Marilyn Manson-The Pale Emperor (2014)

Marilyn Manson-The Pale Emperor (2014)

“Todo lo que he querido hacer es oscurecer el día e iluminar la noche.”

Clive Barker

La última vez que escribí aquí sobre el alguna vez “Reverendo” Manson, recibí muchos comentarios sobre lo injusto que había sido lo que había escrito sobre el disco anterior de este artista, si, tal vez mi exigencia, a diferencia de la de nuestro gobierno, es mucha, y es que en lo personal considero a Manson predestinado y poseedor de un enorme talento que lo ha situado como una figura icónica de nuestros tiempos, con una asombrosa capacidad de recuperarse luego de las caídas que ha sufrido en su carrera y retomando en varias ocasiones con singular éxito, Manson es el  hombre que en su momento consiguió sacarnos del estupor y volver a estremecernos con la música, con algo más allá del sexo casual, del SIDA o del satanismo populachero de aquellos que empuñan crucifijos al revés, Manson representaba la maldad de nuestros tiempos, todo lo malo y feo de nuestra cultura, un espejo para darnos cuenta de lo mal que anda la humanidad y prueba de que el mayor demonio es el hombre mismo, esto es algo que Manson ha sabido transmitir en su música y su persona, y es importante recordarle siempre  Manson que para seguir vigente, debe estar primero su arte y después su persona, de otra manera Manson bien podría convertirse en el próximo Ozzy Osbourne, una figura adorada envejecida, que lejos de causar miedo, ya causa ternura o lástima, apapachado por las masas y el MTV por todas las razones equivocadas que pudiéramos imaginar, menos por hacer música estrujante.

Manson fue el único que pudo sonar coherente en aquel documental de Michael Moore sobre la masacre de Columbine en EUA, ese que nos hizo sentir ridículos a todos ya que sólo ese hombre con maquillaje bizarro parecía ser el único cuerdo entre todos esos personajes entrevistados que trataban de hacernos entender porque debíamos tener armas, desde la inocua Britney Spears, hasta el héroe épico de Hollywood, Charlton Heston, que sonó como un monstruo comparado con Manson, y por si todo esto fuera poco, Manson es el último gran representante de una gran herencia de rockeros que saben cómo estrujarnos el alma y darle peligro a la música, algo que sin duda necesitamos de tiempo en tiempo.

Manson también puede ser visto como el heredero musical al trono del gran David Bowie, muy por encima de un Gary Numan o de Peter Murphy, un hombre con la inteligencia suficiente para adelantarse a los tiempos y a las modas, para poder armar buenos discos sin importar las tendencias musicales conservando no sólo una identidad propia, sino también adaptar elementos nuevos a su personaje que lo mantengan vigente y relevante, sobre todo relevante.

The Pale Emperor es el nuevo disco de Manson, quien ya por el título me suena un poco a ese personaje de Bowie, The Thin White Duke de Bowie en sus épocas de fan aguerrido de la cocaína, y es que las comparaciones no llegan hasta ahí, para la portada, Manson luce un traje impecablemente blanco, lo cual confirma hasta ahí lo señalado, ya que Marilyn no sólo invoca a Bowie como sus influencias creativas para este disco, ya que a lo largo de este podemos escuchar a Manson acercándose en espíritu a grandes como el ya mencionado Bowie, Marc Bolan de los T. Rex y a Alice Cooper, usando como elementos principales la cadencia y los silencios, Manson ha hecho nuevamente un disco aterrador, con una nueva manera de afectarnos no con grotescas imágenes sangrientas o con su ambigüedad sexual, sino con algo más íntimo, así Manson consigue nuevamente reactivar sus momentos de mayor claridad, recuperando sólo en parte del sonido estridente y abrasivo de sus primeros discos, combinándolo con el más accesible glam rock de sus posteriores grabaciones, obteniendo nuevamente esa base de sonido que tanto le ha funcionado y que le sigue proporcionando un punto de partida para el futuro, una cosa hay que aceptar, Manson sabe hacer canciones y cuando su mente está enfocada, se vuelve invulnerable.

The Pale Emperor muestra una madurez asombrosa en un personaje que pudiera pensarse contrario a ello, pero su aceptación de esta pareciera ser su mejor arma, sus temas suenan sólidos y perfectamente bien equilibrados creando un sonido que seguramente pondrá feliz a Manson, liberado aquí casi por completo de la sombra de Reznor, instalándose en una suerte de post punk gótico (consecuencia del uso de del glam rock sumergido en atmósferas oscuras), y el abrasivo ambiente industrial que sigue asomándose en las composiciones de Manson como parte de su particular estética, que en algunos de los temas incluso parecieran situarlo en un cabaret de burlesque instalado en medio del viejo oeste concebido en la mente de su amigo Alejandro Jodorowsky, aquí para ser justos, no nos queda de otra que reconocer la increíblemente buena condición de Manson, que le permite nuevamente regresar a su mejor forma y seguir siendo relevante una vez más.