The Jeff Beck Band, Beck-Ola, 1969, Una Reseña





The Jeff Beck Band, Beck-Ola, 1969, Una Reseña

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

 ¡Qué enorme diferencia hace una sección rítmica! Esa es la primera impresión que me viene a la mente cuando comparo el primer disco de la Jeff Beck Band, Truth, contra el segundo, titulado Beck-Ola, y es que si la banda hubiese imprimido el sonido de su segundo disco, en 1968, seguramente que estuviéramos hablando hoy en día de Rod Stewart y de Jeff Beck, con la misma o con más reverencia de la que usamos hoy para hablar de Jimmy Page y Robert Plant, desafortunadamente, para cuando Beck-Ola salía a las calles, la banda ya no existía, Stewart y Wood la habían dejado para irse a formar los Faces, y Beck permanecía fuera de combate por un año tras un accidente de motocicleta, casi imposible negar que Stewart, Beck y Wood estaban ya muy cerca de su máximo potencial como grupo, con un Stewart épico en las vocales, Beck más innovador que nunca y un Wood estruendoso y desafiante en el bajo, si a eso sumamos el papel del pianista Nicky Hopkins, ya como miembro oficial de la banda, y el excelso y brutal trabajo del baterista  Tony Newman, a quien Beck había traído específicamente con la misión  de hacer más pesada a la banda, quedaba claro que la banda se había consolidado como un verdadero ariete imparable de música pesada.

Imposible negar la monstruosa vocación de Newman en la batería, una adición bastante atinada por parte de Beck, quien se había cansado de la “fineza y precisión” de su anterior baterista, sumado al trabajo  Ronnie Wood, ésta vez totalmente fascinado con la capacidad destructiva de su instrumento, retando a Beck en cuanto a imaginación, con ambos sumando de forma prodigiosa al sonido de la banda, con un Stewart maravilloso en temas como All Shook Up, temerario, lleno de desbordante confianza y desnudando su alma como los grandes, al tiempo que las líneas de piano de Hopkins levantan el ambiente creando el espacio propicio para la inusual experimentación eléctrica de Beck, quien se avoca a romper los clichés del instrumento y a encontrar abundante territorio inexplorado con el instrumento,  de una forma inaudita, así es como arrancaba un disco fuera de serie, uno más que ésta banda configuraba en escasos meses de efervescente inspiración.

Spanish Boots es otro monstruoso certamen de demolición entre todos los participantes, con las guitarras de Beck al rojo vivo, un Stewart llevado al extremo de sus capacidades, y unos Newman y Wood totalmente extraordinarios, imponiendo sus cartas de forma prodigiosa, dándose la oportunidad de visitar a Elvis en Jailhouse Rock de una forma extraordinaria, reclamando con gran potencia su lugar entre los grandes, aunque con el tiempo en su contra, considerando que bandas como Led Zeppelin les empezaban a ganar terreno en exploraciones estridente, gracias a un vanagloriado disco de debut que ya abordaba terrenos simulares, al tiempo que empezaba a hacerse notorio el interés de Stewart por volar sólo y regresar más a sus raíces musicales con mayor inclinación al rock n roll tradicional con toques de folk rock, alejándose de ésta aventura llamada heavy metal años más tarde, aun así es un espectáculo escucharlo en temas como Plynth, en el que pareciera que la Jeff Beck Band y en específico Jeff, son capaces de todo literalmente.

Hay temas aplastantes como Rice Pudding, que no sólo dan muestra del papel de la JBB en la creación del heavy metal, sino que además muestran a una banda visionaria conjuntando elementos de una forma poco visto en esa época, el solo pensar que la banda tenía un lugar en Woodstock, y que no llegó por su disolución semanas antes del legendario festival, sólo nos deja pensando lo que pudo haber sucedido si Beck y Stewart hubieran pisado ese escenario junto a Hendrix, Joplin y los Who, consiguiendo ese nivel de exposición en el festival icónico de la época, que hice leyendas a los músicos ya mencionados, seguramente muchas cosas hubiesen sido muy diferentes, seguramente Beck, Stewart, Wood, Hopkins y Newman hubieran encontrado la manera de seguir juntos y hacer un intento más, tal vez, el momento ya había pasado y éstos discos como muchos otros, a pesar de su monumental aportación, simplemente estaban destinados a permanecer “bajo el radar”, como grandes favoritos que nunca fueron lo suficientemente populares entre las masas, pero el talento y los temas, ahí están para la posteridad.

Comments

Popular Posts