Black Dice-Mr. Impossible
Se dice que el próximo disco de los fabulosos Liars será un disco más electrónico, viniendo de los Liars cualquier cosa se puede esperar, ya que es una línea muy delgada la que separa sus geniales exitosos de sus locos fracasos, eso si, sin perder nunca la capacidad de asombrar, y buen pues en el inter tenemos a estos chicos de Nueva York, que evolucionaron de una escena hardcore a una curiosa electrónica brutal, sin caer del todo en el noise, por supuesto que hablamos de los Black Dice.
Y es que Pinball Wizard, tema que abre este genialmente titulado Mr Impossible, lejos de ser un cover de The Who, parece una versión hardcore-mutante-sintética de Lucifer Sam de los Syd Floyd, y en todo momento esperamos una voz robótica que nos cante esas líneas concebidas por Syd Barrett, fundador del grupo, pero las vocales robóticas nunca llegan, en su lugar tenemos una distorsionada y deformada línea vocal que no nos dice nada, pero que enciende los motores de este disco, una guitarra sintetizada que nos sugiere unos Residents bastante acelerados, no nos queda del todo mal y es que sin duda, si los Residents hubieran sido criados con una dieta estricta de hardcore y después insertados en la electrónica primitiva y bizarra, Rodriguez sigue una dinámica muy similar con sus inicios-altos en repetidas ocasiones, aunque claro, la banda lleva estos artilugios al extremo y ahí los eleva a su máxima expresión, el resultado es algo con un ritmo mecánico, con algo de la cacofonía del techno, y la locura de los ya mencionados Residents o de unos Devo si estos hubiesen sido más abstractos.
The Jacker podría ser el resultado de un DJ bastante dañado de sus facultades metales y con la intención de traernos el techno más degenerado imaginable, pero la verdad, cualquier etiqueta o descripción es lanzada por la ventana cuando las guitarras y las vocales abstractas se hacen presentes de nuevo, sin duda estamos ante un grupo que ha alcanzado un nivel de perfección en sus creaciones que sobre pasan cualquier imaginación por más fértil que esta pudiese ser, por una lado un riff de guitarra sintetizado que sugiere el heavy metal y por otro lado un motivo de guitarra elástico que nos sugiere el funk de los 70s y que nos da la oportunidad de alocarnos un poco.
Pigs es la pieza que el grupo ha decidido tomar como “sencillo”, algo sin duda nada sencillo ya que aunque Pigs es una pieza bastante dinámica, no es precisamente lo que se podría decir una pieza comercial, la abstracción continúa aquí y al extremo, aunque podemos decir que el ritmo es lo más cercano a una pieza bailable, aunque más que algo para pasarla bien en la pista de baile, parecería un aliciente a un mal viaje en una disco, con sus ritmos electrónicos golpeándonos incesantemente sin darnos la menor pista de donde vendrá la siguiente descarga.
Spy Vs. Spy contiene un explosivo sentido del humor, con su ritmo hip hoppero y su rima que nunca inicia, un arranque en falso que nunca se materializa del todo y que el grupo congela, o más bien induce en un eterno bucle que nunca se resuelve, pero que es acompañado por demás artilugios electrónicos, mientras que Outer Body Drifter es posiblemente la pieza más siniestra del disco, con su obvia deuda al techno poderoso y sus percusiones sintéticas, una guitarra wah robótica y unas vocales como de los Melvins si estos fueran seres biónicos (invertiría alguien 6 millones de dólares en hacernos una versión más poderosa e indestructible de los Melvins, nos hace falta, piénsenlo por favor.), sin duda todo una pieza de artillería de titánicas proporciones.
Sin duda los Black Dice trascienden cualquier parámetro musical que se les quiera imponer en base a pura creatividad desmedida, cualquier preconcepción que pudiéramos formarnos antes de escuchar este disco se quedaría muy muy corta ante la magnitud de los alcances y soberbios resultados de estos Black Dice, que con este Mr Impossible nos demuestran que no hay imposibles para la creatividad humana, hemos sido gratamente sacudidos por uno de los grandes discos del año, ni duda cabe de eso, ahora sólo nos faltara el poder poner nuestra mente en orden luego de este intenso y alucinante viaje musical.
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