La Espera del Anti Héroe

En el teatro del tiempo yo soy espectador,

una pieza de ajedrez en manos sin voz,

que espera paciente, casi sin fe,

viendo mi sombra hacerse doble en el atardecer.

Mi piel es de niebla, mis pasos de plomo,

si avanzo o retrocedo, ni cuenta me tomo,

¿seré el titiritero o el títere a prueba?

¿Soy el actor en esta comedia de niebla?

Alguien me prometió que aquí era el rey,

y mientras espero mi gran coronación,

veo a todos pasar, aplaudir, y reír,

yo sigo en las sombras, dudando de mí.

Con un libreto invisible y páginas en blanco,

me pregunto si acaso escribí algún acto,

o si fue otro autor, tal vez distraído,

quien lanzó mi destino al viento perdido.

Y me río de mí, de mi inútil temor,

de ser yo el único héroe en esta función.

Quizás en verdad soy un extra fatal,

esperando ser algo, en esta cruel irrealidad.

Así me quedo, en pausa infinita,

jugando al protagonista sin ser invitado,

con un poco de risa, un toque de miedo,

sabiendo que quizás el mundo es un sueño,

y yo, solo un susurro en el fondo del juego.