The Sex Pistols, Never Mind the Bollocks, 1977, Una Reseña
The Sex
Pistols, Never Mind the Bollocks, 1977, Una Reseña
Por: Erreh Svaia
CRANEOSCOPIO
La primera vez que escuché a los Sex Pistols mi vida cambió,
suena sumamente pretencioso, pero así fue, mi manera de escuchar la música ya
no fue la misma, el sonido no se parecía a lo que yo conocía en aquel entonces,
sonaban más sofisticados que los Ramones, más potentes que los Damned y más
peligrosos que los Clash, las guitarras de Steve Jones eran claramente una
herencia de los riffs de Johnny Thunders de los New York Dolls y un poco de los
que hacía James Williamson con los Stooges, Jones no era ningún improvisado,
como muchos músicos punk, y su dedicación en el estudio junto al producto Chris
Thomas está bastante bien documentada, la sección rítmica de Glenn Matlock y
Paul Cook estaba inspirada claramente en el proto punk de los Modern Lovers,
aunque para ese entonces Matlock ya se había separado de la banda, por lo que
gran parte de las líneas de bajo fueron grabadas por Jones ante la ineptitud de
Sid Vicious para ejecutar el instrumento, y Johnny Rotten era obviamente
diferente a muchos vocalistas populares de la época, con más actitud que
capacidad vocal, gritando más que cantando, con una voz que el mismo Miles
Davis describiría como la versión vocal de su trompeta, e inspirado por gente
como David Bowie, Peter Hammill o Klaus Dinger de los Neu!, por supuesto que la
banda era tan prefabricada por Malcolm McLaren, como lo fueron los Monkees o
muchas “boy bands” de hoy en día, pero cabe señalar que la visión de McLaren
era claramente la de hacer algo muy diferente a lo que se hacía en aquel
entonces, hacer algo completamente nuevo, y por ello la inspiración venía
precisamente de las entrañas de Nueva York, del verdadero mundo subterráneo, de
figuras como los ya mencionados Dolls (a quienes en algún momento manejó) o de
Richard Hell y sus Voidods, de dónde se inspiraría la banda para sus
subversivos cortes de pelo, ropas rasgadas y estridentes visuales.
Serían los Sex
Pistols los encargados finalmente de dar el rostro de lo que hoy conocemos como
el “punk rock”, claro, antes habíamos tenido grupos surrealistas como los
Stooges, los Neu!, los Voidods, los Ramones, los Damned o los Dictators, pero
serían los Sex Pistols los encargados de definir el estilo visual y sonoro del
género, respaldados fuertemente con la brillante producción de Chris Thomas, uno
de mis productores favoritos que había trabajado ya con gente de grueso calibre
como los Beatles, Pink Floyd, Badfinger, Roxy Music, Brian Eno y John Cale, lo
que de una vez destruye el mito de que los Pistols eran unos salvajes primitivos
incapaces de tocar, desmentido por la visión perfeccionista de Jones y Cook,
apoyada por Thomas, o los sofisticados gustos musicales de Johnny Rotten que
iban de grupos como el Captain Beefheart, los Van der Graaf Generator y Magma,
hasta el krautrock de los Can o los Neu!, lo que daría un potente sonido al
disco, casi sinfónico gracias a las múltiples parte de guitarra ejecutadas por
Jones y grabadas por Thomas, así la banda emprendía un duro ataque contra la
globalización, representada burdamente por Holiday´s In the Sun, y que daría
una señal de porque, Rotten, hoy John Lydon, apoyaría fuertemente a figuras
proteccionistas y nacionalistas como Donald Trump y Nigel Farage, y reforzaría
aquel mito acerca de que los Sex Pistols eran subversivos agentes financiados
por la Unión Soviética para generar caos en occidente.
Bodies es la única pieza del disco que incluye líneas de
bajo a cargo de Vicious, considerando que Thomas las había desechado en su
mayoría y en algún momento pensó, a recomendación del grupo, traer de vuelta a
Matlock, aquí Rotten se presenta como un personaje repleto de furia y
vulgaridad en un tema que escandalosamente escupe misoginia y un desprecio
total por la mujer, comentando sobre cuestiones como la violencia y el aborto
incluso, en una temática que a pesar de la connotación negativa, resultaría
inédita en el mundo del rock, apoyado fuertemente por el sólido trabajo de
batería de Paul Cook, un baterista poco sofisticado, pero bastante potente y
altamente preciso y efectivo, era un hecho que la disquera Virgin, del “capitalista
hippie” Richard Branson, estaba haciendo una gran apuesta para salir de su “zona
de confort” y dar su respaldo a un género musical que apenas empezaba a
despegar y que se encontraba con el rechazo de bastantes disqueras, con temas bastante
controversiales como No Feelings en los que la banda continuaría exponiendo sus
estridentes ideas a la par de las corrosivas guitarras de Jones y las
irritantes vocales de Rotten, cuya efectividad en el estudio resultarían un
fuerte contraste con las despreocupadas presentaciones en vivo que la banda
solía realizar.
Piezas como Liar resultarían más complejas y robustas que el
punk de aquellos años que se mostraría desconfiado de las grandes disqueras,
los productores de renombre o las largas sesiones de grabación, pero los
Pistols no eran una banda como cualquier otra, basta con escuchar el trabajo de
guitarra de Jones en ésta pieza para descubrir que en los Pistols había bastante
sofisticación , que afortunadamente se equilibraba con la volátil actitud de
Rotten, posicionando a la banda como la banda punk por excelencia, que apuntaba
por igual al arte barato que al arte vanguardista, perceptible en temas como Problems,
con sus baterías a los Stooges y sus guitarras a lo MC5, y un Rotten que podía
sonar tan iconoclasta como extremadamente vulgar dentro del mismo tema, o en
definitiva, más allá de los límites, como en el controversial tema God Save the
Queen, todo un escándalo en su época y que serviría para cimentar la leyenda y
la brutal reputación de la banda, adorada por la juventud y detestada
intensamente por el conservadurismo, el cual recibiría otro tiro de gracia con
la clásica Anarchy in the UK, prácticamente el primer gran himno del punk mundial,
y que sigue poniendo la piel de gallina a pesar del paso de los años, cierran
el disco espectaculares temas como Pretty Vacant, otra de las grandes joyas de
ésta colección, New York, el homenaje a las raíces musicales de la banda y la
acida EMI, una burla / festejo dirigida hacia una de las disqueras que había
despedido a la banda.
Never Mind the Bollocks, Here´s the Sex Pistols sigue siendo
uno de mis tres discos favoritos de toda la historia musical, un disco que
igual podría ser idolatrado que despreciado por múltiples razones, pero uno que
trajo consigo una verdadera revolución, encendiendo una chispa que casi dos décadas
después se convertiría en un género musical y una estética que transformarían
la cultura popular, hoy somos testigos de como el punk transformó la moda, los
videos, la música e incluso el internet, mucho de ello logrado gracias a bandas
como los Sex Pistols y el tremendo legado dejado por éste clásico musical.
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