El Peligroso razonamiento de la Nueva Fe
El Peligroso razonamiento de la Nueva Fe
Cualquier cosa popular es
populista, y populista es raramente un buen adjetivo.
Brian Eno
Empecé a escribir esta pieza hace
ya varios meses con la idea en mente de cómo nos hemos hecho desconfiados como
país, no se trata de que yo les diga que hay que tener fe, esperanza y que
volvamos a creer de la nada, no se trata de que el orgullo patriótico resultado
de un buen desempeño de una selección nacional nos desborde y queramos
arrojarnos con el lábaro patrio cual niño héroe, de hecho, sobre lo que quería
escribir es sobre la sed que tiene el país de creer, la desesperación ante la
gran solución que nunca llega, la
desesperación por nunca poder ver la tierra en medio de interminables
tempestades, y es que esta desesperación asusta, ya que se presta para el auge
de falsos profetas, de embaucadores y de sujetos para los cuales las promesas
son fáciles de hacer, pero no están interesados en cumplirlas.
Años de decisiones erróneas y de
gobiernos abusivos y autoridades corrompidas hasta la médula nos han hecho un
pueblo desconfiado, y lo peor es que en el resto de América la situación no es
muy diferente, y podemos incluir a Europa de paso, hoy en día Europa se abraza
de su pasado nacionalista, ese que fuego que avivo reinados de terror, reichs sangrientos, crímenes étnicos y
guerras mundiales, Europa vuelve a ver su pasado belicoso y las divisiones
vuelve a surgir pretendiendo echar a tierra el avance de la Unión Europea,
Europa debe resolver por sí misma nuevamente estos conflictos y evitar en lo
posible el llamado de la intolerancia y el odio, ese que empieza a retomar fuerza
y que nuevamente busca culpables a los males de la actualidad, en lugar de
buscar soluciones ingeniosas y de lograr acuerdos.
Mientras que en Europa un monstruo
revive en América otro vuelve a la vida de igual manera, el de la presencia
militar, ese que mantuvo al continente asolado y en constante derrame de
sangre, ese que conoció América del Sur de la peor manera, con despiadados
gobiernos en Argentina, Brasil, Chile, etc, hoy vemos en Brasil como el
gobierno de Dilma Rousseff en Brasil usa la fuerza militar para reprimir el
descontento del pueblo de la misma manera en que las dictaduras militares lo
hicieron con ella en su años en la guerrilla, ¿Tan rápido nos hemos olvidado de
nuestras lecciones de historia?
¿Y qué decir de México, Dónde la
desesperación nos ha llevado al surrealismo puro al permitir que reviviera
nuestro peor lastre del pasado, el PRI, o que nos ha hecho a asomarnos
nuevamente al borde del populismo con
caudillos rencorosos que creen tener la respuesta para todo ellos solos?
Estamos tan cerca de repetir los errores del pasado, y no es sólo México, es el
mundo entero.
Al día de hoy en México y en el
resto del mundo no creemos en la ONU, no creemos en el capitalismo, no creemos
en el socialismo, no creemos en los presidentes, no creemos en los funcionarios
públicos, no creemos en los partidos políticos y estamos cerca de dejar de
creer en la religión que hospeda corrupción, intolerancia y pederastia.
Tristemente en lo que si creemos es
en las estrellas de rock, a quienes confiamos nuestros sueños y a quienes hemos
convertido en héroes a pesar de sus autodestructivas vidas, creemos en
Hollywood y en sus actores, que ni siquiera actúan de verdad, eso nos han hecho
creer y eso han hecho a muchos aspirar a convertirse, olvidarse de una familia,
olvidarse de un empleo, olvidarse de levantarse temprano a trabajar todos los
días, olvidarse de cuidar sus cuerpos y vivir lejos de una realidad, a
perdernos en un mundo de fantasía, para despertar y volver a creer en
monstruos.
Para qué tanto pesimismo amigo mío, vamos a mirar el mundo con más esperanza si no pa qué, agarro mis cosas y me voy, como dice Alexis Sánchez.
ReplyDeleteTienes toda la razón amigo mío, hay que ver el futuro con decidida actitud de que saldremos adelante, de que lo resolverlos de la mejor manera, aunque hoy, el mañana parezca sombrío ow parezca que hemos olvidado nuestros errores de antaño
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