Earth-Angels of Darkness, Demons of Light II

Slight of Brass arranca este tan esperado disco con esas guitarras ultra resonantes que de inmediato llenan todo el espacio, nuestro amigo Dylan Carlson nos trae este “pesado” trozo de el más puro sonido “Americana”, ese espíritu nativo norte americano que habita de manera espectral en la música de gente como Neil Young, o de manera más abstracta en la música de Robbie Basho o John Fahey, esa música que mira al cielo nocturno de manera humilde y trata de capturar el gran vacío.

 His Teeth Old Brightly Shine continúa con la fúnebre procesión, Carlson y compañía, al igual que los más recientemente formados Barn Owl, se han avocado de lleno a resucitar el espíritu más oscuro del gótico norteamericano, de ese terror que se respira en suelo de tierras profanadas y espíritus milenarios que claman venganza, música cósmica que denota la inmensidad y frialdad del desierto, los espejismos que llevan a la muerte en tierras más inhóspitas, la desolación y desesperanza de los caminos, y el terror que habita en los grandes espacios, usados como campo de cacería por el depredador, toda una invocación a bailar bajo la luna, si saben a lo que me refiero.

Y es que la tarea que ha tomado Carlson no es nada sencilla, unir en infame matrimonio el doom metal de los Black Sabbath de Iommi, con el ambient del genio inglés, Brian Eno, no es de por si algo fácil, agréguenle a esto una complejidad, darle ese sabor norteamericano con que suele impregnar Neil Young sus trabajos musicales (y hablamos de NORTEAMERICA!), desde el norte de México, hasta los confines de Canadá.

Carlson ha evolucionado por completo y dado un giro radical a su carrera, obligado un tanto si quieren, por las circunstancias, pero resuelto con inteligencia y sagacidad, desde sus inicios como “infante terrible” en la escena norteña de rock uniendo el rock denso con el minimalismo, sus andanzas en Seattle, sus enredos en la  escena “grunge”, en la que nunca encajó, pero de la cual salió con una fuerte adicción a la cocaína, y la amistad de Cobain, a quine se dice le facilitó el arma con la que se quito la vida, Carlson ha obtenido sabiduría con el tiempo y su música lo refleja, ya que esta repta con in insistencia y sigilo de una serpiente acercándose a su víctima, y a la vez, acecha con ojo de lechuza a lo lejos el movimiento de su presa antes de atacar.

Multiplicity of Doors es más doom que cualquier grupo actual que quieran mencionar, pero es un doom cósmico, uno cuya pesadez no se lleva en el pelo en la ropa de cuero, sino que se lleva en la sangre, Dylan y su ensamble de músicos siguen una procesión funesta, con una batería que no marca el ritmo, sino que anuncia el fin, anuncia algo macabro, un corazón a punto de estallar, una respiración pesada y densa, mientras que el violoncelo vuelve la atmósfera áspera y difícil, como si nos dificultara la respiración, Earth se ha convertido en el vehículo de tensión de Carlson, crean atmósferas dificilísimas de imaginar, y lo más increíble es que Carlson deshecha por completo la distorsión y el feedback, la electricidad, lo superfluo del mundo moderno, aquí gobierna la vibración de las almas, la desesperación del vacío, y la marcha lenta del tiempo.

The Corascene Dog continúa con el paso lento, liberando a momentos destellos de luz, mientras que The Rakehell nos da algunas muestras de dinamismo, un toque jazzy, y toques de libre improvisación y fusión, que son bienvenidos como toques de variedad, Carlson ha llevado a nuevos niveles de intensidad esa densidad y pesadez de la que fueron pioneros los Swans, ha añadido portentosos toques de minimalismo, que alejan su música de lo popular, de lo fácil, le dan complejidad a su avance, La Monte Young, Tony Conrad, entre otros son ahora sus acompañantes, ya no lo son, ni Cobain, ni los Sabbath, la serpiente cambia de piel, y Carlson lo hace con maestría, si bien este Angels of Darkness II y su anterior acompañante son material bastante extenso para digerirse en una sola toma, razón por la cual Carlson ha colocado un año de por medio, son un poderoso capítulo del hoy de este banda, un capítulo que sin duda se cierra y que ha dado tiempo a Carlson de preparar su siguiente ataque, esperemos ansiosos el siguiente gran capítulo de este libro.