Mark Stewart-The Politics Of Envy

La lista de invitados es impresionante, en primer lugar el médico brujo del dub, Lee Perry, el cineasta provocador Kenneth Anger, los alguna vez alucinantes (sobre todo cuando se apoyaban en el krautrock) Primal Scream, uno de los padres del punk inteligente, el señor Richard Hell, y Keith Levene, ese de la guitarra cristalina y punzo cortante que acompañaba a John Lydon en los PIL, así que si Mark Stewart y compañía no eran suficientes, ahora en este The Politics Of Envy, viene con refuerzos.

Es curioso, pero a pesar de lo tumultuoso de los tiempos en este mundo, el despertar de la música explosiva, ha sido en verdad lento, tenemos a los Napalm Death y a Liberteer, por el lado del grindcore, dándole música de acompañamiento a el renacimiento de la incomodidad social en el mundo, Ministry al parecer se quiso unir de último momento, aunque se quedaron cortos los de Al Jourgensen, habrá que esperar y ver si Seun Kuti nos dará otra joyita rebelde de afro beat como la del año pasado, que nos brindó de la mano de Brian Eno, o los  Rage Against The Machine decidan reformarse y recetarnos otros coctel molotov, pero bueno, aquí tenemos uno de los padres del tumulto, Mark Stewart con sus The Pop Group, en los 70s, tuvo la brillante idea de fusionar el dub, el free jazz y el funk, en una mezcla tóxica que irónicamente sería su versión de un grupo pop, agréguenle a eso fuertes dosis de la etapa más arrítmica de Miles Davis, y por si fuera poco ese estilo cut and paste muy de Williams S. Burroughs, que nos da por resultado el equivalente a un mal, muy mal viaje por lo más decadente de la sociedad actual, y su desagrado por las políticas mundiales, las políticas de la envidia? Si, esas que hacen ricas al 1%.

Vanity Kill abre el disco en plan dub, con esos ecos mortales, esos laberintos de sonido con que tantas veces nos ha confrontado Stewart, quien debe sentir más en su hogar que nunca, con el dubstep, trip hop y grime, géneros que el ayudó a crear, aceptados y reconocidos por las masas, en esta pieza, Stewart se hace acompañar del maestro de la “blank generation”, Richard Hell, en una pieza lastimosa, y después como es costumbre, nos cambia la estación de su radio virtual y nos manda directamente a la pista de baile, con sendas llamaras de fuego cortesía de los Primal Scream, en una Autonomia que rockea como pocas y a la vez nos pone los pies en movimiento, con unas guitarras corrosivas delineando el ataque.

Gang War se va directo al dubstep y deja claro como y porque sucedió, con un Mark Stewart obsesionado en los 70s con el dub de Lee Perry, con el funk de James Brown y el naciente hip hop estadohundidense, si claro, Lee Perry ya no es el mago del sonido que solía ser en los 70s, ahora se apoya en gente como Andrew WK o Adrian Sherwood para que le produzcan discos, pero aun así la voz de Perry sigue siendo tan mágica y profética como en el pasado, obvio antecedente a los manejos vocales de Stewart, quien se acerca más en su estilo a esos viejos magos del dub, de la misma manera que Mark E. Smith de los Fall suele hacer, dubstep como novedad? No por favor, Stewart con todo el derecho del mundo puede reclamar su invención, denle una escuchada a Codex o a Want para que se den cuenta, y por si fuera poco se avienta un muy buen tema electro bailable en Gustav Says, como solía relatar Mark, un boleto gratis a la pista de baile, con música de verdad.

Es el momento justo en el tiempo para que Mark y todo su bagaje musical e idealista se pueda materializar, y The Politics Of Envy es el vehiculo adecuado para esto, si bien, el dubtsep reivindicó y encumbró el proyecto musical de The Bug de Kevin Martin y a Scorn de Mick Harris, es tiempo que estos tiempos convulsos que vivimos den su recompensa a Mark Stewart por tantos años de desafiar el status quo y de hacer música verdaderamente rebelde y de contenido social, Stereotype cierra esta brillante pieza musical con un tema que podría enorgullecer al mismo Bowie, y que en cierta forma nos remite a su época berlinesa, felicidades Mark, tu música sigue tan vigente y tan relevante, sigues siendo un líder, formador de líderes, y es el mundo el que te sigue.