Recuperar el Maíz y la Independencia

Recuperar el Maíz y la Independencia

“Si bajara un enviado del cielo y me garantizase que mi muerte fortalecería nuestra lucha, diría que hasta valdría la pena.”

Chico Mendes

En México la cultura del maíz es un tema ancestral, acompañándonos como base de la alimentación, y casi un símbolo cultural para el mexicano desde siempre, México bien podría ser considerado la cuna del maíz, desgraciadamente hay que reconocerlo que en muchos aspectos la legendaria Revolución Mexicana, más que ayudarnos, terminó perjudicándonos en muchos aspectos, fenómeno similar a la revolución rusa, ya que ambos movimientos partieron de una base de mayor equidad y justicia social similar, y cuyos rotundos fracasos obtenidos como resultados se reflejaron en muchos aspectos, en México, con una grave afectación al campo, destrozando en  el afán de repartir tierra a todos por igual, creando condiciones insuficientes para el desarrollo adecuado del campo, esto sumado a prácticas de cultivo que no se fueron actualizando con el tiempo y que terminaron erosionando los suelos hicieron que México, con todo y su apego al maíz no pudiera convertirse en uno de los países líderes en producción de este producto, que se ha vuelto básico para la alimentación mundial.

Seamos pragmáticos aquí y reconozcamos que en EUA el sistema capitalista ayudo al fuerte despegue de la producción de maíz y del campo en general, un manejo empresarial, organizado y bien capitalizado, esto sumado a una aguda visión de negocio que supo prever el despegue futuro que el consumo de maíz tendría como base para muchos alimentos, trajo como consecuencia un enfoque decididamente productivo que buscaba más y mejor producto para suplir al mundo y utilizarse como palanca para sumar poder, después de todo, quien produce más maíz controla el precio, controla la materia prima para gran parte de los alimentos del mundo, y por si fuera poco, nuestros vecinos del norte superior invertir de manera constante en tecnología e innovación que les ayudaría a volver más resistente su producto, reduciendo costos y riesgos, asegurando de esta manera un control casi total de sus producciones y un férreo control sobre la alimentación a nivel mundial.

Resulta penoso pensar que hoy en día, sea México quien dependa de la compra casi en su  totalidad del maíz de los EUA, aunque ahora resulta tan cotidiano que ya no sorprende, aunque si cambiamos el enfoque esto va erosionando la independencia e identidad nacional poco a poco, pensemos que sería tanto como que algún día el tequila lo compráramos en EUA, en lugar de producirlo en el país ¿Quién sabe igual y en unas décadas más los vecinos del norte o la pujante China contemplen este mercado (perdamos más empleos y nos volvamos más dependientes) aprovechándose de la incapacidad del mexicano de ver a futuro, de invertir en cosas importantes y a largo plazo, y de malas costumbres enraizadas que buscan el enriquecimiento propio, otro ejemplo aquí, si lo analizamos más a fondo, tendría que ver con el tema del chocolate, otro producto que México dio al mundo, ¿Preguntarnos en dónde están hoy los grandes emporios chocolateros del mundo? En Italia, en Suiza o Alemania, hemos dado y a manos llenas, pero no hemos sabido aprovechar lo que la madre naturaleza nos dio, hoy en día, nos sentimos orgullosos de la cantidad de tomates, de mangos o de aguacates que vendemos al mundo, pero son productos cuyos volúmenes palidecen a comparación del potencial del maíz, pensémoslo, ¿Podríamos sobrevivir una vida consumiendo derivados de maíz, tortillas, pan, etc.?, ¿Cuánto duraríamos comiendo sólo mango, aguacate o tomate? no mucho, nos han vendido la idea de ser grandes comerciantes de accesorios, mientras que la base del negocio de la alimentación, esa que de verdad genera riqueza la tienen otros y la mantienen lejos de nuestro alcance, urge invertir en lo que importa, adoptar lo mejor de los modelos de agricultura que hay en el mundo actualmente y empezar a apostar en la independencia en lugar de la sumisión a estos modelos abusivos, permitiendo de esta manera el crecimiento y fortalecimiento del país, propiciando mayor seguridad y bienestar para el mexicano.