¿Un Meta Gobierno Para México?

¿Un Meta Gobierno Para México?

Por: Erreh Svaia

El Craneoscopio

Veámoslo así, uno de los principales objetivos del presidente Andrés López, es crear una “nueva corriente de pensamiento” que lleve a México en una dirección muy distinta al “maldito neoliberalismo” de los últimos 40 años, claro, el presidente no es un ambicioso vulgar, pero su tipo de ambición, está muy cercana al mesianismo, pensar que puede crear una “nueva corriente de pensamiento” en 6 años, sin duda resulta más pretencioso de lo que verdaderos innovadores del pensamiento, como Buda, Jesús o Marx llegaron a conjugar en su tiempo, y cae precisamente en territorios peligrosos de gente como Stalin, Hitler o Pol Pot, cuya ambición fue más allá del bienestar de su pueblo y cayó precisamente en los excesos del autoritarismo, luego de leer el más reciente libro del presidente (que lamentablemente no cayó en la semana del Buen Fin, lo que debió molestar bastante al presidente) “Hacia Una Economía Moral”, lejos de encontrarnos con un tratado económico a la altura de pensadores de izquierda como Thomas Piketty, o de Joseph E. Stiglitz, nos encontramos con otro capítulo extraído de la conservadora mente del presidente de la república, para quien la imposición de su “visión moral”, parece más primordial que cualquier otro tema en la agenda nacional.

“Hacia Una Economía Moral” cae nuevamente en el sin fin de contradicciones en los que gusta deambular el presidente, lejos de mostrar datos duros y teorías económicas de vanguardia, lo que tenemos es una vez más la misma diatriba contra la corrupción (que parece más una cacería contra sus “adversarios”, que deja impunes, felices y dichosos, a quienes muestran sumisión hacia él, ¿Alguien dijo Manuel Bartlett, René Bejarano o Ricardo Salinas?), contra el “neoliberalismo” (al que el presidente pareciera acercarse cuando hablamos de un gobierno esbelto a “raja tabla”, recorte a apoyos a varios sectores, despidos masivos a la alta burocracia, compras por adjudicación directa a allegados, profundización en la militarización en el país (con más de 30 mil asesinatos en lo que va del año, lo cual denota un gran fracaso), su renuencia a dar solidez al país mediante una reforma fiscal que capte mayores recursos para el gobierno, o su bien sabida cercanía a personajes como José Antonio Meade, ex candidato a presidente por el PRI, quien por momentos pareciera fungir como “asesor” desde su puesto dentro de HSBC, otorgando líneas de crédito al gobierno actual.

Al final, “Hacia Una Economía Moral”, deja mucho que desear en el aspecto “económico” y confirma lo que ya es bien sabido, el presidente no entiende de temas macro o micro en cuanto a economía se trata, ni le interesa saberlo, pero eso sí, la manipulación de temas morales lo pone definitivamente en terrenos más de un gobierno conservador, que de uno de “izquierda”, impulsando un proyecto que parece más arraigado al conservadurismo de extrema derecha de unos PIS en Polonia, o incluso al fundamentalismo que aspira a conseguir el gobierno de Recep Tayyip Erdogan en Turquía, o incluso a esos gobiernos teológicos en que un líder religioso se encuentra por encima del gobierno electo, de ésta forma, a lo que el presidente López termina aspirando, es a crear su propia versión de una “religión de estado”, al control “moral” del ciudadano, a “evangelizar” desde su tribuna política, con un plan que va incluso más allá de un período de 6 años, o más allá de un partido político, cuando vemos que ha amenazado con dejar al partido político que lo respaldó (Morena) y se alzan nuevos aparatos políticos como un nuevo PANAL, Redes Sociales Progresistas, un nuevo PES y Ruta 5, proyecto de ultra derecha por parte de Manuel Espino, los cuales parecieran ser parte de un frente más a la derecha extrema, que a la izquierda que ha pregonado el presidente, al final, “Hacia Una Economía Moral”, no tiene nada de económico, revela el proyecto “meta partidista y meta político” de Andrés López, que no es otra cosa que una plataforma descarada de control y proyección del “Lopezobradorismo”, el culto a la personalidad disfrazado de propuesta política.