La Oscura Amenaza
La Oscura Amenaza
Por: Erreh Svaia
Dispersión Caprina
El slogan del Washington Post dice: “La Democracia muere en
la oscuridad”, y ese pareciera ser el reto actual del mundo, demostrado queda
que el ensayo del científico-político Francis Fukuyama ha quedado en el pasado,
y que si la historia “se había terminado”, la hemos rebobinado y la hemos
empezado nuevamente, ésta vez, de una manera menos optimista, en Italia triunfa
el populismo de la mano del inquietante Movimiento de las 5 Estrellas, que aún
parece un objeto indefinido, ni de izquierda ni de derecha, dirigido por un ex
comediante (que no es el guatemalteco Jimmy Morales) y que pareciera acercarse
de una manera tangencial a la vieja tradición del fascismo italiano (que a su
vez derivaría en el Peronismo argentino y en el populismo latinoamericano),
pero la peor amenaza para Italia no viene del viejo Beppe Grillo, la amenaza
real no viene de un ex comediante, ni de un político populista por excelencia,
Silvio Berlusconi, viene de Matteo Salvini, líder de la llamada “Liga”, antes
llamada la Liga del Norte y de recortado nombre con fines de una mayor
aceptación, lo cual resultó exitoso, ahora Salvini forma parte del gobierno, y
en Salvini podemos ver ese espíritu nacionalista-populista con tintes racistas
que domina la agenda de Donald Trump en los EEUU, finalmente la derecha extrema
parece haber permeado el mismo corazón de la Unión Europea y un posible futuro
desmembramiento no debe ser ignorado, la vieja izquierda patrocinada por la
extinta Unión Soviética, parece haber mutado en una ultra derecha, muchas veces
también impulsada por Rusia y el Zar Putin, quien ha convertido el “divide y
vencerás” en su slogan personal y ha hecho lo inimaginable, no para conquistar ideológicamente
al viejo estilo soviético a la mitad del mundo, sino sembrar la semilla de la
discordia para crear incertidumbre y polarización en miembros claves del bloque
occidental.
En Turquía, uno de los países que hace media década parecía
una de las grandes promesas globales, hoy se ha sumido aún más en el
autoritarismo con el nuevo triunfo de Recep Tayyip Erdogan en las más recientes
elecciones, muchos veían a un Erdogan derrotado camino a unas elecciones en las
que pretendía imponer una nueva orientación política hacia el presidencialismo,
restando poder a la figura del primer ministro, pues nuevamente, de la mano de
la ultra derecha, Erdogan se ha alzado con un triunfo, cimentando fuertemente
su presencia como hombre fuerte del país, con una posición estratégica
privilegiada que le permitirá convertirse en un jugador clave en las relaciones
entre la Unión Europea y Rusia, con una Italia, también clave en la entrada de
migrantes al continente, en manos de un Salvini que se presenta como un
personaje tan peligroso como Erdogan.
Los eventos del triunfo de Trump en los EEUU y el Brexit en
el Reino Unido, se convirtieron en señales de un duro revés a la democracia en
el mundo, pero por momentos parecía que el liderazgo de gente como Angela
Merkel y el surgimiento triunfal en las elecciones francesas de Emmanuel Macron
podrían significar el fin de ese nacionalismo populista, pero eventos recientes
como la reafirmación del Zar Putin como “presidente” de Rusia, ha re energizado
sin duda ese espíritu divisionista que ha sido sembrado en occidente, en el
mismo corazón de la Unión Europea y en el mismo corazón de Norteamérica, en
dónde una guerra comercial entre los EEUU, Canadá y México empieza a gestarse a
la par de un conflicto comercial mayor entre los EEUU, China y la Unión
Europea.
El mundo parece no reaccionar, al tiempo que seguimos
acercándonos poco a poco al precipicio, Turquía fue un nuevo golpe bajo para la
democracia, y pudiera ser que ahora México, con otro nacionalista populista de
talante autoritario pudiera tener posibilidades de hacerse del poder según las
encuestas, pero estamos en un mundo radicalmente diferente, cambiante a cada
instante, la única constante es el cambio, y si se creía que la derrota de Erdogan
era posible y se erró, si se creía que la llegada del “Chavista” Gustavo Petro
al poder en las elecciones presidenciales de Colombia era inminente, y se erró,
hoy pudiéramos pensar que hay esperanza de que México, a pesar de las encuestas
no sucumba al nocivo virus del nacionalismo populista, la moneda está en el
aire.
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