Thomas Piketty- El Capital En El Siglo XXI (2013)



Thomas Piketty- El Capital En El Siglo XXI (2013)

“Por un largo periodo de tiempo, la fuerza principal a favor de una mayor igualdad ha sido la difusión del conocimiento.”
Thomas Piketty   

Una nueva revolución esta por gestarse en el mundo ya que nuevos estudios bien fundamentados avalan la tesis de la salvaje desigualdad que sigue incrementándose en el mundo del capitalismo moderno, el economista francés Thomas Piketty acaba de soltar la gran bomba en su obra más importante al día de hoy, El Capital En El Siglo XXI, aquí Piketty aborda el tema de la desigualdad, muchas veces ignorado o menospreciado por otros economistas o estudiosos del tema y que por mucho tiempo trataron de venderlo como una consecuencia menor en la expansión del minimalismo, bajo simples palabras, lo que Piketty aborda y razona en su libro es el crecimiento de la riqueza de unos cuantos, que va mucho más allá de la riqueza generada por los países, propiciando de esta manera una atroz desigualdad que a diferencia de lo que muchos planteaban, difícilmente se resolverá por si misma a la par del crecimiento.

Hay que señalar que Piketty no es un personaje de las dimensiones de un Adam Smith, Keynes o Karl Marx, y no pretende servir de ideólogo de una revolución proletaria, más bien es un estudioso de las tendencias económicas y sociales y se ha adentrado a profundidad en un tema relegado, que ha arrojado un resultado que podrá sorprender a muchos, que científica o estadísticamente no había estado tan bien respaldado, pero cuyos efectos han estado causando efervescencia en el mundo.

En su obra Piketty trabaja con datos históricos, tanto de estudios como fiscales, ajustando tendencias para lograr resolver un complejo rompecabezas y lograr demostrar su punto, claro, han surgido controversias respecto a la veracidad de tales datos, aunque más que buscar una exactitud matemática pura de un modelo, Piketty busca dar un respaldo a lo que muchos hemos estado concluyendo de tiempo atrás, los ricos se están volviendo más ricos y los pobres más pobres, el capitalismo y su vertiente más extrema, el neoliberalismo han servido sólo para acaparar la riqueza entre las mismas pocas personas (la oligarquía de sobra conocida en los Estados Unidos de América, en Rusia y en México) a través del tiempo, sin que una distribución adecuada de las riquezas se esté efectuando a través de la población y sin permitir el ascenso “prometido” de una clase media hacia un estrato superior.

Hay un tema que también hay que señalar y que Piketty excluye en su obra y ese ha sido el impacto de esta nueva ola de capitalismo dominado por el sector financiero, esto si identificamos varias etapas del capitalismo y los desglosamos de la siguiente manera: capitalismo industrial, capitalismo comercial, y esta tercera, la que más estragos ha causado y la que pareciera significar el final hasta hoy, el capitalismo financiero, (sería difícil saber si realmente un capitalismo tecnológico pudiera ser el futuro), ese que ha especulado como buitre en busca de la ganancia suprema, ese que ha corrompido a los gobiernos y ese que al final busca apoderarse del mundo actual, en su obra Piketty no aborda este tema, tal vez porque en su obra podemos ver el banderazo que oficializa el tema de la desigualdad, que lo trae a las luces y que lo hará participe omnipresente de todas las medidas económicas a tomarse de aquí en adelante, de ahí la importancia de su obra, El Capital en el siglo XXI es una punta de la lanza, es el inicio de la bola de nieve que pudiera significar el cambio radical que el mundo necesita para salvarse y salvar a la economía tan dañada de nuestros días, esa Tercer Vía que señala Giddens o esa Cuarta Política que pregona Dugin, el futuro no lo sabemos, pero luego de la debacle del socialismo, y los pasos tambaleantes de herido de muerte que da el capitalismo, nos urge encontrarse esa nueva manera de hacer avanzar este mundo, empezar a construir algo nuevo, antes de que la debacle económica y social nos alcance y nos haga retroceder como sociedad y como mundo.   

La visión de Piketty es simple y no es propiamente en contra del capitalismo, sino contra los vicios que ha generado, ¿Cómo hablar de una economía de libre mercado? ¿Cómo hablar de progreso? ¿Cómo hablar de democracia? Cuando el poder se concentra en unos cuantos, mientras otros sufren y son ignorados por los privilegiados a la hora de tomar decisiones, el planteamiento es audaz, inverosímil si quieren, ya que propone elevadas tasas de impuestos a los ricos (hasta de un 80%) y una eficiente redistribución con el fin de alcanzar a los estratos más bajos, aquí es dónde Piketty raya un poco en la utopía, pero deja de alguna manera una ruta a seguir, modificar y perfeccionar para buscar el bien común y el avance de todos, al paso que a cada quien le convenga, sin relegar a nadie.
   
            

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