El Oxido Nunca Duerme
El Oxido Nunca Duerme
Por: Erreh Svaia
El Craneoscopio
Decía el gran pintor Pablo Picasso: “Siempre estoy haciendo lo
que no puedo para poder aprender cómo hacerlo”, el aprendizaje es fundamental,
el privilegio y la oportunidad de siempre estar aprendiendo algo nuevo, es la
manera en que los seres humanos nos mantenemos vigentes, es la forma en que
mantenemos a nuestro cerebro activo, y la manera en que evitamos que éste se
atrofie y nos volvamos obsoletos, “el óxido nunca duerme”, decía la publicidad
de la empresa Rust-Oleum, fabricante de pinturas y recubrimientos, y sería el título
que tomaría el legendario músico Neil Young para uno de sus más celebrados discos,
Rust Never Sleeps, que grabó con el grupo Crazy Horse, el disco, era una suerte
de concepto por parte de Young, sobre el rompimiento de paradigmas en su
carrera y buscar derrotar a la complacencia con el fin de desarrollar su lado
creativo, así, el disco fue principalmente grabado en vivo, suprimiendo los
sonidos de la audiencia, añadiendo partes grabadas en estudio, agrupando varios
estilos dispares y dividido en “dos caras”, una acústica y una eléctrica,
muchos considerarían Rust Never Sleeps como el mejor disco de la carrera de
Young, con temas como “My My, Hey Hey (Out of the Blue) en forma acústica, que
se repetía al final del disco como Hey Hey, My My (Into the Black) de forma
eléctrica (con algunas modificaciones en la letra) y que contenía la icónica
frase, “its better to burn out, than to fade away” (“es mejor arder que desvanecerse”),
sin duda todo un alegato por parte de Young, que ya desde entonces abanderaba
una lucha por reinventarse y experimentar de forma continua, misma que seguiría
durante toda su carrera, hasta nuestros días, con casi 40 discos bajo el brazo,
sin repetirse, siempre con nuevas propuestas y sin miedo a experimentar.
En cierta forma la carrera y los solos de guitarra de Neil Young,
obedecen a una lógica anárquica, que busca romper moldes, dentro de su banda,
también las jerarquías hasta cierto punto son relegadas, y la personalidad de Young
se disuelve con plena confianza en las capacidades de su grupo de músicos, dichas
dinámicas pudiéramos encontrarlas también en gente como el empresario brasileño
Ricardo Semler, quien en medio de un conservador y autoritario ambiente brasileño,
uso su empresa Semler, para cambiar las reglas de los negocios y abrir camino a
muchas innovaciones que se volverían imprescindibles hoy en día, otras, incluso
siguen siendo inauditas para muchos, Semler, Ricardo optó por una total transparencia
en los estados financieros de su empresa, de forma que cualquiera de sus
empleados de todo nivel tenía acceso a los datos, y podían opinar y participar
en la toma de decisiones, hizo responsable a cada uno en lo individual, de sus decisiones
respecto a horario laboral y salario, siempre orientados a resultados y siempre
con evaluaciones aplicadas a todos los miembros de la empresa en todas
direcciones (así los jefes se evaluaban entre sí, evaluaban a sus superiores y
eran evaluados por sus subordinados), adicional a esto, Semler hizo partícipes
a todos los empleados de las ganancias de la empresa, si las decisiones de los
empleados eran buenas, la empresa y todos ganaban, Semler trató como adultos
responsables a todos y cada uno de los miembros de la empresa, ¿Lógico no,
todos eran adultos? No tanto, si consideramos que, en muchas empresas, los
gerentes se empeñan en ver a sus subordinados como adolescentes incapaces de
asumir responsabilidades y tomar decisiones, la principal condición que Semler
pedía a sus empleados para lograr este nivel de confianza, libertad y flexibilidad,
era la integridad.
Sin duda Young y Semler, dentro de sus muy diferentes
visiones y profesiones, también buscaban lo mismo en su gente, para “evitar
oxidarse”, les daban confianza, total libertad y flexibilidad, esto con el fin
de alcanzar niveles interesantes de responsabilidad y creatividad (obviamente permitiéndoles
generar un aprendizaje al hacer las cosas diferentes), así en ocasiones Young
se veía “influido” por los Crazy Horse, y Semler se beneficiaba del ambiente
propicio que permitía a sus empleados a intentar nuevas ideas (ambos sabían que la única manera de saber las capacidades reales de quienes les rodeaban, y de ellos mismos, era la libertad y la confianza), decía Tom Peters:
“Haz pruebas rápido, ejecuta rápido y ajusta rápido”, y al parecer, Young y
Semler, aplicaban éstos principios para mantener sus visiones artísticas y
empresariales vigentes, para sacudirse “el óxido”, para romper paradigmas de forma
radical y para no atrofiarse, convendría que aplicáramos un poco de esto en
nuestras vidas, el óxido no descansa, y para evitarlo, hay que mantenernos en
movimiento, mantenernos íntegros, responsables, y creativos.
Aprendizaje, libertad y creatividad van de la mano para
seguir innovando, crear el ambiente propicio para que todo esto se dé, no es
cosa fácil, pero el ambiente y la agilidad para experimentar y ajustar son
puntos importantes para no atrofiarnos.
Comments
Post a Comment