Ben Frost-By The Throat
Sería difícil para mi, dejar de reconocer este disco como uno de los más grandes de la década, y es que si bien, Frost nos ha dado anteriormente un buen disco y otro excelente (Steel Wound y Theory of Machines, respectivamente), esta vez, cualquier expectativa a sido rebasada, su música es impresionante, fácilmente atraviesa el aspecto sonoro y se transforma en una experiencia audiovisual, y es que es difícil el no imaginarse todo el trance desarrollado por Ben Frost en este increíble By The Throat.
Si bien Theory of Machines era un disco, un tanto robótico, mecánico o muy calculado, como quieran llamarle, este By The Throat es completamente lo opuesto, salvaje, furioso, animal, sangriento, es la sensación de frío, soledad, lobos, instinto y supervivencia, ustedes hagan la historia que quieran, Frost les da la base, la atmosfera, la adrenalina y el soundtrack, esos terroríficos gruñidos en The Carpathians, pone a cualquiera los nervios de punta, la música de Frost alcanzó niveles fríamente mecánicos con esas descargas controladas de distorsión y ruido en Theory of Machines, ahora Frost hace un viaje a través del más puro instinto animal, sus raíces minimalistas siguen vigente más que nunca, referencias sonoras a gente como Arvo Part, Messiaen y demás músicos “sacros” se manifiestan en cada momento, las líneas de bajo fluyen de manera dolorosa, la distorshón hasta las nubes, como si Frost hubiese digerido bastante la música de gente como Burial , si, parafraseando un poco la canción de aquel “mediocre vocalista hijo de otro vocalista no tan mediocre”, esta es casi una experiencia religiosa, Frost mezcla maravillosamente lo perversamente instintivo con lo sublime y sagrado, su música va de la calma espectral, a la violenta tensión, Frost se manifiesta igualmente admirador de gente como Arvo Part, Chris Watson, The Deftones, Trent Reznor y Michael Gira, lo cual nos puede dar una amplia referencia de la experiencia ante la cual nos encontramos, la espiritualidad de Part, los impresionantes sonidos de la naturaleza de Watson, el volumen de unos Deftones, el sonido frio de Reznor y el minimalismo atormentado de Gira y sus Swans.
Frost, nativo de Australia reside ahora en Islandia, dónde se ha hecho parte de la llamada Bedroom Community o comunidad de productores y músicos de “habitación” por decirle de alguna manera, gente como Nico Muhly, Valgeir Sigurdsson y Sam Amidon, quienes participan en este disco, por otro lado también la inclusión de las exquisitas cuerdas de los Amiina, nativos de Islandia, sin duda ese país ha resultado ser una poderosa fuente de inspiración para Frost, quien hace maravillas con el material proporcionado por el grupo de Death Metal/Grindcore Crowpath, cuyo material llama “materia prima” y que procesa de una manera extraordinaria para llevarnos de los extremos sonidos religiosos de Part a la dureza del metal más pesado.
Haciendo alusión a alguna entrevista de Frost señala que platicando con Oren Ambarchi, otro genial músico australiano, definió su música señalándole un disco de Arvo Part y de los Deftones y le peguntó a Ambarchi que musicalmente que había en medio, Ambarchi, no supo que contestar y frost le señaló que él se encontraba en medio de esos dos espectros, lo cual me resulta increíble, pero en la mezcla, Frost nos deja muy claro que habla en serio.
Si bien Theory of Machines era un disco, un tanto robótico, mecánico o muy calculado, como quieran llamarle, este By The Throat es completamente lo opuesto, salvaje, furioso, animal, sangriento, es la sensación de frío, soledad, lobos, instinto y supervivencia, ustedes hagan la historia que quieran, Frost les da la base, la atmosfera, la adrenalina y el soundtrack, esos terroríficos gruñidos en The Carpathians, pone a cualquiera los nervios de punta, la música de Frost alcanzó niveles fríamente mecánicos con esas descargas controladas de distorsión y ruido en Theory of Machines, ahora Frost hace un viaje a través del más puro instinto animal, sus raíces minimalistas siguen vigente más que nunca, referencias sonoras a gente como Arvo Part, Messiaen y demás músicos “sacros” se manifiestan en cada momento, las líneas de bajo fluyen de manera dolorosa, la distorshón hasta las nubes, como si Frost hubiese digerido bastante la música de gente como Burial , si, parafraseando un poco la canción de aquel “mediocre vocalista hijo de otro vocalista no tan mediocre”, esta es casi una experiencia religiosa, Frost mezcla maravillosamente lo perversamente instintivo con lo sublime y sagrado, su música va de la calma espectral, a la violenta tensión, Frost se manifiesta igualmente admirador de gente como Arvo Part, Chris Watson, The Deftones, Trent Reznor y Michael Gira, lo cual nos puede dar una amplia referencia de la experiencia ante la cual nos encontramos, la espiritualidad de Part, los impresionantes sonidos de la naturaleza de Watson, el volumen de unos Deftones, el sonido frio de Reznor y el minimalismo atormentado de Gira y sus Swans.
Frost, nativo de Australia reside ahora en Islandia, dónde se ha hecho parte de la llamada Bedroom Community o comunidad de productores y músicos de “habitación” por decirle de alguna manera, gente como Nico Muhly, Valgeir Sigurdsson y Sam Amidon, quienes participan en este disco, por otro lado también la inclusión de las exquisitas cuerdas de los Amiina, nativos de Islandia, sin duda ese país ha resultado ser una poderosa fuente de inspiración para Frost, quien hace maravillas con el material proporcionado por el grupo de Death Metal/Grindcore Crowpath, cuyo material llama “materia prima” y que procesa de una manera extraordinaria para llevarnos de los extremos sonidos religiosos de Part a la dureza del metal más pesado.
Haciendo alusión a alguna entrevista de Frost señala que platicando con Oren Ambarchi, otro genial músico australiano, definió su música señalándole un disco de Arvo Part y de los Deftones y le peguntó a Ambarchi que musicalmente que había en medio, Ambarchi, no supo que contestar y frost le señaló que él se encontraba en medio de esos dos espectros, lo cual me resulta increíble, pero en la mezcla, Frost nos deja muy claro que habla en serio.
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