en la sombra a que el país se venga abajo para aprovecharse no es de gran ayuda, es cual buitre esperar a devorar al animal herido, es convertirse en una creatura de rapiña esperando a devorar la carroña, es sacar provecho personal de la desgracia de la nación.
Señores caudillos, señores populista el momento es ahora, si tienen la solución a los problemas del pais como lo presumen, no lo guarden para su turno, pongan esas propuestas sobre la mesa en este momento, eso es lo honorable, eso es lo ético eso es lo que necesita el pais en este momento, una colaboración abierta para sacar el país adelante, si esto funciona y si sus ideas nos sacan adelante, tendremos la confianza, para seguir el camino que señalan, gánense el voto con acciones, no con promesas, porque si Venezuela sigue en pie, bajo la dura bota del chavismos, ya no es por las acciones sociales Chávez, por la popularidad de Maduro, o por la riqueza del sub suelo, es porque el chavismo ha conseguido poner a la gente de su lado gracias a la creación de un enemigo externo, como hacen todos los populistas en Rusia, en Argentina, en muchos otros lugares, ¿Nos falta un enemigo externo para finalmente caer indefensos ante las garras del populismo e irnos hacia el vacío?


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