La Debacle de las Economías Petroleras

La Debacle de las Economías Petroleras

Por: Erreh Svaia

CRANEOSCOPIO

Se rompió el pacto entre Arabia Saudita y Rusia que mantuvo los precios del petróleo a flote durante los últimos años, la caída ha resultado considerable (más del 30%) y un duro recordatorio para Rusia de que su economía está principalmente basada en el petróleo, y que los Saudíes, a pesar de que su liderazgo petrolero no es el mismo de hace 30 años, aún puede poner en jaque a los grandes países petroleros, si en los 90s, su manipulación de la oferta y los precios, puso de rodillas a la Unión Soviética, hoy, esa drástica reducción en los precios y la promesa de aumentar la producción, se convierte en una clara estrategia para tirar al suelo a economías enteras como la Iraní, con muchos problemas internos actualmente (protestas sociales y Covid-19), y a Venezuela, con un Nicolás Maduro tan desesperado que ha empezado a liberar la economía con el fin de dar un respiro a su régimen, cercano al colapso, Rusia, la otra economía basada en el petróleo, y con graves problemas económicos y sociales en su interior (además de un proceso en el gobierno en el que Putin busca asegurar su futura permanencia en el poder), también ha sufrido el duro golpe, y sin duda, veremos a Putin, rectificar muchas de su políticas, ya que el golpe petrolero va justo al corazón de su país, en medio de una situación bastante compleja, luego de enfrentamientos globales a nivel comercial y una posible pandemia aún en proceso.

Como país, México se suma a ese grupo de países con economías basadas en el petróleo, más en ésta administración a cargo del presidente López, quien ha apostado fuertemente a un retroceso en el avance de las manufacturas en favor de un regreso al estilo económico de los 70s, en que el desarrollo del país se basaba en la industria petrolera a manos del gobierno, ésta estrategia resulta sumamente frágil, como muchos lo han entendido y por eso se buscó en sexenios anteriores alejarse de ella, sin embargo la visión retrógrada de López parece buscar ese pasado idílico inexistente y ha puesto hoy al país en una situación muy desfavorable, más frágil que antes a las situaciones adversas en el mercado petrolero, sufriendo por ésta "guerra energética"  entre Arabia Saudita y Rusia, e incapaz de sacar provecho de la "guerra comercial" entre los EEUU y China, por si fuera poco, las acciones recientes por parte del gobierno con miras a reducir la participación extranjera en el sector petrolero nacional, también pone en una mala posición la aprobación del T-MEC, duramente cuestionado por países como Canadá y la Unión Europea, si, pareciera que el gobierno mexicano ha tomado las decisiones incorrectas, que incluso con las finanzas públicas en una precaria situación, difícilmente veremos al gobierno reduciendo el IEPS y traduciendo el desplome de los precios del petróleo en por lo menos un beneficio para el consumidor final, el cual, verá al gobierno aferrarse a éste impuesto para no desfallecer, lo cual se sumará a una posible escalada en la inflación.

Queda claro que las guerras a escala global ya no serán armadas, y que temas como las guerras cibernéticas, comerciales y energéticas serán lo que prevalecerá en el futuro, queda claro que el bloque China y Rusia no serán capaces de “aplastar” a los EEUU, y que en caso de buscar éste objetivo, primero tendrán que pasar por Arabia Saudita e incluso Israel, lo cual nuevamente, dejarían exhaustas a cualquiera de las dos economías, antes de que pudieran dar un golpe comercial o económico a los EEUU, queda claro que Irán y Venezuela serán quienes más sufran en ésta debacle de los precios, por si alguien lo dudaba, es tiempo de que las economías diversifiquen los riesgos, y que los gobiernos consideren que apostar por el petróleo como palanca para el desarrollo, es una receta segura para el desastre, hoy en día que estamos prácticamente en un territorio inédito en el que el mundo está haciendo historia en muchos sentidos, ya corresponderá al gobierno en México, cambiar su visión del país, e incluir, a regañadientes del presidente, una visión, amplia, global y a futuro, que ponga fin a la polarización, al aislamiento del país con respecto a la dinámica global y sobre todo, que busque la diversificación de los riesgos, apostando nuevamente a otras industrias, a buscar nuevas oportunidades más allá del petróleo, que incluya la inversión privada y extranjera, pero sobre todo, y hoy con finanzas públicas basadas en el petróleo y dependientes del dólar, poner fin a proyectos faraónicos como una refinería y un tren Maya innecesarios, realmente estamos viviendo una historia única en el mundo el día de hoy.