Espíritu Tribal
Espíritu Tribal
Por: Sergio Sarmiento
Tomado de: El Norte
"El amor a nuestra nación a menudo nos predispone a
mirar con los celos y las envidias más malignos la prosperidad y el
engrandecimiento de cualquier nación cercana".
Adam Smith
Si bien la globalización ha sido responsable de la mayor
expansión de la prosperidad y la más acentuada disminución de la pobreza en la
historia, los viejos instintos tribales no sólo no han desaparecido, sino que
se acentúan en algunos países.
Esto lo hemos visto en los triunfos del Brexit en el Reino
Unido y de Donald Trump en la Unión Americana, pero también en la fortaleza de
la campaña de Andrés Manuel López Obrador en México.
La desconfianza o el odio al extraño, al extranjero, ha
estado presente en los seres humanos desde tiempo inmemorial. Fue un arma de
supervivencia de clanes y tribus que tenían frecuentes enfrentamientos
violentos con otros grupos humanos.
A lo largo de milenios, esta actitud siguió provocando
violencia. "El 'espíritu tribal', fuente del nacionalismo, ha sido el
causante, con el fanatismo religioso, de las mayores matanzas en la historia de
la humanidad", escribe Mario Vargas Llosa en "La Llamada de la
Tribu".
La globalización permitió una mejora dramática en la
situación de la humanidad. Los contactos personales y el comercio crearon lazos
entre comunidades y llevaron no solo a una mayor prosperidad, sino también a
una declinación de la violencia.
"Las economías abiertas y el libre comercio se
correlacionan negativamente con el genocidio y la guerra", señala Steven
Pinker. La economía abierta también ha impulsado el mayor desarrollo económico
de la historia y una dramática reducción de la pobreza extrema de 84 a 9.6 por
ciento de la población del mundo entre 1820 y 2015 (ourworldindata.org).
El espíritu tribal, sin embargo, se ha fortalecido en los
últimos años, porque la gente no entiende que la prosperidad ha sido
consecuencia del comercio y la migración y porque piensa que no podemos estar
peor.
Cada una de las medidas nacionalistas, sin embargo, tiene
consecuencias negativas no sólo para los que trata de proteger, los miembros de
la nación o la tribu, sino para el mundo.
Los electores británicos votaron el 23 de junio de 2016 por
retirar al Reino Unido de la Unión Europea debido a los temores a la
inmigración y el libre comercio. La separación no se ha realizado todavía, pero
los costos se han hecho evidentes.
Distintas empresas han señalado que tendrán que sacar sus
instalaciones del Reino Unido si el Brexit establece barreras o aranceles.
Productos tan tradicionales de la Gran Bretaña como los autos Mini o los Rolls
Royce tendrían que fabricarse en otros países.
Trump ha establecido aranceles a productos de distintos
países, los cuales han respondido con aranceles a bienes estadounidenses, como
las motocicletas Harley-Davidson. El resultado es que esta empresa tendrá que
trasladar una parte de su producción fuera de Estados Unidos.
El proteccionismo afecta negativamente a todos: a los
consumidores, porque reduce la competencia y sube los precios, y a los
productores, que tienen que recortar producción y empleos. Lo preocupante es
que el nacionalismo sigue llamando la atención a políticos y electores.
López Obrador mandó un mensaje en Twitter este 25 de junio:
"Es necesario reorientar la política económica para producir en México,
hasta donde sea posible, lo que consumimos y fortalecer el mercado interno con
el propósito de crear empleos en todas las regiones del País".
Es la misma filosofía de Trump o del Brexit, pero en lugar
de crear empleos y prosperidad los destruye.
Comments
Post a Comment