The Skull Defekts-Street Metal (2014)

The Skull Defekts-Street Metal (2014)

“El secreto de la genialidad es conservar el espíritu de niño hasta la edad adulta, lo que significa nunca perder el entusiasmo.”

Aldous Huxley 

Llama poderosamente mi atención que los primeros sonidos en este nuevo disco de los Skull Defekts, Street Metal (¡Vaya título!) suenen a como debió sonar el nuevo disco (un tanto fallido) de los Faust, del que ya hemos hablado, grandes placas metálicas chocando de manera violenta, aquí los grandes suecos experimentalistas se van directo a la yugular con lo que pudiera ser el disco más feroz que han hecho en años recientes, guitarras rabiosas avanzando de manera irrefrenable justo encima de ritmos indudablemente heredados del alemán krautrock, ya que funcionan como verdaderas máquinas, portentosamente mecánicas, perfectamente engrasadas que en la primer pieza, Mission, reflejan precisamente eso, un grupo decidido a todo en una misión suicida con un único objetivo en mente la destrucción de todo lo que se les ponga enfrente, pero ojo, no todo es brutalidad insana, ya que a través de particulares percusiones los Skull Defekts mantienen la máquina en constante y ágil movimiento, realizando inesperados saltos cuánticos que hacen de esta pieza algo en verdad agradablemente sorprendente, para Mammal Combination la banda nos presenta unas percusiones ardientes, capaces de fundir el metal, esto a la par de abrasivas guitarras que rugen de manera caprichosa en una letal combinación que me trae a la mente por momentos a mis adorados CAN, recuerdo que se acrecienta aún más con la chamánica aparición del legendario Daniel Higgs, quien aquí demuestra ser un mejor heredero o por lo menos más adecuado, de los encantamientos de un Damo Suzuki que el mismo Thom Yorke, Higgs aquí consigue ponerse al frente de este explosivo ritual hipnótico, arrastrándonos al centro de este exótico y pujante viaje.

Holy Drums Are Singing es otra pieza con batiente y combativa espiritualidad, percusiones tribales exquisitamente confeccionadas por los enormes Jean Louis Hutha y Henrik Rylander, quienes a lo largo de este disco se convierten en una sólida roca, perfecta base para los estremecedores experimentos de sus compañeros, y ni que decir de las punzo cortantes guitarras a cargo de Joachim Norwall y Daniel Fagerstrom quienes se encargan de escupir verdaderas lenguas de fuego a través de sus instrumentos de una manera furiosa, llevándonos aquí a través de un nuevo viaje-pesadilla repleto de duros rasguos y tambores que nos sumen en un trance del cual es imposible escapar y cuyo final se vuelve una experiencia en verdad arrebatadora, que la banda nos receta nuevamente en la siguiente pieza, haciendo una versión dub del tema en Holy Drums Dub, en dónde las inquietas percusiones adquieren un nivel casi mágico, omnipresente que nos envuelve y nos subyuga, con el grupo explotando al máximo esa experimentación osada y ese gusto por crear piezas verdaderamente hipnóticas que nos ponen en todo momento al borde del colapso mental.

Street Metal resulta ser un disco breve en piezas, pero cuyo trance permanece con el escucha por mucho tiempo, un disco que cierra con un tema denso y un tanto cerrado, titulado Saturday Morning, un verdadero tour de force en el cual la banda se abandona por completo al mundo del noise y del feedback, bien cimentados en los ritmos tribales de sus percusionistas las guitarras y los sintetizadores se encargan de mandar señales al infinito, recreando una danza de llamas en medio de un círculo indio, bajo el infinito cosmos, para después permitirnos escuchar los canticos rituales de Higgs que parecieran perforar sendos agujeros en nuestro cerebro.

Aunque Street Metal es un disco de corta duración, resulta contundente en su fuerza, convoca compulsivamente a la alucinación total, sumergiéndonos en un incesante ritual en el cual emprendemos un viaje al oscuro cosmos de nuestra mente, al ritmo de nuestro corazón, el cual se convierte en un tambor tribal.