Seis Meses y Nada





Seis Meses y Nada

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Por: Erreh Svaia

Hace un par de meses me preguntaron varias personas sobre mi opinión respecto al actual gobierno del presidente Andrés López, mi respuesta no fue la que muchos esperaban, que dijera “bien” o “mal” llanamente; en su mayor parte, el gobierno de Andrés López es una incógnita, y podría asegurar que lo es, incluso para el mismo, mientras la mayor parte de las decisiones de gobierno se las ha dejado a sus colaboradores más cercanos, lo que ha originado la serie de errores, confusiones y pasos en falso que hemos visto a lo largo de éstos seis meses, mientras que el presidente (así como su emulo estadounidense) continua en campaña, dedicado al 100% a la política, que podríamos asegurar es lo único que sabe hacer, las decisiones nos ha demostrado no es lo suyo, y como político, el compromiso tampoco, el presidente ha evadido todo tipo de responsabilidad con el fin de evitar el desgaste a su imagen, que es lo único que realmente da poder a su persona y a su partido, y del que se ha valido para ganar posiciones sin candidatos que realmente hayan podido tomar acciones determinantes y exitosas, así tenemos a una Claudia Sheinbaum paralizada, a un Cuitláhuac García desaparecido, ¿De Cuauhtémoc Blanco? Mejor ni hablar.  

La realidad es que en la cabeza del presidente, el gobernar no es una prioridad, su agenda está dominada por el quehacer político, por las elecciones que vengan, por hacer crecer su red clientelar y por asegurarse de que su “superdelegados”, los nuevos “virreyes”, se sometan a la nueva cadena de mando que implicará la reconstrucción de la nueva “presidencia imperial”, su “lucha contra la corrupción”, no es otra que su lucha “contra las instituciones”, para el presidente, la libertado o el libre albedrío es la cuna de la corrupción, y la manera de combatirla es que el mismo gobierno desaparezca y sólo quede el en el mando absoluto, incluso la naturaleza estatista de la vieja izquierda conservadora parece salir por la ventana, y en su lugar empieza a vislumbrarse solamente el renacimiento de aquella vieja “tradición” nacional en que todo pasaba por la autorización del presidente, el estado queda de adorno solamente, ¿Burócratas? No, sólo lacayos sumisos.

Al día de hoy el presidente no ha tomado acciones determinantes para el país, pero si muchas de sus acciones políticas han creado desconfianza en los inversionistas internos y externos, que ponen algunos “pausa” en sus proyectos, mientras otros, prefieren buscar otros sitios para invertir, China se muestra feliz de poder “invadir” al país con sus productos, no con sus inversiones, lo que traería como resultado la devastación de la industria local, por si fuera poco, se ha minimizado y hasta ignorado la amenaza de Donald Trump, quien ya nos adentró en su guerra arancelaria bajo el tema de la migración.

Ni la corrupción ni la inseguridad, banderas electorales del hoy presidente, como candidato, también han salido de su mira, ni la llamada “estafa maestra”, ni el “Pemexgate” parecen avanzar, pero si avanzan los números de muertes violentas en el país, así como la sospecha de los turbios manejos del “superdelegado” Carlos Lomelí en Jalisco, cuya red de empresas farmacéuticas con varios familiares y amigos suyos a la cabeza de éstas, ha ganado una importante cantidad de contratos para venta a varios gobiernos encabezados por su mismo partido (Morena), sin que haya un solo aviso de congelamiento de cuentas, investigación  o señalamiento.

¿Cómo juzgar a un presidente que no quiere hacer nada para no afectar su reputación y popularidad? Precisamente juzgándolo por todo lo que ha dejado de hacer, por todas las decisiones que ha optado por no tomar, por el nulo crecimiento del país, reflejo de sus acciones, por la falta de movilidad de la economía, reflejo de su presidencia, por la incapacidad total de su gabinete, que no atina a gobernar de manera coordinada, que hoy toman una decisión y mañana piden disculpas, ¿Cómo calificar un gobierno así, que traes 6 meses no presenta ningún avance importante? Pues como uno muy malo, a uno que le urge construir y vender una fantasía, que sólo atina a decir que “todo está bien” y que “hay otros datos” al más puro estilo del desatino Kirchnerista, a Morena y al presidente lo único que les interesa es conservar el poder, es lo único que ha hecho durante 6 meses, esperemos que el poder se mantenga líquido, como lo es en el resto del mundo, y que su falta de acciones de gobierno y de visión de país a largo plazo, termine convirtiéndose en su principal juez.

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