Prince- Art Official Age (2014)



Prince- Art Official Age (2014)

“Lo que le falta a la música pop es el peligro”
Prince

Prince nos llegó este año no con un nuevo disco, sino con dos, dos discos completos de nueva música de este considerado como uno de los grandes genios del pop contemporáneo, una especie de despiadada máquina musical y dictador creativo, obsesionado cuidar cada detalle  del proceso creativo y de su música, lo cual nos ha brindado grandes momentos de pop fabuloso, sin compromisos comerciales de ningún tipo, accidentes bastante interesantes y otras veces música tan repleta de ideas que pareciera imposible poder conectar con la mayor parte de ellas, escuchando este Art Official Age su disco propiamente solista (ya que el otro resulta ser una especie de colaboración), nos encontramos con algo similar a ese disco que el iconoclasta hip hopper, Lil B, soñó alguna vez hacer con Prince, pudiera ser que Prince lo escuchó y tuvo la idea de realizar ese disco sin Lil B (como siempre suele hacer Prince, a su manera).

Art Offical Age es un disco rebosante de ideas, una explosión de creatividad, un tanto aglutinada, que no debiera sorprendernos viniendo de Prince, lo sorprendente es que la tormenta de idea es tan grande que el foco principal del disco, la línea central pareciera perderse por completo y es precisamente ahí dónde la conexión con Lil B me hace un poco de sentido, al poner atención en e l libre y desordenado hasta cierto punto, fluyo de ideas continuas que Prince va entregándonos no en cada tema, sino en cada minuto de cada uno de los temas, un arcoíris de tonalidades inmenso de sonidos inesperados que van creando una pieza del pop funk pos modernista más barroco que pudiéramos imaginar.

Pero vamos, Art Offical Age es algo positivo, Prince aquí suena renovado, lo cual tampoco es algo muy revolucionario, ya que en gran parte los sonidos actuales  bandas como los Strokes o Daft Punk sin duda tienen mucho en común con el trabajo que Prince nos ha presentado en cada una de sus grabaciones, aquí Prince se adueña de esos ritmos nerviosos del electro, el hip hop y el dubstep de años recientes, usándolos como base para agregar esas guitarras que él ha aprendido a gente como Nile Rodgers y esa descarga de alucinantes sintetizadores que le ayudan a crear una densa nube colorida de sonidos interminables, si bien en disco anteriores hemos criticado un poco a Prince por lo extensos de estos, pareciera que aquí Prince buscara resolver esto concentrando una gran cantidad de ideas en el menor espacio posible, y así es como nos topamos con coros femeninos, motivos orientales, rasgueos de guitarra funkies, junto a voces manipuladas y encendidos solos de guitarra, o el candente funk sexy de Clouds, que aunque posee su atractivo y es indudablemente parte de la tradición musical de Prince no termina de agradarme del todo.

Breakdown es precisamente un alto y un respiro para la intensa saturación de sonidos a l que Prince nos ha sujetado, una oportunidad para tocar la parte soul de su sonido y un momento más relajado que da un fuerte giro al sonido del disco, Prince crea una pieza grandiosa, dramática y épica, perfecta y posiblemente la primer muestra de enfoque de verdad en lo que va del disco, progresando a un poderoso clímax final perfectamente orquestado por la sabia y unas visión de Prince.

La influencia de George Clinton y sus Parliament parece hacerse presente en tema como What It Feels Like, o The Gold Standard, en esta última,  por momentos me trae a la mente el fluido Golden Years de Bowie, una obvia y fuerte influencia en el también camaleónico Prince, y una huella genética fuerte en este soul plástico que pareciera querer presentarnos Prince en este disco saturado de diversas tonalidad, aún y que piezas sin mucha razón de ser como U Know se aparezcan, y que sin duda pudiesen haber funcionar en el mundo de Lil B, más no terminan de encajar en la mente de un genio obsesionado por el control como Prince, que aquí parece hacer todo, menos enfocarse.




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