Andy Moor y Yannis Kryakides- A Life is a Billion Heartbeats (2014)
Andy Moor y Yannis
Kryakides- A Life is a Billion Heartbeats (2014)
“No queremos que Europa vaya por un camino catastrófico, así que si
queremos salvar a Europa, necesitamos cambiar de dirección.”
Alexis Tsipras
Los días avanzan a
paso inexorable y el plazo se va terminando, el momento de la verdad (¿Trágica?
¿Triste?) Para el nuevo gobierno de Grecia está por llegar, en esta suerte de
pulso suicida con la Unión Europea, el gobierno griego encabezado por Alexis
Tsipras y su ministro de finanzas Yanis
Varoufakis siguen presionando duro para sacar adelante las promesas que
hicieron al electorado y que los llevaron al poder, más la amenaza de un país
por dejar la UE, siempre será menor a la amenaza de que varios más la dejen o
que finalmente termine derrumbándose esta, por lo que las negociaciones de
Grecia con el fin de quitar la deuda parecen encaminadas a fracasar, en su
lugar, Tsipras y Varoufakis deberán rápidamente idear un plan para hablar honestamente
con el pueblo griego, reconocer la imposibilidad d cumplir las promesas y buscar
un efectivo equilibrio entre la reducción del programa de austeridad que tiene
tan afectada al pueblo griego, sin dejar de pagar las monumental deuda
existente, la otra salida, una que pudiese ser un gran salto al vacío, es
buscar el apoyo ruso y poner a disposición de Putin y sus planes maquiavélicos a
una nación más embaucada por el discurso populista, que ya empieza a salir a la
superficie con el gobierno de Grecia señalando enemigos externos como la UE, o
el nazismo.
Conocí el rebetiko a través de algunas entrevistas del grupo
holandés The Ex, en las cuales hacían referencia al género musical griego y a
su gusto por ello y luego de escuchar a las grandes figuras de este movimiento
apenas conocido, pero muy apreciado en Grecia, Rita Abatzi, Roza Eskenazi y
Marika Papagika, empecé a hacer aficionado a este.
Originado como una suerte de canto triste en los barrios bajos
del país helénico, principalmente floreciente entre los refugiados turcos que
llegaban a este país en busca de una mejor vida (algo similar pasa en todas las
grandes fronteras como entre EUA y México), quedando atrapados en los barrios
más bajos, en canciones infrahumanas y con todo tipo de carencias, reflejando a
través de esta desoladora música los pesares de su vida como refugiados en un país
ajeno a ellos, que les ofrecía poca protección y pocas oportunidades.
Parte de las excursiones musicales, siempre interesantes de
los Ex, han sido en varios tipos de música folclórica no sólo europea, como en
el caso del ya mencionado rebetiko, sino también en la música africana, en especial
la etíope, con cada uno de los miembros de la banda interesándose y
especializando en diversos e interesantes géneros, en el caso específico del
guitarrista Andy Moor, buscando sumergirse, muy a su manera en este género
griego, que hoy pareciera cobrar nueva significancia ante la atribulada situación
actual de Grecia.
En compañía del compositor artista de sonido griego Yannis
Kryakides, ambos se sumergen en la historia oscura de un género triste y nostálgico,
una especie de blues, bolero o tango griego, cantado con dolor desde una alma
atribulada, eso sí, creando una versión muy propia del género, sin caer en la
explotación pura de la nostalgia, sino tomando elementos y convirtiéndolos en
un tipo nuevo de música, en algo diferente, con una fuerte inclinación a la experimentación
y llevando un género que pareciera cosa del pasado, directamente al futuro.
Andy Moor consigue darnos una perspectiva musical
completamente diferente al anarcho punk que le conocemos durante su
participación con los The Ex, aquí, Moor se adentra en el corazón desgarrado de
los pueblos bajos de Grecia y además de re crear con inteligencia el sonido de
la cuerdas tan característico del género, consigue dirigirlo en un choque
frontal con los ejercicios un tanto abstractos y disonantes de Kryakides,
logrando de esta manera desarrollar un estudio muy singular de la música
griega, sin perder nunca el vanguardismo sonoro y el deseo de crear algo más.
Por segunda ocasión, Moor y Kryakides nos entregan un capítulo
más de esto que pareciera una labor de intensa curiosidad, de genuino amor y de
osada experimentación, A Life Is A Billion Heartbeats encuentra a estos dos
creadores musicales en estupenda forma, con un trabajo que por mucho supera al
primero, honrando a los ídolos del pasado, demostrando que esa vieja música resulta
más actual que nunca y exponiendo las posibilidades del genero hacia el futuro.
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