Molotov- Agua Maldita (2014)
Molotov- Agua
Maldita (2014)
“He visto cero evidencia de que cualquier país en la Tierra tenga
siquiera una remota clave de lo que es la comida mexicana, o que se puedan
acercar a prepararla, tal vez sea el país y la cocina más incomprendida del
mundo.”
Anthony Bourdain
Muchos dicen que Molotov son unos Maná con malas palabras, y
mientras que los Maná quisieran detener para siempre el tiempo y hacer refritos
rebajados de los The Police para adolescentes, hay que admitir que musicalmente
los Molotov se han atrevido a cosas distintas, nunca saliéndose del todo del
aspecto comercial, de hecho las malas palabras, lejos de hacerles inaccesibles
para los medios, como ellos quisieran hacernos pensar, son ganchos directos, el morbo vende y lo
saben bien, por ello lo explotan tan bien como descaradamente lo hiciesen en
sus tiempos los 2 Live Crew, Eminem o Miley Cyrus.
Agua Maldita es la producción más reciente de esta banda que
más que admirables su retórica de secundaria, musicalmente se dan oportunidades
que ya quisiéramos muchos más tomasen aquí en México, y es que esos bajos,
guitarras y remates duros en la primer pieza del disco, Oleré y oleré y oleré
el UHU (una oda al pegamento que usaba mamá para sus manualidades) no les pone
al frente de la vanguardia musical, pero si les muestra mucho más atrevidos y
proponentes que muchos, salvo el idioma, el principal acierto de Molotov bajo
mi óptica es que musicalmente escapan de sonar a un grupo enteramente mexicano,
aún y que la producción les hunda de vez en cuando, como en La Raza Pura Es La
Pura Raza que bien pudo funcionar como uno de esos originales temas del
primerizo hip hop de los legendarios Sugarhill Gang, sólo que les faltó pulir
un poco más el tema y darle mayor espacio a esos ritmos funkies que sin duda son uno de sus fortalezas.
En Fuga nuevamente se ponen al filo de la navaja con un tema
bien ejecutado, denso y con un complejo trabajo instrumental en el cual las
guitarras juegan un papel protagónico interesante, que me hace pensar que estos
Molotov tienen más oportunidad que los Calle 13, de aspirar a ocupar el lugar
que dejaron los Clash, Mano Negra y los Fabulosos Cadillacs, hay new wave con
guitarras mordaces en La Necesidad y estas se conjuntan bien con una crítica al
sistema de impuestos, es aquí donde los Molotov aciertan pero por lo regular
luego de un buen atrevimiento retroceden varios pasos y prefieren divagar en
rimas vulgares, aún y que podríamos decir que suenan interesantes evocando un
poco al rock clásico de los 70s en No Existe, con guiños a Grand Funk Railroad,
Deep Purple o a los Black Sabbath, mostrando que tienen el valor de mantener
una identidad mexicana, pero la reconcilian a la perfección con el rock
anglosajón que todos hemos escuchado por décadas en el país, anatema para
muchas bandas que prefieren exaltar su “nacionalismo”.
Hay algunas referencias a Rage Against The Machine, Beastie Boys o a los
Red Hot Chilli Peppers (posiblemente las tres más evidentes influencias en
esta banda) en Llorari, aunque en los coros consiguen sacar adelante un truco
que incluye algo de influencia de los Beatles, sobre todo en las guitarras que
le acompañan, esto mientras que en Gonner hay algo de influencia de guitarras
surf y del punk skater de unos The Shrine o de los Fu Manchu, lo cual la banda
consigue reflejar de manera admirable.
El disco cierra con dos temas, el primero Lagunas Metales
que no me entusiasma del todo con su rap rock y sus coros muy a la Red Hot
Chilli Peppers, el otro tema y el final es Quien Se Enoja Pierde, con sus
inclinaciones posmodernas referenciando a Beck con guitarras de tufo sureño y
sus vocales echadas para atrás.
Molotov tiene todo para ser una buena referencia del país a
nivel mundial, juegan el juego de la globalización a la perfección y de manera
decidida, aquí sólo faltaría que dejarán la retórica en plan bullying de secundaria y se lancen al
ruedo en serio.
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