Soundgarden, Louder than Love, 1989, Una Reseña
Soundgarden, Louder than Love, 1989, Una Reseña
Por: Erreh Svaia
CRANEOSCOPIO
En mis cumpleaños siempre llegan disco formidables, y en
1989 no fue la excepción, ya que se editó el extraordinario Louder than Love,
mis disco favorito de los Soundgarden, disco que tuve la oportunidad de
escuchar casi de inmediato al momento de salir a la luz, gracias a los viajes
de mis vecinos a los EEUU, a los que solían pedirles me pudieran traer discos
que en Monterrey era imposible conseguir, las baterías de Matt Cameron poco o
nada tenían que ver con los bateristas de heavy metal o hard rock de la época,
el bajo de Hiro Yamamoto era bestial, como un reptil enrome llevando a cuestas
al resto del grupo, las guitarras Zen de Kim Thayil que venían directamente del
futuro y la voz de Chris Cornell, quien en eso años era todo menos un ser
humano, sonando en las nubes pero sin caer en los clichés del hard rock como lo
hacían personajes como Axl Rose, la comparación con los Led Zeppelin era válida
hasta cierto punto, tal vez había algunos paralelos con los primeros discos de
la mítica banda de Page y Plant, por otro lado, había esa atmósfera de
malevolencia de los Black Sabbath que sólo los Sleep podrían reproducir años
más tarde.
Ugly Truth es una de mis piezas favoritas del disco y la
encargada de abrirlo, los ritmos inauditos de Cameron y las fabulosas guitarras
fibrosas de Thayil se encargaban de abrir espacio para la formidable voz de
Cornell, pasé gran parte del final de los 80s e inicio de los 90s escuchando en
su mayoría a sólo dos grupos, a Napalm Death y a Soundgarden, con Soundgarden
aún disfruté mucho el Badmotorfinger, pero hasta ahí llegué con ellos, y el
Louder than Love me sigue pareciendo espectacular, nada parecido a la música
que se hacía en aquellos años, tal vez sólo un tanto cercana a los Jane´s
Addiction, y con una gran cercanía lo
que habían hecho bandas como Joy Division, Killing Joke o los Bauhaus, lo que
hacía más impresionante a éste disco que introducía de manera subversiva todo
esos elementos del más oscuro post punk inglés dentro del mundo del hard rock
estadounidense, que aún esperaría un par de años para empezar a asimilarlo, con
bandas como Nirvana, Pearl Jam o Alice in Chains, que se nutrirían de lo que
bandas como Soundgarden habían empezado a hacer a mediados de los 80s, y que
Louder than Love aún reflejaba de manera tan exquisita, con temas como Hands
All Over, con esas guitarras densas y de singular textura, un Yamamoto reptando
en las sombras, a la cacería de los monumentales ritmos de Cameron.
Hay temas como Gun que simplemente van más allá de lo que
muchos llamarían “grunge” en años posteriores, dejando en claro las tendencias
hacia el heavy metal de la banda, y a la vez encontrando un camino hacía el
punk rock más salvaje, de ésta forma, la banda iniciaba evocando el espíritu de
los Black Sabbath, los Flipper o los Melvins y poco a poco evolucionaba hacia
un ejercicio más punk, más histérico con un Cornell sonando como nadie hacía en
aquellos años, imposible borrar de la mente el punto en que el tema toma
velocidad y todo se va al infierno, con la banda en plan completamente letal
con un enfoque impresionante, con Thayil destilando veneno de una forma en que
pocos guitarristas podrían haber entendido en aquel entonces, mostrando una
clara influencia de gente como el extraordinario guitarrista Robert Quine, para
después seguir con un monstruoso blues cósmico que hubiera llenando de orgullo
a los MC5 más alucinantes, marcando una clara referencia al tremendo
vanguardista del blues, el Captain Beefheart.
Get On the Snake es otro tema clave del disco, con más
guitarras Zen y rabiosos riffs por parte de Thayil, fuertemente cubierto por un
Cameron que aquí podría parecer tan brutal en su instrumento como un John
Bonham, aunque manteniendo una saludable distancia del heavy metal clásico, si,
en temas como éste, Soundgarden sonaba tan diferente de todo y tan adelantados
a su época, a pesar de las extrañas parodias musicales como Full On Kevin´s
Mom, casi en plan hardcore punk que tanto favorecía la banda en esos años,
cuando no se tomaba tan en serio y trataban de exponer los clichés en el mundo
del heavy metal, el hard rock y el punk rock, aunque muchos de éstos clichés se
apoderarían de la banda para el disco Superunknown, y ni que decir del intro de
Loud Love, que me sigue pareciendo de los más extraordinario que he escuchado
desde la viola de John Cale con los Velvet Underground, ligado con la espectacular
voz de Cornell, seguido por brutales riffs de guitarra que desafiaban y tumbaban
a la lona al heavy metal y al hard rock de aquellos años.
I Awake es puro post punk disfrazado al más puro estilo de
los Bauhaus o los Killing Joke, aunque las guitarras son el más puro y rabioso
Black Sabbath, de ésta manera, la banda se unía a otras como los Melvins o los
Jesus Lizard con el fin de introducir el andrógino post punk a las ultra
conservadoras audiencias estadounidenses que lo llamarían “grunge” o “rock
alternativo”, todo esto reflejado en los ritmos tribales de No Wrong No Right,
tema en el que Yamamoto consigue crear toda una atmósfera aterradora junto a
Matt Cameron, demostrando así la maestría rítmica de ambos músicos, ni que
decir de Uncovered, otro de mis temas favoritos con fabulosas guitarras y baterías
que parecían suspendidas en el espacio y el tiempo, al tiempo que Cornell
escupía sus líneas vocales como un bluesero poseído por el demonio, en un blues
que hubiese hecho feliz al viejo Captain Beeheart, y cerrando el disco con le “metal
bailable” de Big Dumb Sex, otra oportunidad de la banda para hacer una parodia
del hard rock de la época, obsesionado con el sexo, aunque más de uno lo tomarían
tan en serio que lo usarían como base para lo que después se conocería como “nu
metal”, y que los mismos Soundgarden alguna vez llamaron “neometal”, cerrando
de ésta forma un disco poco conocido, poco valorado, y que sigue siendo de mis
favoritos, como haber escuchado a los Velvet Underground en su primer disco, antes que cualquiera.
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